La legendaria revista abre su archivo con motivo del confinamiento por el coronavirus. Te contamos la épica historia de 'High Times' y de su fundador, el malogrado Tom Forçade.

El verano de 1974 empezó a circular en el circuito ‘underground’ de Nueva York y Los Ángeles el primer número de la revista ‘High Times’, en cuya portada aparecía una mujer salivando ante lo que parece ser una seta mágica. En realidad, aquel primer número pretendía ser el único sobre un tema que, en principio, no daba para mucho: la vindicación de la marihuana y otras sustancias ilegales.

Aquel primer número, que tan solo quería ser «una broma, un escupitajo en el ojo de la Mayoría Silenciosa», incluía una entrevista con una mujer traficante y un artículo titulado “Marihuana, la droga maravillosa”.

La cabecera de ‘High Times’ imitaba la de ‘Playboy’ y, al igual que ésta, también incluía un póster central con la “belleza” del mes, pero en lugar de ser una jamona era una planta de marihuana. La idea, decíamos, era sacar un solo número, echar unas risas y a otra cosa.

Pero sucedió que la broma se le fue de las manos a su fundador, el periodista y activista Tom Forçade, y al poco tiempo, en 1977, vendía medio millón de ejemplares mensuales, superando a ‘Rolling Stone’. No es fácil calibrar el influjo que ha tenido la publicación en la contracultura norteamericana en sus 46 años de vida.

En una entrevista improvisada que Gabrielle Schang-Forcade, esposa y casi viuda de Tom Forcade, le realizó en 1978, tres semanas antes de su muerte, el fundador de ‘High Times’ consideraba que aquel legendario primer número «no fue difícil. Lo realmente difícil es el último número. Eres tan bueno como tu último número».

El “último número” de Tom Forçade fue en noviembre de 1978, cuatro años y medio después del lanzamiento de ‘High Times’. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar: la revista creció, se convirtió en un emporio y, más tarde, en el mascarón de proa de un ‘lobby’ que abriría el camino a la despenalización del cannabis en Norteamérica y, poco a poco, en el resto del mundo, el sueño húmedo de Forçade y sus compinches cuatro décadas antes.

Además de su condición de activista y fumeta, Forçade también fue un notorio traficante de marihuana. Se cuenta que la revista se fundó con las ganancias obtenidas del trapicheo, y nunca faltó un guiño a los camellos, auténticos héroes que «se atrevían a disfrutar y hacer disfrutar de una forma pacífica e inocua».

Por las páginas de ‘Hight Times’ desfilaron escritores de la talla de William S. Burroughts, Charles Bukowski, Tom Robbins, Paul Bowles o Aldous Huxley.

Ahora, 46 años después de su fundación y en plena crisis del coronavirus, ‘High Times’ abre gratuitamente su espléndido archivo para que podamos zambullirnos en sus pósters centrales y sus audaces artículos envueltos en el aroma dulzón de un porro de buen hachís… o lo que surja. Como decía Forçade en aquella entrevista, «nunca he conocido una droga que no me gustara». Amén.

Aquí puedes registrarte hasta el 20 de mayo para acceder al archivo de ‘High Times’.