Trasplantar una planta de marihuana es un paso bien sencillo que sin embargo puede bloquear a los ‘cannacultores’ más noveles. Ahora que nuestras pequeñas ya han germinado, el siguiente movimiento será el de cambiarlas de recipiente a una maceta más grande.  

Trasplantar vamos a trasplantar; el tema es cómo, cuándo y por qué de todo ello dependerá el resultado final de nuestra cosecha. Lo que buscamos es proporcionarle al sistema radicular de la planta más espacio para que se desarrolle y permita a la parte superior pegar el estirón. No queremos causarle traumas. Cero traumas. Por tanto aquí van unos consejos que esperamos que os sirvan.

1. El porqué de la preparación

Imagen de Foro chumajek

Lo primero de todo es asegurar el nuevo espacio. El tamaño de la maceta dependerá de tus expectativas. Cuanto más espacio para las raíces, más grande será la planta. Si lo que buscas es un plantón deberás hacer dos trasplantes. Si no tienes suficiente espacio lo ideal es que compres una maceta de entre 15 y 20 litros.

Pon arlita o piedras en el fondo de la maceta para que faciliten el drenaje y prevengan los hongos. Rellena el recipiente con más o menos un 80 por ciento de la tierra recomendada, 20 por ciento de humus de lombriz, medio kilo de guano de murciélago y algún tipo de abono orgánico de liberación lenta. Deja un espacio cúbico para la nueva residente de tan fértil morada.

 

2. Cuándo

Imagen de boards.cannabis.com

Este post está pensado para trasplantar a las tres semanas aproximadamente desde la germinación de la planta, cuando alcanza una altura de entre 15 y 20 centímetros y ya ha desarrollado los tres primeros pares de hojas reales. Sin embargo, ten en cuenta para futuros trasplantes que una vez que la planta entra en período de floración, las raíces apenas se desarrollan más, por lo que es inútil cambiarla de lugar.

El sol directo puede dañar las raíces por lo que es recomendable realizar el trasplante por la tarde. Además, así dejarás que la planta se recupere durante la noche. Aun así, procura que no le dé un sol muy fuerte durante los dos días siguientes. Mantenla en un lugar ligeramente sombreado durante ese tiempo.

3. Cómo

Imagen de Wikihow

La metodología es muy fácil. Pon la palma de la mano sobre la tierra del recipiente pequeño de modo que el tallo de la plantita quede entre el dedo índice y el corazón. Voltea el recipiente y dale unos toquecitos para que caiga todo bien compacto. Cuanto menos toques las raíces mejor. Dale la vuelta e introdúcela en la maceta grande. No riegues antes de hacerlo porque se desmoronará. Hazlo cuando la tierra esté seca y en bloque y riega una vez terminado el trasvase. También puedes añadir un estimulador de raíces para que arraiguen más pronto. Si has añadido todo lo mencionado anteriormente, no abones en 2 o 3 semanas ya que no queremos sobrefertilizarla.

Ya está. Fácil y sencillo, para toda la familia.

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