Las máquinas expendedoras de cannabis ya están aquí, y parece que han llegado para quedarse. Los grandes pasos hacia la legalización que se están dando en Estados Unidos han hecho que cada vez proliferen más estos distribuidores tecnológicos.

Hace un año hablamos en primera persona de la máquina expendedora de marihuana y hachís que vive en un club de usuarios al oeste de Madrid. La expendedora contaba con un abogado especialista, que le hacía sentirse protegida frente a posibles inconvenientes legales, y también recibía el cariño de 300 socios que consumían lo que encontraban en sus tripas (tanto para fines recreativos como terapéuticos).

Más o menos por la misma fecha, Estados Unidos empezaba a dar una oportunidad a estas máquinas, y ahora son numerosos los estados que apuestan por ellas: desde Arizona a California, Colorado o Washington (el último en sumarse). De momento, son 18 las que operan desde dispensarios médicos, y lo hacen motivadas por una industria cannábica fortalecida con los últimos acontecimientos legales que han tenido lugar en el país.

Ha sido este mes de febrero cuando ha llegado a Washington la primera máquina, perteneciente a la compañía American Green. Se encuentra en un dispensario médico de Seattle, cuyos empleados se encargan de mantenerla llena de productos comestibles de marihuana (como infusiones), pero también de semillas.

Sin embargo ni la ZaZZZ (como la han bautizado) ni cualquiera de las otras máquinas están abiertas al público general. No todo el mundo puede meter en ellas unas monedas y hacerse con la variedad cannábica que elija.

Los usuarios que quieran emplearlas deben demostrar que tienen licencia del club correspondiente para comprar los productos, o que disponen de autorización médica para consumir marihuana medicinal. Si la información de un usuario coincide con la almacenada en la máquina, el cliente puede completar su compra.

La mayor parte de estas expendedoras cuentan con una pantalla táctil para que los usuarios hagan sus pedidos, disfruten de algún videojuego cannábico o consulten información médica o legal para estar al tanto de las últimas novedades del sector.

Evidentemente, no todas las máquinas dispensan los mismos productos, ya que eso depende de lo que esté permitido, regulado y legalizado en cada uno de los estados. El año pasado, Colorado fue el primero en tener su propia máquina de productos cannábicos. Sin embargo, y a diferencia de la de Washington, que vende también semillas, la de Colorado solo distribuye productos comestibles.

Eso sí, en todas los productos han de tener calidad certificada, ser seguros y cumplir las normativas de control gubernamentales. Además, están protegidos por un ambiente con la temperatura óptima que los mantiene frescos.

Además, la compañía American Green está pensando en establecer medidas biométricas de seguridad para poder confirmar la identidad de los usuarios mediante huellas dactilares o análisis del iris, como ha asegurado su presidente, Stephen Shearin.

Las máquinas expendedoras de su marca se encuentran en dispensarios de marihuana medicinal, y solo están disponibles cuando los centros se encuentran abiertos al público y vigilados por un empleado que se encarga de verificar la edad y la identidad de cada persona que entra en el establecimiento.

Para obtener sus productos hay que pagar en efectivo o con Bitcoin, ya que el gobierno federal no permite el uso de tarjetas de crédito o debito para compras de marihuana.

Debido al uso del Bitcoin, y como cada vez el cannabis es más aceptado en el país, son muchas las ‘startups’ que quieren buscar un hueco en el mercado para ser las encargadas de producir las máquinas. ¿Quieres café con toques de THC? ¿Una variedad de Dinafem? ¿Caramelos con toques de marihuana? Paga con criptomonedas y serán tuyos. 

Por otro lado, American Green espera llevar pronto sus máquinas fuera de los dispensarios de marihuana medicinal, cuando la aceptación y el conocimiento sobre los productos vaya creciendo. También espera poder sacarlas del país. Su primer objetivo está en Canadá, aunque allí, y concretamente en Vancouver, ya opera desde hace un año otra máquina de ‘vending’.

Comenzó a hacerlo al mismo tiempo que la primera de Colorado, pero la canadiense no es capaz de identificar al usuario que quiera obtener uno de sus productos. Su tecnología está menos avanzada y solo acepta dinero en efectivo.

Greg Patrick, portavoz del fabricante de ZaZZZ, opina que la situación actual es “histórica”, sobre todo en Estados Unidos. Cree que las empresas relacionadas con la marihuana están haciendo las cosas bien, respetando la ley, y añade que los consumidores y enfermos llevan mucho tiempo soñando con el aperturismo y con el fin de la prohibición por lo que cree esta es “en una etapa que no volverá a repetirse” y que hay que aprovechar.

¿Llegarán las máquinas expendedoras a otros países? El tiempo lo dirá, aunque parece que, más que una cuestión de futuro, es una cuestión de presente. 

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Con información de Dinafem.org, Americangreen.com, App.newmediawire.com, Theguardian.com, Nbcnews.com, Rt.com y Dailydot.com