Toallas calientes, masajes, baños relajantes, agua de pepino… todo ello combinado con las bondades de la marihuana puede resultar una bendición para el cuerpo y el espíritu. Las lociones, cremas y otros productos de belleza elaborados a partir de cáñamo no son nada nuevo para muchos. Sin embargo, no existen tantos espacios legales dedicados a los cuidados cannábicos. En Estados Unidos se acaba de solicitar la primera licencia legal a nivel estatal para un spa de estas características. Repasamos cuáles son los tratamientos más idóneos para la salud física y la relajación mental, que no tardarán mucho en aplicarse en centros especializados.

En esta sociedad, el estrés y la ansiedad están a la orden del día. Muchos sueñan con tener un fin de semana libre para escaparse a un spa y darse un homenaje relajando cuerpo y mente. Otros, en cambio, están deseando que acabe la jornada laboral o llegue el viernes para encenderse un canuto recostado sobre el sofá. Aunar estos dos conceptos en un mismo espacio, es decir, en un spa cannábico, puede sonar a sumun del goce y la relajación, pero es que además supone una combinación idónea para aplicar tratamientos medicinales basados en la marihuana.

Si bien es cierto que desde hace años existen muchas empresas dedicadas a elaborar cosméticos y ungüentos derivados de la marihuana, también es verdad que no hay demasiados centros especializados donde se apliquen de forma profesional estos tratamientos cannábicos. Estados Unidos, cada día con la legislación más a favor de la comunidad, es el territorio experimental donde algunas empresas pioneras han empezado a ofrecer este tipo de servicios. El último proyecto que ha llamado la atención ha sido el de la creación del Utopia All Natural Wellness Spa and Lounge, en la ciudad de Denver (Colorado), que sería a ojos de la ley federal el primer spa cannábico de Estados Unidos.

La ciudad de Denver siempre ha marcado el ritmo en este campo. Hace unos años otra empresa de la ciudad, el centro de masajes LoDo, comenzó a trabajar con lociones y cremas infusionadas con THC y CBD, los dos principales cannabinoides de la marihuana. Se trataba de uno de los estudios de masajes pioneros en hacerlo. Otros centros de la ciudad quizás no contaban con el beneplácito del dueño, pero dejaban que sus clientes llevaran lociones cannábicas a las sesiones de terapia, en lugar de ofrecerlas desde el centro.

El proyecto de Utopia consiste en transformar una histórica mansión victoriana de la ciudad en un centro de masajes, yoga y baños, donde además los clientes puedan consumir cannabis. Esto quiere decir que no solo se van a aplicar tratamientos tópicos a base de la planta, sino que los clientes podrán vapearla o fumarla a su gusto en las instalaciones. 

La fundadora y CEO de Utopia, Cindy Sovine, quiere que el cannabis sea el elemento central. “Además de las actividades propias del spa, los huéspedes podrán ir a la cafetería y tomar café con leche con cannabidiol (CBD), probar algún comestible de marihuana o incluso comprar ropa hecha a partir de cáñamo”, explica Sovine. Todo esto en un espacio donde se fumará sin límites, algo inédito hasta el momento en el país y cuya aprobación (prevista para dentro de unas semanas) tiene en vilo a la comunidad cannábica norteamericana.

Sesiones desestresantes con cannabis

Los nuevos spas cannábicos contarán con métodos y tratamientos que son mano de santo para muchos que ya los practican. Por ejemplo el ‘ganja-yoga’, otra forma de hacer yoga que se está haciendo muy popular al otro lado del charco. Sus seguidores aseguran que el cannabis ayuda a abrir la mente y eliminar barreras mentales, algo muy necesario en esta actividad. Con la marihuana la meditación es más profunda, se anula la competitividad entre compañeros y el dolor y la inflamación se reducen, por lo que la parte física también se ve beneficiada. 

No hay necesidad de inhalar o ingerir el cannabis para beneficiarnos de sus poderes ocultos. En China y Egipto, nuestros antepasados ya preparaban ungüentos y lociones para calmar el dolor muscular o problemas de piel. Hoy son muchísimos los terapeutas que avalan la eficacia de los preparados con CBD para hacer masajes, una alternativa más atractiva que el hielo para los pacientes a fin de obtener un efecto antinflamatorio. Los pacientes no se sentirán colocados en estos masajes, pero sí notarán sus músculos relajarse y sus dolores desaparecer.

Además de los músculos y el dolor, el cannabis es un remedio ancestral para problemas de la piel. Gran parte de los clientes o pacientes de un spa acude por problemas dermatológicos; para ellos, los tratamientos y lociones derivados del cáñamo pueden ser todo un descubrimiento. El cáñamo tiene propiedades curativas gracias a las cantidades de ácido linoleico que contiene, muy beneficiosas para la piel. No solo fortalece el cutis y tiene beneficios antienvejecimiento, sino que ayuda a mejorar la psoriasis, la heridas, el acné y otras lesiones de la piel. 

Del empuje restaurador de la marihuana podemos beneficiarnos haciendo un tratamiento con cremas… o preparando un baño. Entre las nuevas tendencias en belleza en Estados Unidos está el baño de hachís, que consiste en añadir a una bañera caliente bolsas con marihuana, lavanda, camomila, sales de baño, etc. Imaginaros esto mismo en un spa, como si fuesen enormes tazas de té humeantes en las que uno se introduce para hallar la paz, y ya de paso salir con la piel como nueva.

A todo esto habría que sumar la reciente moda de las tinturas, unos extractos concentrados de marihuana que evocan la esencia de cada cepa de marihuana. En un buen spa cannábico no puede faltar una sesión de aromaterapia, tan curativa para la mente como relajante para el cuerpo, y ahí las tinturas son imprescindibles. 

En definitiva, existen tantos beneficios del cannabis asociados a distintos tratamientos aplicables en un spa comercial que parece mentira que aún no se haya desarrollado en plenitud esta industria. Esperemos que 2018 sea el año definitivo para los retiros cannábicos en busca del bienestar.