La planta de marihuana necesita crecer en unas condiciones muy específicas de humedad y temperatura para que podamos obtener una cosecha abundante. Por ello, es importante que durante su desarrollo estemos muy pendientes de estos dos factores. En el siguiente post te explicamos cuáles son los niveles ideales de medición en cada momento y las claves necesarias para conseguirlos.

La temperatura y la humedad para el cultivo de marihuana varían según la etapa de la vida de la planta. Por ejemplo, la germinación o la clonación requieren mayor temperatura y humedad que el crecimiento vegetativo o la floración. Para dominar el arte del cultivo de marihuana, determinar el entorno adecuado en el momento adecuado es un ingrediente esencial para el éxito.

También es importante diferenciar entre las temperaturas más adecuadas para las horas de luz y las de oscuridad. Como norma general, la diferencia de temperatura entre ambos periodos, claridad y oscuridad, no debe estar por encima de los 10 °C. Una oscilación superior podría estresar a la planta y no dejar que se desarrolle como es debido.

Infraestructura y equipamiento necesario

Una de las primeras cuestiones que nos debe preocupar es que, más allá de buscar un espacio con capacidad o un sistema lumínico, también será preciso habilitar aquel para que la temperatura, la humedad y la ventilación sean las más adecuadas.

Hoy en día, controlar estos parámetros resulta sencillo gracias a los múltiples aparatos que encontramos en el mercado. De momento, para medir adecuadamente la temperatura y la humedad necesitarás un termohigrómetro. Es mejor invertir en uno digital que pueda brindarte lecturas en tiempo real, así como los máximos y mínimos. Para aumentar el calor, necesitarás un calefactor y para reducirlo, necesitarás un sistema de extracción, de ventilación o de aire acondicionado, dependiendo del tamaño del espacio.

Se pueden emplear también un humidificador y un deshumidificador para aumentar y reducir las tasas de humedad.

Germinación (5-10 días) y clonación (1-2 semanas)

Debido a que tanto las semillas como los esquejes de cannabis prosperan mejor en condiciones cálidas con alta humedad, los pequeños invernaderos con cúpulas de plástico transparente funcionan bien. En condiciones más frescas, se puede colocar una pequeña manta térmica debajo de las bandejas para mantener una temperatura óptima de 24 - 26 ºC, y una humedad relativa de 75 - 85 %. Los clones o semillas germinadas que se dejan enfriar o secar morirán bastante rápido. Demasiada humedad (más del 90 %) también puede causar moho y podredumbre, por lo tanto, abrir los orificios en la cúpula transparente permitirá que circule el aire para jugar con ambos rangos.

Etapa vegetativa (3-16 semanas)

La mejor temperatura durante la etapa de crecimiento es 20 - 25 ºC cuando las luces están encendidas durante el "día", y no más de 10 grados menos en la "noche", con una humedad relativa del 45 - 55 %. Si nuestro cannabis está por debajo de los 20 °C durante el periodo de luz, el metabolismo se ralentiza. Además, a partir de los 15 o 16 °C se bloquea la fotosíntesis y su desarrollo se frena. Del mismo modo, si la temperatura durante la noche desciende por debajo de los 10 °C, la planta crecerá más lentamente y su rendimiento no será tan abundante.

La etapa de floración (8-11 semanas)

La mejor temperatura durante la etapa de floración es de 19 - 24 ºC durante el día y no más de 10 grados menos por la noche. Si estás añadiendo CO2, las temperaturas diurnas pueden elevarse hasta los 27 ºC más o menos. A esa temperatura su metabolismo se acelera y la planta consume más agua, fertilizantes y CO2. Durante la floración, debes reducir la humedad relativa a 35 - 45 % e incluso más baja (30 %) durante las últimas semanas antes de la cosecha. Esto te ayudará a evitar problemas con hongos como el oídio o el mildiú.

Secado y Curado (1 semana-6 meses)

La temperatura ideal para una sala de secado es entre 19-24 ºC y la humedad entre 45-55 % en una habitación oscura y bien ventilada. Los cannabinoides, terpenos y flavonoides pueden liberarse y evaporarse a temperaturas superiores a 27 ºC, disminuyendo el aroma, el sabor y la potencia de los cogollos.

Ten en cuenta que las plantas emitirán una gran cantidad de humedad a medida que se sequen. Es importante extraer el aire húmedo y mantener el aire circulando en la habitación sin tener ventiladores que soplen directamente sobre las ramas colgantes, lo que puede secarlas prematuramente y provocar un sabor desagradable.

Dentro de 6 a 10 días, las ramas deberían romperse en lugar de doblarse y los cogollos deberían sentirse secos en el exterior.

Este es el momento de cortar los cogollos y ponerlos en frascos herméticos de vidrio para comenzar el proceso de curado, que puede extenderse varios meses. Cura tus cogollos en un lugar fresco (20-22 ºC) y oscuro. Durante la primera semana, abre los recipientes varias veces al día y deja que las flores "respiren" durante unos minutos. Esto permite que la humedad se escape y repone el oxígeno dentro del frasco. Mantén la humedad en el interior de los tarros del 60 % al 65 %.

El cannabis estará totalmente curado cuando su humedad esté entre el 8 % y el 10 % y cuando esté seco, crujiente y esponjoso al mismo tiempo.