Son los mayores de la casa. Posiblemente nunca te hayas parado a pensar que podrían consumir marihuana. Sí, pueden y deberían probarlo por los innumerables beneficios que la planta tiene para ellos. No solo tirarían a la basura un buen número de fármacos de todo tipo sino que, además, prevendrían amenazas como el alzhéimer, reducirían los dolores y aliviarían problemas como el glaucoma.

Pensar que los mayores de la casa puedan guardar un poco de marihuana en el bolsillo del pantalón hará gracia a más de uno. Sin embargo, es un hecho que cada vez un mayor número de personas de más de 65 años consumen cannabis como una solución terapéutica a sus problemas, tanto fumado como a base de aceites, vapores o tópicos. Al final la edad pasa factura y trae con ella los conocidos achaques y enfermedades que nadie desea padecer. ¿Te has parado a pensar por qué los más ancianos de la familia pueden interesarse por el cannabis?

En un primer momento puede deberse a una cuestión de edad. Está demostrado que el pueblo más longevo del mundo lo es, precisamente, por basar su dieta en semillas de cáñamo. Según los expertos esto es posible gracias a los antioxidantes que posee la planta y que reducen el riesgo, también, de padecer cáncer y diabetes. Sus ácidos grasos y sus vitaminas combaten los virus y mantienen el cerebro sano. ¿Qué más motivos deberían considerarse para consumirlo, no solo entre personas mayores, sino también entre los jóvenes?

Con este podría bastar pero hay muchos otros. Llegando a cierta edad muchas personas sufren todo tipo de dolores que acaban convirtiéndose en crónicos. Esto no solo provoca daños físicos sino también psicológicos, por el desgaste que sufre la persona al mantener el problema a lo largo del tiempo. Para estas personas uno de los mayores inconvenientes está en combinar todo tipo de analgésicos con antidepresivos a fin de obtener algún tipo de resultado.

Sin embargo, está más que demostrado que el cannabis tiene tres propiedades efectivas contra el dolor. Primero, es analgésico (y muy natural): activa algunos receptores del sistema endocannabinoide que interfieren en la señalización del dolor (tanto en el cerebro como en la médula espinal) haciendo que se reduzca o cese. Segundo, relaja los músculos de las zonas afectadas. Y tercero, causa euforia para que la persona pueda comer y dormir mejor, por lo que mejora su respuesta emocional al dolor. Cada vez son más las personas mayores que utilizan la hierba en este tipo de casos.

El cannabis también se usa para luchar contra el glaucoma, otra de las patologías más evidentes que surgen cuando la edad avanza. Se caracteriza por el aumento de la presión intraocular (PIO), por falta de drenaje del humor acuoso y por una pérdida de las fibras nerviosas que provocan un cambio en la apariencia del órgano. Se ha demostrado que la planta ayuda a reducir los niveles de la PIO durante un periodo de 3 o 4 horas después de haberla consumido en cualquier variante. No es un tratamiento definitivo para la enfermedad pero sí un gran alivio para quien la padece.

Tener más años también implica tener más experiencia. A veces lo pasado, lo vivido y los recuerdos negativos nos afectan a posteriori. Es en ese momento cuando aparece el estrés postraumático, el mismo que sufren las estrellas del deporte o los veteranos de guerra después de toda una vida de tensión. En los últimos años se ha demostrado que el THC es una opción para resolver este tipo de patología. En numerosos pacientes ha reducido o hecho desaparecer las pesadillas, ha aumentado las horas del sueño y ha mejorado la calidad de vida de los consumidores.

Además, también disminuye la posibilidad de experimentar una y otra vez los sucesos traumáticos durante el día. Una vez más, el consumo del cannabis haría que pudieran dejarse de lado fármacos con fuertes efectos secundarios para el individuo y que, más que solucionar el problema, lo aparcan hasta más adelante.

También ayuda a combatir la ansiedad, una enfermedad que aparece especialmente entre los mayores, aunque también hay casos de jóvenes. Son numerosos los testimonios de personas que aseguran que fuman marihuana porque, de lo contrario, sus días serían muy grises.

La hierba tiene potentes efectos relajantes y calmantes que hacen que el usuario vea la vida de manera más positiva y se reduzcan las malas sensaciones que pueda estar experimentando. Tomarla supone eliminar tratamientos más nocivos que dejan a la persona aislada del mundo, durmiendo todo el día y sin ganas de interactuar con los demás.

Por otro lado, recientes estudios científicos han descubierto que esta hierba tiene importantes propiedades para reparar huesos en mal estado y fracturados. Según investigadores de la Universidad de Tel Aviv, el cannabis hace que sanen con mayor rapidez, a la vez que se vuelven más fuertes y menos propensos a nuevas roturas. Supone, por tanto, un buen aliado contra los problemas de la edad. Las roturas de cadera tan frecuentes entre nuestros mayores podrían pasar a la historia si el tratamiento cannábico se generalizara.

También sirve a quienes sufren esclerosis múltiple (EM), una enfermedad que rara vez se manifiesta antes de los 15 años y después de los 60 pero que, cuando tiene lugar, altera la vida de cualquiera que la sufre, pues sus efectos se agravan con la edad y el paso del tiempo. La marihuana ayuda a esta enfermedad por sus efectos antinflamatorios, antiespasmódicos, antidepresivos y contra las molestias abdominales. Por otra parte, la esclerosis múltiple provoca estreñimiento e incontinencia fecal que son contrarrestados por el cannabis.

Por otra parte, ¿quién no animaría a su abuelo a consumir cannabis sabiendo que los cannabinoides previenen el alzhéimer? Es una de las enfermedades más comunes entre personas de avanzada edad, la misma que borra los recuerdos de toda una vida y que podría frenarse gracias a esta planta. Lo que ocurre es que el THC reduce los niveles de una proteína muy vinculada a la aparición de la enfermedad, por lo que algunos expertos consideran que consumir marihuana desde edades tempranas podría prevenir su aparición.

Esto está estrechamente ligado a la diabetes, una de las enfermedades que fomenta la aparición del alzhéimer. Se sabe que la hierba puede regular el nivel de azúcar en el cuerpo humano y en el cerebro, controlando e impidiendo la aparición de esa diabetes y, con ello, reduciendo el riesgo de sufrir alzhéimer.

Muchos ancianos ya han probado la eficacia de la planta. Otros suelen ser más reacios a consumirla, por los estigmas que la rodean desde hace años y porque se trata de un sector de edad que prefiere no probar alternativas muy novedosas. Sin embargo, este tratamiento eliminaría de golpe muchos medicamentos en los armarios de ancianos. El cannabis puede ser la solución a esta tendencia y un aliado para una mejor calidad de vida de nuestros mayores.