En Argentina andan buscando al responsable de la desaparición de 540 kilos de cannabis almacenados en un depósito de la Policía de Buenos Aires. Los efectivos encargados de la vigilancia han acusado directamente a los roedores de comerse el que falta. Los funcionarios responsables han sido imputados por la infracción y retirados de su puesto. Y mientras este inverosímil caso da la vuelta al mundo, nosotros nos preguntamos: ¿son estos animales un peligro real para el cannabis?

La noticia se ha hecho viral al poco de conocerse, ha salido en los noticiarios de medio mundo y ha sido objeto de infinidad de memes en internet. Ocho policías argentinos han culpado a las ratas de la desaparición de media tonelada de marihuana de un depósito judicial de 6000 kilos en Buenos Aires. La Justicia del país ha abierto una causa contra ellos, de momento, por no haber cumplido la responsabilidad de custodiar lo que suponían elementos de prueba para un juicio. Pero el caso ha traído miga: ¿lo que dicen es verdad? ¿pueden unas ratas ingerir tal cantidad de cannabis?

La sucesión de hechos

Toda la historia comenzó hace un año, en abril de 2017, cuando el comisario Emilio Portero relevó en su puesto a Javier Specia, responsable de la Delegación Departamental de Pilar (un barrio de Buenos Aires). Como dato curioso, apenas un mes antes Specia había relevado a su vez a otro comisario, llamado Gabriel Schefer. Estas cesiones de mando son importantes en la historia, porque según el procedimiento de rigor en cada traspaso es necesario firmar un llamado ‘recibo del cargo’, lo que viene a ser un inventario de todo lo que un oficial deja en manos de su sucesor.

Cuando a Portero le llegó la relación de su predecesor se dio cuenta de que en el depósito judicial de esta comisaría las cantidades registradas de cannabis no casaban con las del momento de la incautación. El comisario notificó esto a la División de Asuntos Internos de la Policía, y estos llevaron la denuncia al Juzgado Federal. El magistrado al cargo del caso ordenó inspeccionar el depósito y entonces se confirmó la sospecha del denunciante: según el acta de traspaso firmada por Specia, debía haber alrededor de 6000 kilos de marihuana, pero los funcionarios federales solo hallaron 5460.

Entonces, el magistrado citó a los involucrados en la supervisión del depósito, entre los que se encontraban tres comisarios. Todos coincidieron en justificar la desaparición con la misma coartada: la marihuana “había sido comida por las ratas”. Los comisarios fueron imputados por irregularidades en la guarda, pero ahora la Justicia los reclama para tomarles declaración indagatoria en unas semanas y aclarar el caso de la ingesta cannábica por parte de los roedores. Además, todos los implicados han sido retirados de sus puestos hasta llegar a una conclusión, lo que indica que dentro de la policía tampoco dan mucha credibilidad a la coartada de los agentes.

¿Pueden ser los roedores culpables?

Según medios argentinos, la marihuana llevaba más de dos años en el depósito, por lo que se encontraba en sequedad absoluta. Algunos investigadores apuntan a que este podría ser el motivo por el cual la hierba había perdido peso, pero incluso con esta teoría 540 kilos es un volumen demasiado generoso para secarse y desaparecer en dos años. También es una cantidad demasiado ingente para que unas ratas se la hayan zampado sin dejar ningún rastro o prueba.

Los expertos apuntan a que, de haber ocurrido tal ingesta, las ratas habrían muerto,y los funcionarios habrían encontrado cadáveres de los roedores cerca de la escena del crimen. Son muchos los profesionales que están analizando el caso en los medios argentinos; algunos apuntan a que las ratas son muy inteligentes y que por ello nunca podrían haber confundido la marihuana con ningún tipo de alimento. 

De hecho, las ratas tienen su propio ‘modus operandi’ a la hora de probar alimentos dudosos. Consiste en enviar primero a un grupo pequeño de ratas a comer como señuelo; si estas no mueren, al tiempo el resto de roedores se acercan a comer también. Todo esto hace cada vez más irracional la versión de los policías, que siguen sin bajarse de su versión oficial de los hechos.

En 2009, Argentina despenalizó el uso de pequeñas cantidades de marihuana en lugares privados. Asimismo, en 2017 se legalizó el uso de aceites y extractos para usos terapéuticos. Si bien el cannabis medicinal ha avanzado en el país, este tiene de las normativas más restrictivas del Cono Sur, lo que favorece este tipo de delitos relacionados con el mercado negro (de probarse finalmente la culpabilidad de los policías).

Las ratas, una amenaza real… para los cannabicultores

Aunque los expertos en el caso argentino eximan a los roedores de ser una amenaza para nuestras cosechas o cogollos, una plaga de ratas o ratones puede suponer un problema muy serio para un cultivo de cannabis. Se trata de una de las calamidades más complicadas de eliminar y más destructivas. Que no sientan apetito por tus plantas de cannabis no significa que no tengan ganas de probar sus incisivos dientes frontales con cualquier cosa. 

Estos roedores se pasan su existencia mordisqueando todo, lo que incluye material susceptible como cables, instalaciones eléctricas…, una amenaza latente de incendio para cualquier cultivo de interior. Por ello, conviene tener a raya a estos pequeños animales y no permitirles ningún tipo de hueco para entrar en casa. Con este fin, hay que inspeccionar bien todas las grietas, agujeros y rejillas de la casa y adoptar medidas básicas de bricolaje para protegerlas y taparlas. Porque quizás no son capaces de ingerir 540 kilos de cannabis, pero sí de hacernos un buen destrozo en nuestro cultivo de marihuana.