En 1924, al poeta ruso Iván Novikov le dedicó un poema al cannabis. El texto, bellamente ilustrado aparece en el libro educativo 'Kopotiel.Kopotielka' (algo así como “María, Mariita”) publicado en la URSS en 1926. Y es que, en la primera mitad del siglo XX, la estrella roja y la hoja de esta planta formaron una peculiar alianza.

El cáñamo jugó un importante papel en la cultura rusa y en las otras repúblicas de la extinta Unión Soviética. Más allá del uso ritual milenario de diversas culturas chamánicas del Caucaso, la estepa y Siberia, el cáñamo era usado desde el Volga hasta el estrecho de Bering para muchas distintas aplicaciones, desde construir casas a materiales diversos materiales textiles. El inmenso territorio que ocupa hoy Rusia fue en parte explorado gracias a los cabos y velas para la navegación fluvial o marítima elaborados con la fibra canábica.

Tan solo tres años antes de la Revolución de Octubre, un informe del Departamento de Agricultura de EEUU de 1914 ya dejaba clara la importancia de este cultivo en el país más grande del mundo.

El cáñamo se cultiva en la mayor parte de Rusia, y es uno de los principales cultivos en las provincias de Orel, Kursk, Samara, Smolensk, Tula, Voronezh y Polonia. Se cultivan dos tipos distintos: el de cáñamo de fibra alta y el de cáñamo corto de Manchuria. Sin duda hay muchas variedades locales en distritos aislados donde hay un pequeño intercambio de semillas. El cultivo es más bien crudamente cultivado, sin intento de selección o mejora de semillas, y las plantas son generalmente más cortas y más gruesas que el cáñamo cultivado en Kentucky. El cáñamo corto de semillas oleaginosas, de unos 30 centímetros de alto, que contiene racimos compactos de semillas y que madura en 60 a 90 días, es de poco valor para la producción de fibra, pero las plantas experimentales cultivadas a partir de semillas importadas de Rusia indican que puede ser valioso como un cultivo de semillas oleaginosas para ser cosechado y triturado de la misma manera que el lino. “


Fuente de la Amistad Internacional. Parque VDNKh (Moscú)

Poemas en el fomento estatal de la plantación de Cannabis

No es de extrañar, pues, que una vez los bolcheviques tomaron el poder, no se abandonase el cultivo de esta planta. Además, se fomentó. La estrella roja se aliaba con la hoja de ganja, en pos de la revolución mundial y entre los múltiples carteles de propaganda soviética aparecían algunos destinados a reforzar la moral de los cultivadores.

 
“¡Incrementa la producción de cáñamo. Usa al famoso cultivador Khripunov como ejemplo!

Esta búsqueda de la mejora de las cosechas, imaginamos, fue el origen del libro de edición estatal 'Kopotiel.Kopotielka', en el que se hacían recomendaciones a los agricultores y se destacaban todas las virtudes del cáñamo. En el primer capítulo de este volumen es en el que se incluye el tierno poema de Novikov:

María, Maríita

También mariita

tiene su cunita:

en la tierra sedosa

se acuesta gustosa.

 

Los granos casi pegados

en un «cojín» colocados

muy derechos,

enseñando los costados redondos y estrechos.

 

Silenciosamente como a la camita

se acostará la mariita,

la cubrirá cautelosa

la propia tierra sedosa.

 

No sirve tierra cualquiera,

tiene que ser de primera:

rica en nutrientes

con cosechas patentes.

 

Sirve para todo, camarada

En el capítulo siete del libro, encontramos otro texto poético en que se comentan las diversas aplicaciones del cáñamo, desde su uso inmobiliario hasta su empleo en la navegación.

Falacias

[…]

Cuando casas construyen,

a maría la incluyen

para tapar las grietas…

Parece que hacen con ella otras cosas concretas:

el látigo, las riendas, los arreos y una simple cuerda…

¡Qué esta habilidad no se pierda!

 

Una vez vino un marinero

que sirvió de mensajero:

no te lo puedes ni imaginar,

que con mariita te puedes tropezar

en cualquier lado. En los barcos es la soga para atar

Y las velas enormes para navegar.

(Traducción de Valeria Kiselova Savrasova)

Cáñamo para el proletariado

El plan de fomento del cultivo del cannabis fue un éxito. En su etapa de mayor auge (finales de los años 30), según el blog North Naturals, existían en el país más de 28.000 hectáreas dedicadas a este tipo de plantación. Las zonas de mayor producción eran Ucrania y las regiones fronterizas de la URSS con Polonia. Hubo seis agricultores homenajeados como Héroes del Trabajo. Cuatro de ellos se dedicaban al cáñamo.

Medallas al consumo y granjas de María dedicadas a próceres de la patria

Sí, Héroes del Trabajo por cultivar cáñamo. En la URSS había insignias, premios y condecoraciones para todo. Existía también una para el mejor cosechador del cáñamo.

Algunas granjas colectivas (koljoses) recibían el nombre de destacados políticos rusos como Molotov (ministro de exteriores de Stalin) y al mismísimo Lenin. También se llevaba a los niños de la URSS a visitar las granjas.


Cartel bielorruso de 1953 en el que se informa que el koljós ‘Molotov’, situado en la región de Brest obtuvo más de 40.000 rublos (una fortuna para la época) de beneficio por cada hectárea de cáñamo.

¿Y qué pasó entonces?

La marihuana nunca fue usada como droga regularmente en la URSS, a excepción de en sus repúblicas más “exóticas”, en Asia Central. La gran mayoría de la población prefería de hecho el vodka para liberarse del trabajo en las fábricas y el frío. El alcoholismo era el verdadero campo de batalla de las autoridades rusas. Al menos hasta finales de los 60, cuando según Ministry of Cannabis, alguno hippies rusos interesados por las experiencias psicotrópicas occidentales se fijó en el cáñamo como algo más que una planta con la que alimentar a los animales o hacer bonitas cestas. De hecho, hasta 1974 la posesión de drogas para uso personal no era delito. Si la intención era la de traficar con ella, entonces ya estábamos hablando de otra cosa muy distinta y podías pasarte unas vacaciones en Siberia en camiseta de tirantes.

A mediados de la década de los 70, el Soviet Supremo lanzó una represiva campaña legal que, por ejemplo, se establecían penas de hasta tres años de cárcel por llevar cualquier tipo de estupefaciente encima, menos el vodka, claro.

Desde el 2006, llevar encima menos de seis gramos de marihuana conlleva una sanción administrativa. El cáñamo se sigue cultivando en Rusia, en versiones híbridas con bajo nivel en THC que el gobierno apoya, pero si hoy se te ocurre publicar un poema infantil sobre el cannabis, es bastante seguro que recibirás, pero ni medallas ni un título de héroe del trabajo.


Breve documental propagandístico soviético sobre el cultivo del cáñamo.

------ 

Traducción del poema: Valeria Kiselova Savrasova