Los cultivos en macetas son los más extendidos por los amantes de la agricultura cannábica. Aportan numerosas ventajas a la planta y hacen que sea mucho más fácil el manejo y control de las cepas. Sin embargo, hay cuestiones que debes tener en cuenta antes de lanzarte a este tipo de cultivo: ¿qué maceta elijo?, ¿de qué material?, ¿qué tierra utilizo?, ¿cómo debo trasplantarla?, ¿cuándo? Te desvelamos todas las respuestas para que tus plantas den el mayor rendimiento posible.

Cuando nos planteamos tener nuestro propio cultivo de marihuana, una de las primeras cuestiones a las que nos enfrentamos es decidir dónde colocaremos nuestras plantas. Tanto si nuestro cultivo estará en exterior como en interior, las macetas son una opción perfecta para tener un mayor control sobre los cuidados. Esto supondrá estar más pendiente de nuestra planta, pero también nos garantizará que nuestro trabajo se vea recompensado con un buen rendimiento.

Además, debemos tener en cuenta que, al igual que con cualquier tipo de planta, la vida del cannabis no transcurrirá completamente en una misma maceta, sino que los cambios de tiestos deberán ir unidos al crecimiento del vegetal. Por eso es importante conocer algunas cuestiones previas antes de comenzar con él.

Cómo seleccionar unas buenas macetas según las necesidades

Dimensión, forma, material… Son algunos de los aspectos para hacernos con unas buenas macetas que nos garanticen que nuestras plantas crezcan fuertes y sanas. Entre la extensa variedad de macetas que nos encontraremos en el mercado, las más destacadas son:

Maceta de plástico cuadrada

Son las más utilizadas por los cultivadores de marihuana. Sus múltiples tamaños y formas son ideales para colocarlos donde mejor te vengan y así aprovechar el espacio destinado al cultivo.

La elección del color, según si nuestro cultivo está en interior o en exterior, será clave. Las macetas blancas nos serán más útiles en la intemperie, ya que la luz del sol rebotará en el color blanco y el sustrato no se calentará tanto como en una maceta negra. Por este motivo, las de colores oscuros son más indicadas para los cultivos interiores.

Macetas redondas con asas

Estos tiestos sirven para la temporada de floración en exterior o las plantas madre en interior. Al ser muy grandes, son ideales para las últimas fases de la planta, donde ya contaremos con un arbusto de buenas dimensiones. También deberás tener en cuenta el color para controlar el efecto de la luz sobre la tierra.

Maceta Aeropot

Estos tiestos tienen una importante particularidad. Están diseñados para que se realice una poda natural de las raíces a través de unos agujeros que están en contacto con el aire. Esto provocará que nuestras plantas de marihuana adquieran un aspecto de arbusto, ya que las raíces no pararán de desarrollarse hasta que ocupen todo el espacio.

Las Aeropot son perfectas para aquellos cultivos que tenemos pensado trasplantar a un huerto exterior, pues conseguiremos plantas más compactas que no destaquen en exceso ante las miradas más indiscretas. También se usan para plantas madre de interior, de donde sacaremos una infinidad de esquejes para futuras matas. 

Es conveniente que en este tipo de macetas riegues poco a poco evitando el borde del tiesto; si no, el agua saldrá por los agujeros que tiene allí para oxigenar la planta.

Maceta especial autofloreciente

Se trata de una maceta idónea para cultivar plantas autoflorecientes de talla grande. Al ser plantas que tardan unos tres meses en crecer y poder sacar al exterior, necesitan una buena cantidad de sustrato para desarrollar la raíz y retener el agua. Con ellas tendremos la capacidad de maceta y de sustrato idóneas para que nuestra planta esté bien nutrida durante todo el día.

Debes tener en cuenta que al comienzo del ciclo de la planta no es necesario que la riegues en exceso. Si la inundamos las raíces no penetrarán bien en la tierra y podremos tener plantas más fuertes y sanas.

Bolsas de cultivo para marihuana

Son las más cómodas de utilizar: una vez que has acabado la cosecha las podrás tirar. Su tamaño es más alto que ancho y su forma es redonda y alargada, ideal para el cultivo en interior, donde podrás tenerlas en un espacio más reducido sin que te molesten. 

De este tipo de bolsas encontrarás todos los tamaños, desde 2,2 litros a 44 litros, lo que te permitirá ir utilizándolas en todo el proceso de crecimiento de la planta.

Macetas de rejilla

Este tipo de macetas están diseñadas para cultivos hidropónicos o aeropónicos, donde las raíces de la planta están sujetas a bolas de arcilla y reciben un riego constante de agua.

También disponibles en diferentes tamaños, las más pequeñas servirán para los esquejeros hidro y aero y en algunos sistemas como el Dutch Pot Hydro, donde en una maceta de mayores dimensiones se pondrán varias pequeñas. Mientras, las macetas de este tipo más grandes se podrán usar en sistemas Amazon de Nutriculture o en el DWC Pot de Neptune. 

Todas ellas son de gran resistencia y de fácil limpieza, lo que te permitirá usarlas más de una vez.

Macetas textiles

Son la gran novedad. Estos tiestos hechos de tela han revolucionado el mercado de las macetas de cannabis. El material del que están hechos permite que la planta respire, lo que garantiza una buena aireación, muy útil para los climas más secos. Además las raíces están en constante poda, lo que supondrá que el crecimiento de nuestra planta no tenga freno. 

