No hace mucho tiempo, el jefe de SpaceX, Elon Musk, apareció fumando marihuana en el podcast de Joe Rogan, ‘The Joe Rogan Experience’. Ahora, este visionario emprendedor irá un poco más lejos: su compañía de cohetes llevará cannabis a la Estación Espacial Internacional (EEI) como parte de un experimento para determinar la mutación de especies vegetales en condiciones de microgravedad.

Aunque será SpaceX (la empresa de transporte aeroespacial fundada en 2002 por Elon Musk) quien haga de mensajero, realmente es Front Range Biosciences, una empresa de biotecnología agrícola, la que acaba de anunciar que enviará cultivos celulares de la planta de cáñamo a la Estación Espacial Internacional en un viaje de reabastecimiento en marzo de 2020.

El propósito del proyecto, que se desarrolla en colaboración con SpaceCells USA Inc. y BioServe Space Technologies en la Universidad de Colorado, es ver si estas células vegetales desarrollan o no mutaciones genéticas. La compañía también enviará plantas de café.

En total se enviarán más de 480 cultivos celulares a la Estación Espacial Internacional, donde estarán sujetos a factores ambientales como la exposición a la radiación solar y la gravedad cero. El objetivo es determinar cómo evolucionarán las plantas en esas condiciones específicas, para ver cómo la planta de cáñamo se desarrolla en el espacio.

Esta es una información muy útil para el propósito del proyecto, que no es otro que determinar cómo diseñar genéticamente plantas capaces de crecer en regiones afectadas por el cambio climático. El año pasado, por ejemplo, Front Range se asoció con una compañía de café para crear cultivos de esta planta que puedan adaptarse al sur de California, después de que los agricultores de países como Colombia se hayan visto muy afectados por el aumento de las temperaturas y la reducción de la luz solar en la región.

Saber exactamente cómo cambia el ADN según el entorno de una planta tan adaptativa como el cáñamo podría ser el primer paso hacia la ingeniería genética de otras plantas capaces de prosperar en regiones que pueden haber sufrido cambios similares. “Hay una gran oportunidad para llevar al mercado nuevos quimiotipos, así como plantas que puedan adaptarse mejor a las condiciones de sequía o de frío", dijo Peter McCullagh, CEO de SpaceCells, en un comunicado de prensa. "Esperamos demostrar a través de estas y otras misiones que podemos adaptar el suministro de alimentos al cambio climático".

Esto es especialmente importante si tenemos en cuenta que algunos expertos ya han propuesto al cáñamo como un protagonista imprescindible para combatir el cambio climático, ya que la planta es rápida creciendo, rentable en sus múltiples usos y, sobre todo, biodegradable. El equipo espera realizar futuros experimentos en los que los astronautas puedan cultivar plantas de cáñamo en diferentes puntos de su ciclo de crecimiento.