Debemos incrementar las medidas de seguridad en nuestra plantación. Según han alertado las autoridades del Departamento de Agricultura del estado de Oregón, una nueva plaga se ha erigido en amenaza de las plantas de marihuana. Al parecer, ya estaría extendida por distintas regiones de Europa, Asia y el norte de África, e incluso habría llegado a territorio estadounidense, concretamente al estado de Colorado. ¿Qué debemos hacer para evitar que los cultivos sean víctimas de esta nueva amenaza?

Desde el más veterano cannabicultor hasta el recién iniciado en la materia saben de sobra que una plaga constituye un gran peligro para los cultivos de cannabis. De ahí que sea necesario y una tarea fundamental conocer cuáles son las nuevas plagas que pueden llegar, para tomar las medidas oportunas nada más tener las primeras noticias de ellas. Por suerte, gracias a los importantes avances de legalización que se han producido en los últimos meses y años, las autoridades de distintas partes del globo ya están también concienciadas para advertir a los cultivadores si detectan alguna plaga que pueda poner en peligro sus plantas.

En este caso, han sido los responsables del Departamento de Agricultura de Oregón los que han alertado ante un nuevo insecto que se alimenta de cannabis y que podría mandar al traste toda nuestra cosecha. Según apuntan en su comunicado, se trata de un tipo de áfido conocido como ‘bhang’

Como el resto de las más de 250 especies que existen de estos pulgones, como habitualmente se les conoce, la característica principal de estos diminutos insectos, cuyo tamaño oscila entre 1 y 10 milímetros, es que poseen una estructura bucal capaz de atravesar las primeras capas de las plantas y sorber la savia vegetal, lo que provoca un retraso en el crecimiento de las especies que atacan. Además, suelen ser portadores de virus y su acción puede llegar a secar incluso las plantas. En caso de que una planta caiga en manos de estos parásitos, veremos cómo aparecen ciertas deformaciones, surgen abolladuras en sus hojas y en sus flores o se aprecia un decaimiento.

En función de la planta en la que decidan hospedarse, podremos distinguir distintos ciclos de vida. Desde aquellas especies de áfidos monoecias, habituales de una sola planta, hasta las heteroecias, que se trasladan de unas a otras según la época del año. También existen diferencias en cuanto a su forma de reproducción, pues hay pulgones vivíparos y ovíparos, si bien las colonias de ambos suelen ser muy prolíficas en cortos periodos de tiempo. Algo muy pernicioso para los cultivos que atacan.

El áfido ‘bhang’ en el cannabis

Lo primero que debes saber es que, en caso de que tengas la más mínima sospecha o detectes el más leve signo de que alguna de las plantas de tu jardín estuviera infectada, has de actuar cuanto antes y apartar esa cepa del resto del cultivo para así evitar contagios. Si ves que hay indicios de debilitamiento y que las hojas se marchitan y adquieren un color amarillento, todo apunta a que esta plaga se habrá instalado en esa planta. 

Si ocurre (aunque todos esperamos que no haya que lamentar incidencias de este tipo), podrás comenzar a indagar en la planta. Si detectas unos pequeños bichos de color amarillo o verde claro, sin alas y con franjas de otras tonalidades recorriendo todo su cuerpo, ya sabrás el nombre de los inquilinos que se han instalado en tu planta sin avisar.

Esta plaga ya se ha encontrado en plantaciones de Europa, Asia y África, y podría haber cruzado el Atlántico para recalar en territorio estadounidense. Según las informaciones que ha facilitado el Departamento de Agricultura de Oregón, en el cannabis pueden instalarse no solo los pulgones más propios de esta planta, sino también los del lúpulo. La anatomía de unos y otros es distinta, una cualidad que nos permitirá distinguirlos, pero también podremos saber si nos enfrentamos a uno u otro en función de la temporalidad: el áfido del lúpulo tiende a pasar el invierno en plantas como las ciruelas, las cerezas o los melocotones, y en verano regresa para causar estragos en la planta que le da nombre.

¿Qué medidas tomar?

Es primordial que, nada más notar los primeros indicios de que algo no va como debería, tomemos precauciones, pues este tipo de pulgones son muy perniciosos y pueden causar estragos. El control del áfido ‘bhang’ no resulta nada sencillo por dos motivos: tanto por reproducirse muy velozmente, como por su capacidad para desarrollar una poderosa resistencia a los productos que podamos utilizar para aniquilarlos. 

El primer paso para evitar que la plaga de estos diminutos insectos vaya a más es aislar las plantas infectadas y cerciorarnos de que el resto están totalmente limpias. Una vez hecho, las autoridades aconsejan controlar la posible aparición de las hormigas, ya que estos pulgones pueden atraerlas; con su llegada, aumenta el riesgo de que se desarrolle en nuestras plantas el hongo negrilla. Para ello, el ácido bórico y los cebos a base de azúcar pueden convertirse en nuestros mejores aliados. 

Otra precaución que deberemos tomar es no saturar nuestras plantas con demasiados nutrientes, pues tanto los áfidos como otros insectos, como la araña roja, pueden asaltar nuestras cepas motivadas por una excesiva fertilización nitrogenada. Para ello, debemos reducir este tipo de nutrientes a la mínima expresión. 

Si la situación se pone peliaguda tendremos que recurrir al armamento pesado y buscar los pesticidas indicados para combatir este tipo de ataques a nuestras plantas. Sin embargo, aunque el riesgo es mínimo, si no somos partidarios de este tipo de productos por miedo a que afecte a la calidad de nuestro cannabis también podemos recurrir a otros insectos, para que sean ellos los encargados de acabar con estos pulgones. 

En cualquier caso, la clave será no perder la paciencia y atajar el problema siguiendo los procedimientos adecuados. Si alguna medida no surte efecto, hay que pasar a la siguiente hasta dar con la indicada. Debemos tener en cuenta que, a medida que se resuelvan este tipo de plagas, los métodos que utilicen los cannabicultores serán cada vez más efectivos, así como las técnicas con el fin de que prevenir que el áfido ‘bhang’ o cualquier otro insecto asalte nuestro cultivo con intención de acabar con él.