Es un sistema parecido al de las macetas Aeropot, con la ventaja de que las macetas de tela se pueden lavar en la lavadora y dejarlas como nuevas para el siguiente uso. Así de cómodo y sencillo.

Indicaciones sobre el sustrato y el abono para macetas

Es recomendable utilizar un tipo de sustrato de tierra enriquecido con nutrientes y superior al que se usa en jardinería clásica. Esto nos permitirá optimizar el cultivo y conseguir mejores resultados con menos esfuerzo.

También podemos usar abonos orgánicos para enriquecer la tierra antes de ser utilizada. Esto permitirá reducir el uso de abonos líquidos a lo largo del cultivo, al ya contar con un sustrato de gran calidad.

De igual modo, son recomendables los abonos minerales, aunque debes saber que estos no serán tan efectivos como los orgánicos. Los abonos químicos solo alimentan a la planta, mientras que los orgánicos nutren tanto a la tierra como a la planta.

Consejos para trasplantar el cannabis en macetas

Una vez tengamos las semillas de cannabis germinadas, un proceso sencillo que podrás ver en el vídeo superior, nos haremos con una maceta de no más de 2 litros para trasplantar nuestra planta. Las más adecuadas van de 0,5 a 1 litro de capacidad. 

Ten en cuenta que un trasplante siempre representa un estrés para la planta, ya que cambia de emplazamiento y debe adaptarse al nuevo lugar. Una forma de reducir este trauma es recrear un espacio exacto al de la maceta anterior, con un sustrato de las mismas propiedades.

Una vez recreado este espacio, realizaremos el trasplante. Para extraer la planta de la maceta le daremos unos leves golpes en los laterales que faciliten que las raíces no quedan enganchadas a las paredes. Tras retirarla, la meteremos con sumo cuidado en la nueva maceta y regaremos los laterales con un poco de agua para que las raíces vayan hacia la humedad y la planta pueda comenzar a sentirse más cómoda en su nuevo hábitat.

Para saber cuándo es el momento de trasplantar nuestra planta, debemos estar atentos a su evolución. Lo más recomendable es hacer el crecimiento en las macetas cuadradas y trasplantando, cada vez que la maceta se llene de raíces, ya sea un cultivo en macetas de 5 litros, 7 litros o 11 litros.

Lo ideal es que nuestra planta aguante en la maceta de 11 litros hasta que llegue el cambio de estación en verano, cuando la planta necesite estar más expuesta a la luz. Es entonces cuando deberá cambiarse a una maceta redonda de 30 litros con un sustrato bien nutrido para conseguir un buen arbusto al terminar la floración.

Aun así, no te preocupes si el tamaño de 30 litros se queda pequeño: siempre podrás utilizar el de 50 litros.

Ventajas de cultivar marihuana en macetas

La principal ventaja de cultivar en macetas es que las podrás transportar fácilmente. Esto proporciona un grado de flexibilidad que cualquier cultivador de marihuana agradece. Por ejemplo, si las plantas las solemos tener en el exterior y llegan días de lluvia o excesivo calor, gracias a las macetas podemos resguardarlas para que sigan desarrollándose sin problema. Dejar las plantas a la intemperie a merced de los bruscos cambios meteorológicos puede ser perjudicial, y el trabajo de cultivo y mimo que hemos invertido en nuestra marihuana durante los últimos meses puede verse arruinado rápidamente.

Igualmente, si cultivas durante una época del año en la que las horas de luz no son óptimas, puedes trasladar tus cepas a una sala con iluminación artificial. Incluso si llegado el momento y tus plantas te molestan en donde las habías puesto en un principio, puedes colocarlas en otro lugar.

Utilizar macetas también te servirá para controlar el tamaño de la marihuana. Solo se desarrollarán según el espacio que el tiesto le permita. Así te garantizas que tu planta no crezca tanto como para que las miradas más indiscretas puedan verla. 

De igual modo, podemos controlar la uniformidad y la calidad del medio de cultivo. Usar el sustrato más adecuado, con el agua conveniente y los fertilizantes que tú decidas. Esto te ayudará a tener un gran control sobre las plagas y bacterias no deseadas, que también están al acecho para arruinar nuestros cultivos.

Inconvenientes de plantar la marihuana en macetas

El control del crecimiento en macetas, que puede ser una gran ventaja, también puede convertirse en un inconveniente. Al verse limitado el crecimiento por la capacidad de la maceta, se reduce la posible cosecha y el estado de salud general de la planta. Aún así, siempre tendrás macetas de gran tamaño para que tus plantas no sufran ningún tipo de problema.

Otro de los riesgos que corres al tener tus plantas en macetas y en el exterior es que algún intruso te las puede robar. Por eso es muy importante el lugar donde las vas a colocar.

Además, este tipo de cultivos conlleva realizar un mantenimiento constante y meticuloso. Por ejemplo, regar es indispensable para que la humedad se mantenga en condiciones óptimas en la maceta.

Aún así, el cultivo en macetas es el más utilizado por los cultivadores de marihuana. Tener un control absoluto sobre los cuidados del cultivo y cambiarlo de lugar según necesidades son grandes ventajas que hacen que cada vez más cultivadores se decanten por esta opción.