El secado y curado de la marihuana es tan importante como el cuidado que recibe la planta durante su crecimiento. Sin embargo, muchos cannabicultores no son conscientes de su trascendencia, por lo que relajan el control en esta parte del proceso. Para evitarlo, muchas compañías se han lanzado a innovar, con el fin de hacer de este momento final de todo cultivo un elemento fundamental, que ayude a una mejora del producto. 

La evolución legislativa en muchos países y las posiciones tomadas por organismos internacionales, como la OMS o la UE, permiten presagiar que en los próximos años el cannabis gozará de una situación legal mucho más permisiva. Este contexto es el caldo de cultivo ideal para la investigación y el desarrollo de innovaciones tecnológicas en esta industria.

De hecho, en los últimos tiempos hemos visto avances para mejorar casi todos los aspectos del cultivo: desde nuevos productos para acabar con plagas, hasta armarios que regulan automáticamente la luz, los nutrientes y el agua. Pero el cuidado del cannabis no acaba con la recolección, sino que es importante mantener el control en los pasos siguientes, especialmente en la fase de curado.

El curado es una parte integral del proceso, pero a menudo no se tiene tan en cuenta como debería. En muchas ocasiones, las ganas de disfrutar hacen que, una vez se recolecta, nos lancemos a fumar sin tener en cuenta algunos aspectos importantes que mejorarían la experiencia. De hecho, un buen proceso de curado es esencial para resaltar los aromas y sabores del cannabis, además de acentuar los terpenos.

Kaamos Inc.: la innovaciòn canadiense

En este sentido, muchas empresas apuestan por desarrollar tecnologías que mejoren los procesos de secado y curado de la marihuana. Una de ellas es la compañía canadiense Kaamos Inc., que utiliza la tecnología patentada PSG Protein Dried, cuya característica fundamental es que la curación se produce gracias a un proceso de deshidratación biológica que mejora el resultado de una forma muy rápida. La máquina retiene las estructuras celulares dentro del material de la planta y requiere poco o ningún calor para proteger las moléculas sensibles a la temperatura durante el proceso de secado.

Esta tecnología permite a los productores obtener una serie de ventajas competitivas de las que aprovecharse, como, por ejemplo, extraer mayores concentraciones de THC y CBD; reducir los tiempos de secado de 14 días a 18 horas o menos, lo que permite un procesamiento más rápido; aumentar el tiempo de conservación de la planta de seis a veinticuatro meses, o reducir los costos en equipamiento y en energía.

Gold Leaf Gardens: una curación lenta

El proyecto de Gold Leaf Gardens, lanzado en Washington, tiene como objetivo lograr un curado del cannabis inspirado en bebidas como el vino o el ‘whisky’. Si estas bebidas mejoran con el tiempo y aumentan su valor, ¿por qué no puede ocurrir lo mismo con el cannabis? 

Los responsables del proyecto afirman que curar la marihuana tiene más en común con el arte que con la ciencia, por lo que, como con los colores, los gustos en esta materia son muy subjetivos: al igual que hay fumadores que sienten predilección por la marihuana que se cura rápidamente, existen aquellos que prefieren una marihuana cuyo proceso de curación ha sido lento y cuidado. Por tanto, están convencidos de que existe un nicho de negocio al que este proyecto quiere llegar. 

Para desarrollar la fórmula, Gold Leaf reservó el 5 % de cada cosecha. Experimentaron tanto con el sabor como con el olor de las diferentes cepas, sometidas a procesos de curación más o menos largos, entre los seis y los doce meses. La principal conclusión alcanzada por los técnicos de este proyecto es que cada variedad de cannabis tiene sus propias características y, por tanto, el resultado difiere considerablemente, con algunas que envejecen peor y con otras a las que el envejecimiento tranquilo les sienta de maravilla.

Yofumo: un método científico para el curado de cannabis

Yofumo es una compañía que tiene su sede en Denver (Colorado). A pesar de ello, su nombre es la unión de dos palabras en castellano, y toda una declaración de intenciones.

La compañía reconoce que se ha avanzado mucho en el ámbito de la curación, gracias a la aplicación de nuevas técnicas y a la posibilidad de aprovechar la tecnología. Según afirma, muy importantes han sido los avances para controlar y extraer datos de forma automatizada a lo largo de todo el proceso de cultivo, para analizarlos e introducir nuevas mejoras de forma constante.

El elemento fundamental de esta tecnología es el agua, ya que, junto con la resina, es el elemento más importante en el proceso de curación. Ello se debe a que, a medida que el agua se mueve a través de la planta, empuja la resina a través de la planta hacia los tricomas.

Al contrario que Gold Leaf Gardens, Yofumo potencia el curado rápido. Por ello, ofrece unidades de curado para productores de cannabis de mediana y gran escala, que reducen el proceso de curado de meses a solo 5 a 7 días. El producto estrella es el Pro + Cure, que se fundamenta en tres perspectivas diferentes; cada una de ellas pone el acento en una cuestión diferente.

El primer enfoque se denomina ‘Plant on self’; es el enfoque más tradicional y se centra en el desarrollo del perfil de terpenos nativo de una cepa, llevándolo al máximo nivel de su potencial expresión genética. El segundo, ‘Plant on plant’, permite que un productor pueda acentuar los aspectos específicos del perfil de terpenos nativo de una cepa dada. El tercero, ‘Natural botanicals’, permite a los cultivadores la capacidad de manipular completamente los perfiles de aroma y sabor de sus cepas con terpenos derivados de forma natural. 

Como puedes observar las posibilidades son muy diversas, y probablemente haya más en el futuro. La industria también avanza en el curado de la marihuana, y debemos estar pendientes a lo que nos presentará en los próximos años.