¿Te encuentras sin trabajo? Imagina apuntarte a la oficina de empleo y que dentro de las profesiones seleccionables estuviesen todo tipo de trabajos relacionados con la marihuana. Quizás este supuesto sea algo utópico incluso en las tierras de Colorado. No decimos nada en España.  

Entonces imagina entrar en portales específicos donde buscar empleos cannábicos. Estos portales ya existen en EE.UU y uno de los perfiles más demandados es el de catador de maría. Sí, has leído bien. Un editor especializado y varios catadores fue lo que buscó el periódico Denver Post hace un año, cuando decidió abrir su sección dedicada a esta industria y la publicación especializada The Cannabist. Desde entonces, muchos de los expertos catadores, que obviamente ya existían por esos lares, han conseguido regularizar su pasión y transformarla en un modo de vida legal. Han conseguido trabajo como catador de marihuana.

El catador de marihuana es una persona normal y corriente con una vida normal y corriente que como Jake Browne rehusa los misticismos. El artículo 'La vida de un crítico de marihuana, con notas cítricas' del New York Times ha compartido con los lectores de medio mundo la rutina de este joven norteamericano, que explica así la reacción que provoca en la gente cuando confiesa su profesión. "La gente normalmente me dice, tío, tienes el mejor trabajo del mundo. Eso o que si puedo mandarles marihuana por correo, en el caso de los que viven fuera de Colorado".

Browne entró en el mundo cannábico casi de rebote. Nacido en Iowa, primero probó suerte como modelo masculino y tras ver que no le llevaba a ninguna parte decidió emigrar a Colorado. Allí sirvió mesas y atendió barras durante algunos años, hasta que entró a trabajar como ayudante en un dispensario de marihuana medicinal (la recreativa todavía no estaba legalizada). Tampoco es que le fascinase fumar, pero el lado comercial del asunto le atrapó. Pasó a ser el director de marketing y el general manager de la empresa, abrió un blog e inició un negocio de venta de productos online con su pareja. Desde hace un año es el catador del Denver Post, uno de ellos, y según el New Tork Times, el primer catador de marihuana oficial de Estados Unidos.

 

Su trabajo consiste específicamente en hacer una cata de una variedad de marihuana a la semana. Para ello su día comienza examinando un cogollo en busca de restos de moho, degradación u otras cosas no deseables. También analiza el olor, el sabor y la apariencia. A continuación introduce el cogollo en su pipa de cristal y le da varias caladas. Solo dos, dice, para considerar la combustión, el primer impacto y las sensaciones posteriores.

Los efectos son tan dispares como variedades de marihuana existen en el mercado. La mayoría de ellas, en la actualidad, son híbridos con mayor porcentaje de índica o sativa. Sin embargo, para un conoisseur o conocedor experto, las diferencias son mucho más sutiles. "La gente subestima el cannabis", explica Browne. "Igual que tú no entras en un restaurante y pides solo vino, la gente busca una variedad de marihuana en concreto con unas características concretas".

Y es que este mundillo está lleno de sutilezas y adjetivos extravagantes. Un colocón o high puede ser eléctrico o que te pegue al sofá, couchlocking. Así como el sabor de una variedad, según sus terpenos, puede llevar trazas de pino, de cítricos, de gasolina, de almizcle, de lavanda, de tierra y de muchos más.

Browne proporciona toda esta información e incluso se permite licencias literarias para estimular la imaginación del lector. Recientemente escribió algo así como "los olores a goma y pimienta dominan la jarra como si contuviese un ejército de soldaditos verdes de plástico montando un cirio". También informa al lector sobre la procedencia de la hierba, si se cultivó de manera orgánica, los productos químicos que lleva, el dispensario donde la compró e incluso el hambre que le da y lo que se come luego.

Sin embargo, aunque el New York Times le califique como el primer crítico de marihuana de EE.UU., los expertos llevan años compartiendo su sabiduría en publicaciones especializadas, libros y copas cannábicas. Uno de los más conocidos es Danny Danko, el editor de la revista High Times. Esta publicación tiene ya un recorrido de 40 años mientras que su copa cannábica cuenta con 26 ediciones. Todo un icono.

Danko entró en el mundillo de la forma más corriente, fumando marihuana. Según cuenta en esta entrevista en Soho, se ganaba la vida vendiendo marihuana en Nueva York hasta que entró a trabajar en una tienda de ropa de cáñamo para luego llegar a la revista High Times. Según él, para ser un buen catador de marihuana lo que hace falta es probar y probar, como hace un sumiller de vino. "A mí me gustan las sativas eléctricas, creativas, energizantes, edificantes, alentadoras..." Adjetivos no le faltan.

Danny Danko es el perfil tradicional del experto que nace de la pasión por fumar y cultivar marihuana, mientras que Jake Browne, y con esto quizás el NYT tenga razón, es un perfil de experto que se ha creado por las demandas de la industria del cannabis medicinal y posteriormente el recreativo. En España desgraciadamente todavía tendremos que esperar un poco para dedicarnos a este tipo de profesiones. Esperemos que no mucho.