A Hollywood le costó casi su primer siglo de existencia (con gloriosas excepciones) el hacerse a la idea de que a gran parte de la humanidad que conformaba su mercado potencial iba darse gusto con el cannabis. Siguiendo los dictados de los gobiernos occidentales y sus ideólogos, la Meca del Cine se imbuyó de prejuicios y prohibicionismo para estigmatizar a nuestra querida amiga María, pero eso sí, usando sin ambages su embriagador nombre para que el respetable se acercase a la sala a gastarse los cuartos. Recordamos cinco títulos de aquellos años negros.

Marihuana (Dwain Esper, 1936)

De qué va:

Burma es una chica a la que la noche le confunde. Una aciaga noche se encuentra en un antro, en plan tranquileo con unas amigas, con unos chulazos que las invitan a un fiestón en las que prueban la ganja por primera vez. A Burma le da la risa tonta y acaba revolcada en una playa entregándole su flor a su novio. Y claro, las playas las carga el diablo y ella se queda embarazada, tras lo que va a darle la brasa a su chico para que contraigan matrimonio. ¡Que son los años 30 del siglo pasado y hay que guardar las formas, oiga! Desgraciadamente al chaval, que es algo cortito, no se le ocurre otra cosa que pedir trabajo a los pérfidos mafiosos que les pasaron el tema, así que acaba descargando drogas de un barco en el puerto. El pobre, que además de tonto que era gafe, muere de un disparo de la policía en una redada en la nave de los traficantes, lo que provoca el sofoco y huida de Burma, que no tiene otra cosa mejor que hacer que dar a su hijo en adopción, chutarse heroína y ejercer de camella. El final es tan rocambolesco que deja a los de M. Night Shyamalan a la altura del betún. Mejor, verlo, pero os adelantamos que llueven porros.

Donde puedo verla: Dándole aquí.

Marihuana, Assassin of Youth (Elmer Clifton, 1937)

De qué va: Marihuana, asesina de la Juventud, es otro exploitation para adoctrinar sobre los supuestos efectos perniciosos del consumo del cannabis. Empieza con un periodista investigando de la muerte de una ricachona en un accidente de coche, con el objetivo proteger los intereses de su nieta (la rica heredera que no debe faltar en todo folletín) que se ven amenazados por su prima, una traficante de armas tomar. A lo largo de su metraje, el film nos va mostrando la decadencia, la pravedad herética y el libertinaje que la marihuana está produciendo en una ciudad alienada por la violencia y las lúbricas orgías nocturnas.

¿Dónde puedo verla? Aquí.

Marihuana (Leon Klimovsky, 1950)

De qué va: La película argentina abre en tono documental con unas estrambóticas ilustraciones en las que se nos desvela la historia magufa del cannabis. “Hachís, la droga homicida, se llama en América marihuana, y con cada cigarrillo de marihuana la muerte deambula por las calles”. ¡Empezamos bien! El resto es más de andar por casa. Una mujer es asesinada y su marido se embarca en la caza del culpable. El tipo descubre al poco, con horror, que su esposa era fumadora de cannabis, por lo que decide sumirse en el mundo del lumpen. Para conseguir un camuflaje perfecto, decide fumarse unos porritos, pero le gusta tanto la cosa que se busca otra chati para que le saque del hoyo.

Donde puedo verla: En youtube.

Marijuana (Edward Ludwig, 1952)

De qué va: Más conocida como El gran Jim McLain, se trata de film claramente fascistoide, un producto de su tiempo interpretada además por el anticomunista declarado JohnWayne, cuenta la historia de dos miembros del Comité de Actividades Antiamericanas viajan al muy capitalista y turístico Hawai con la misión de investigar y detener a unos rebeldes comunistas.

¿Y dónde está la maría? En el título y basta. Fue titulada así para quitar lastre al tema comunista y que así colase en mercados europeos más progresistas. Para ello convirtieron a los malvados rojos en traficantes de droga mediante cambios en el montaje y el doblaje. Los milagros del cine.

Donde puedo verla: Haciendo clic en este enlace:

Marijuana (Max Miller, 1968)

De qué va: Mediometraje supuestamente educacional narrado por Sonny Bono (sí, ese), que llega a aparecer en pantalla vistiendo un pijama dorado de seda, comienza con una redada de la policía en una pacífica fiesta porreta. Los detenidos van comentando a cámara sus argumentos para fumar cannabis y luego viene el marido de Cher a darnos sus contraargumentos para que los jóvenes norteamericanos no prueben la satánica mandanga. Y mientras tanto, la picadora de carne de Vietnam funcionando a jornada completa.

Donde puedo verla: Enterita, aquí.