Tenía 13 años y, desde temprana edad, esta niña de Colorado se convirtió en un soplo de esperanza para el tratamiento de enfermedades con cannabis medicinal, ayudando a cambiar las percepciones negativas asociadas a esta planta. Falleció por complicaciones respiratorias relacionadas con el coronavirus COVID-19.

Charlotte parecía síndrome de Dravet, una forma rara y grave de epilepsia por la que sufría hasta 300 ataques semanales. Después de que sus padres probaran sin éxito distintos tratamientos, se trasladaron a Colorado y recurrieron al aceite de marihuana medicinal de una cepa de bajo contenido en THC y alto porcentaje de CBD.

Su tratamiento con CBD fue todo un éxito, pasando a experimentar solo una o dos convulsiones al mes. Charlotte incluso pudo caminar, hablar y jugar como otros niños, convirtiéndose en uno de los principales iconos del cannabis medicinal e inspirando un movimiento revolucionario para legitimar el cannabis como una opción terapéutica, incluso para los más pequeños. Si se confirman los análisis, Figi sería la persona más joven en morir en Colorado en relación con el COVID-19.

Su historia de lucha y superación propició el desarrollo de ‘Charlotte's Web’ (‘la telaraña de Carlota’), una variedad particular de cannabis rica en CBD para fines medicinales hibridada por los Stanley Brothers, un negocio de marihuana en Colorado con los que los padres de Charlotte crearon Realm of Caring Foundation, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a aquellos que no pueden pagar la marihuana medicinal a obtener acceso a posibles tratamientos.

Así, lo que comenzó como una lucha particular, se convirtió en la de miles de familias norteamericanas en un viaje hacia un tratamiento efectivo para muchas enfermedades graves de sus hijos.

Gracias a su historia, en 2014 varios estados legalizaron el CBD y/o el cannabis medicinal; y el cáñamo, que puede usarse para producir CBD, fue eliminado de la Ley de Sustancias Controladas. Cuatro años después, el Congreso norteamericano aprobó un proyecto de ley que legalizaba el cáñamo industrial. Y en junio de 2018, Epidiolex se convirtió en el primer medicamento que contiene CBD en recibir la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) para tratar las convulsiones infantiles.

El año pasado, a la edad de 12 años, Charlotte incluso se convirtió en la primera niña en aparecer en la portada de la revista ‘High Times’. También fue objeto del documental ‘Weed del Dr. Sanjay Gupta, corresponsal médico jefe de CNN. "Charlotte cambió el mundo. Ciertamente cambió mi mundo y mi mente. Me abrió los ojos a la posibilidad de que el cannabis sea una medicina legítima", escribió Gupta en su homenaje a Charlotte.

“Tu trabajo está hecho, Charlotte; y ahora puedes descansar sabiendo que dejas un lugar mejor", también escribió Realm of Caring a modo de epitafio.

Algunos viajes son largos y suaves. Y otros son cortos, conmovedores y están destinados a revolucionar el mundo. Tal fue el camino elegido por esta pequeña niña con una forma rara de epilepsia llamada síndrome de Dravet, que se convirtió en un punto de inflexión en el movimiento del cannabis medicinal.