Se trata de un megaporro de casi dos kilos de peso que Tony Greenhand y SheSmokesJoints, dos famosos usuarios de la red social MassRoots, han tardado cinco días en liar. La hazaña, retransmitida en directo a través de Periscope, ha llevado a cientos de curiosos a ver su elaboración.

La historia se vuelve a repetir. No es la primera vez que Tony Greenhand crea un porro de grandes dimensiones. Hace dos años elaboró junto con varios de sus seguidores y amigos un megacigarrillo de 1,3 kilos; pero en esa ocasión, la falta de previsión hizo que cuando se pusieron a consumirlo y a pasarlo de mano en mano se deshiciera. Sin embargo, ahora ha sido todo un éxito: Esta vez Greenhand, con la ayuda de SheSmokesJoints y la colaboración de la empresa productora de aceite de cannabis The CO₂ Company, elaboró un meticuloso ritual para que el porro de casi 2 kilos de peso pudiera ser disfrutado sin problema. 

Sus planes comenzaron hace un par de meses, cuando The CO₂ Company entabló conversaciones con Greenhand para una posible colaboración. Entonces, el creador de la hazaña pensó que llevar a cabo esa idea que tanto le rondaba en la cabeza sería ideal, y todos comenzaron a trabajar. 

 

The CO₂ Company ayudó para conseguir el material oportuno a través de diferentes donaciones de agricultores. En total, 1,9 kilos de marihuana. Mientras, Greenhand comenzó por el envoltorio: desplegó en el suelo una ‘alfombra’ de papel con una medida de 7 metros de largo por 1 metro de ancho. Y su compañera SheSmokesJoints, quien ha publicado la experiencia en MassRoots, se encargó de preparar la marihuana. Para ello, compraron un procesador de alimentos especial para la ocasión que consiguió, en menos de una hora, tener a punto el material. "Nunca había estado tan emocionado o tan asustado por construir algo tan grande. Es el resultado de siete años de ensayo y error”, explica Greenhand.

Luego llegaron los momentos más complicados de la ‘construcción’, retransmitida en directo a través de la red social Periscope. A través de ella se podía ver cómo Greenhand lo enrolla con sumo cuidado sobre el papel desplegado en el suelo y lo decora con colores como si fuera una sandía. Con el fin de que no volviera a ocurrir lo que en el anterior intento fallido, esta vez Greenhand pensó en asegurarlo encima de una mesa y establecer un flujo de aire.

Sin un flujo de aire adecuado la ‘construcción’ no serviría para nada. “Con demasiado flujo de aire no conseguirás sino aire, pero sin el suficiente sería como si chuparas una pelota de golf”, relataba SheSmokesJoints. En total, pegaron 54 clavijas en la junta del porro con el fin de crear la cantidad correcta de flujo de aire y así obtener el mecanismo perfecto para que se pudiera fumar a través de una manguera. Una vez listo, Greenhand invitó a sus amigos y conocidos a unirse a la experiencia y probar el porro más grande de la historia capaz de ser fumado.

“¿Lo haría otra vez? No... Lo haría más grande, lo haré más grande, y tú estás invitado", se enorgullece Greenhand. Quizás cualquier día él y compañía nos vuelven a sorprender batiendo su propio récord.