¿Alguna vez habías oído hablar del cannabis negro? Se trata de genéticas muy raras y singulares; aunque con coloraciones oscuras, el negro solo aparece bajo ciertas condiciones ambientales. Hacemos una recopilación de las variedades semillas de marihuana más lúgubres del cannabis y os contamos cuáles son los trucos para que estas mantengan su extraño color tizón.

A través de los foros cannábicos hemos visto todo tipo de mutaciones y variedades extrañas, como la marihuana albina o el cannabis ‘pies de pato’. Entre la colección de leyendas cannábicas también se ha hecho famosa la de la marihuana negra, un cannabis oscuro como el carbón, desde las hojas a los cogollos. Como en toda historia de este tipo, hay informaciones contradictorias, ciertas exageraciones y trucos de cannabicultor de primera. ¿Existe, por lo tanto, este tipo de variedades? En realidad sí: gracias a sucesiones genéticas únicas, se pueden ver cepas completamente tiznadas de negro, pero también gracias a ciertas condiciones que potencian dicho color.

¿Por qué algunas plantas oscurecen?

Los cambios de color de las plantas dependen en gran medida del clima. Por ejemplo, las plantas de cannabis cultivadas en climas cálidos y mediterráneos tienden a tener un color verde más brillante y nítido. Las plantas de marihuana cultivadas en climas más fríos, en cambio, suelen producir compuestos químicos que las vuelven más azulonas y moradas; en definitiva, más oscuras.

Los compuestos culpables de tal fenómeno son las antocianinas, que actúan como anticongelante natural para la marihuana. Este anticongelante ayuda a la planta a retener el agua que se escapa de las hojas en forma de cristales de hielo. Cuanto más frío sea el clima de crecimiento para la planta, más antocianina habrá desarrollado. Otros investigadores apuntan a que las antocianinas podrían ser una especie de barrera solar para la planta: protege a las hojas de ciertas intensidades de luz y le facilita así la absorción de otros tipos de luz, como son las longitudes de luz azul y verde.

Sea como fuere, estos pigmentos que se hallan en las células vegetales otorgan ese color rojo, púrpura o azul en frutos como las cerezas, las moras o los arándanos. En la marihuana las antocianinas aparecen a veces en respuesta a ciertos tipos de estrés; por eso, cuando hay sequía, el cannabis puede teñirse de un color más morado que verde.

También es probable que este color atraiga a ciertos polinizadores mientras disuade a otras tantas plagas. Al igual que el resto de flores, las del cannabis son capaces de producir una amplia gama de tonalidades para relacionarse con su entorno. Al final, todas estas teorías sugieren que la producción de antocianinas ayuda a la plantas a adaptarse mejor y sobrevivir a ciertos ecosistemas.

Pero si la antocianina provoca colores púrpuras, entonces ¿dónde entra la leyenda negra en esta historia? Bueno, la antocianina también se encuentra en plantas como el arroz negro, la berenjena y los tomates negros. Esto significa que cuanto más antocianina tenga una planta más oscuro se volverá el color, mientras que cuanto menos tenga se volverá más rojiza.

Entre genética y condiciones ambientales

Las condiciones ambientales y la genética interactúan entre sí para regular el color. Los climas fríos estimulan a las plantas para crear más antocianina, aunque algunas cepas son más capaces de crear este compuesto que otras. Por ejemplo, hay algunas variedades, las denominadas cepas Black, que producen hojas y brotes de color morado oscuro, cercano al negro, en casi cualquier entorno

Entre los cruces que hay con cepas Black, los más famosos son Black Haze Auto, Black Diesel, Black Domina, Black Jack y Black Widow. Según la teoría, este tipo de cepas descienden de una genética que tiene un fenotipo recesivo que les permite convertir la glucosa en antocianinas. Estos híbridos pueden generar una amplia gama de colores, desde morado hasta rojizos. Para que su descendencia permanezca con esos tonos oscuros, necesitarían heredar el gen recesivo de cada planta madre.

Sin embargo, el pH también juega un papel muy importante en la aparición de los colores provocados por las antocianinas, determinando si el color es más claro (hacia el rojo) o más oscuro (casi negro). Las plantas de cannabis suelen preferir los suelos que son un poco más ácidos, y cuanto más ácida sea la tierra, más rojas serán las plantas. Los colores oscuros y morados aparecen cuando el sustrato tiene un pH más neutro.

¿Qué significa esto? Pues que una vez tengamos una cepa Black, si queremos sacarle todo su potencial oscuro debemos mantener el pH en un punto superior al rango óptimo, que es de 5,8 a 6,8 en la escala de pH. Seguramente los autores de las fotos de marihuana negra como el tizón que andan por la red no hayan desvelado su secreto, pero con toda probabilidad hayan utilizado el truco del pH para conseguir esos tonos tan asombrosos.

¿Pega más fuerte el cannabis negro?

Toda variedad de marihuana rara que entra por lo ojos también suscita sus dudas en cuanto a sabor y potencia. Aquí hay que cortar la fantasía: el color de las plantas de cannabis no contribuye de ninguna manera a esta última. Hay un poco de mito acerca de que las variedades negras son muy psicodélicas, pero puede que algunas de las variedades antes citadas con fenotipos negros hayan sido criadas para producir altas cantidades de THC. Aunque esto tiene más que ver con su origen Indica, que es más propio de climas fríos y de ahí el color morado, que de las antocianinas.

 

Sin embargo, aunque las antocianinas no afecten a los niveles de THC, estos compuestos sí que aportan varios beneficios antioxidantes, antiinflamatorios y antienvejecimiento, y de protección contra enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Asimismo, ayudan a mejorar la memoria. Al final, la marihuana negra no hace tanto honor a su nombre y resulta una variedad bastante saludable dentro del maravilloso universo cannábico.