Son mujeres, jóvenes y con ganas de labrarse un buen futuro en la floreciente industria de la marihuana. Tiempo atrás les resultaba difícil salir del armario y enfrentarse a su realidad: la de consumidoras, cultivadoras y, a la vez, la de mujeres empresarias que quieren hacerse un hueco en un mundo hasta hace poco solo para hombres. 

Allá por 1988, Estados Unidos aprobaba la Ley Contra el Abuso de Drogas, una medida extrema que llevó a muchos activistas cannábicos a unirse en un movimiento de protesta para pedir libertad en el ámbito de la marihuana. A pesar de la iniciativa, quienes habitualmente consumían y cultivaban lo hacían con cautela. La mayor parte de ellos, por aquel entonces, eran hombres. Incluso, en 2012, la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y sobre la Salud de EEUU informaba de que los hombres tenían casi un 50% más de probabilidades de fumar marihuana que las mujeres.

Ahora las cosas parecen estar cambiando. La situación de mayor permisividad, la legalización del cannabis en algunos estados y su incipiente debate en parlamentos de muchos países del mundo, hacen que cada vez más mujeres salgan del armario sin tapujos para aceptar en público que consumen marihuana.

No obstante, según un estudio de investigación llevado a cabo precisamente por una mujer, Karen Autugs, y centrado en la zona de California, aún son pocas las féminas que se animan a participar en la industria del cannabis de aquel lugar. El estudio determina que casi todas las transacciones comerciales de marihuana entre 2013 y 2014 fueron impulsadas por hombres. “Es raro que las mujeres se animen a establecer y mantener sus propias operaciones cannábicas”.

La escasez de participación femenina en esta industria va más allá de California. Incluso en lugares como Colorado, donde la situación es más abierta, existe – o al menos existía hasta hace unos meses – cierto reparo femenino en dar pasos firmes y visibles en el sector. Pero algo está cambiando.

Mujeres con nombre propio

En la actualidad, muchas mujeres con nombre propio comienzan a ser líderes en este ámbito. ¿Ejemplos? Desde Julie Dooley, que ha creado Julieandkate.com, una compañía que elabora y comercializa productos saludables derivados de la marihuana; hasta Jessica Billingsley y Amy Poinsett, que impulsaron Mjfreeway.com, una empresa que desarrolla distintos tipos de 'software' relacionados con el sector cannábico.

También forma parte de este grupo de pioneras la microbióloga Genifer Murray, fundadora de CannLabs.com, un laboratorio de pruebas que tiene el objetivo de analizar el estado de las cepas y de los productos de marihuana que llegan a su sede. Kristi Kelly, por su parte, está detrás de Goodmedsnetwork.com, con lo que dirige varias tiendas y cultivos de interior. Mientras tanto, Meg Collins es directora de Cannabisalliance.org, un punto de encuentro para gente centrada en los negocios de la marihuana para uso recreativo y en pacientes de marihuana medicinal.

Pero, más allá de la creación de empresas también hay vida, por lo que se hace inevitable destacar a una de las primeras y más notables activistas de la marihuana. Su nombre es Diane Förnbacher, es escritora y dirige la revista ‘Ladybud’, dedicada a asuntos femeninos relacionados con esta hierba. También es parte del consejo de gobierno de ‘NORML Alianza de Mujeres’, que se anuncia como una organización a nivel nacional que ha estado luchando en contra de la prohibición del cannabis desde hace años.

La exitosa explosión de féminas en el entorno cannábico ha sido posible, en parte, gracias a la acción de otra mujer, Jane West, y a su proyecto ‘Enter Women Grow’. Se trata de una nueva organización que pretende hacer todo lo posible por lograr que los nuevos mentores de la industria floreciente del cannabis sean mujeres, porque cree que “hay una gran cantidad de jóvenes profesionales dispuestas a entrar en ella”.

Esta organización nace con varios objetivos. Por un lado, generar una nueva y amigable imagen de la industria vinculada a la mujer y, por otro, fomentar el liderazgo femenino y alentar a cada vez más mujeres para que compren marihuana y participen en la cultura que la rodea.

Christie Lunsford es una de las pocas mujeres que desde hace años se dedican al ámbito de la marihuana medicinal (desde antes de 2010). Vive en Denver y está acostumbrada a ser la única entre muchos hombres en las reuniones sobre cannabis terapéutico. Estos días, y gracias a la iniciativa de West, asiste también a las reuniones sobre la industria del cannabis pensadas solo para mujeres. Ella, y más de dos docenas de mujeres más con edades comprendidas entre los 20 y los 60 años, están abriendo tiendas propias, desarrollando productos y líneas de comestibles, creando 'software' para la industria y tomando la iniciativa en los laboratorios que tratan las cepas.

Según Jane West es algo que tenía que pasar porque cree que es necesaria la voz de las mujeres en esta industria. “Por eso las estamos alentando a salir de la nada y hacerse visibles”. Y es algo que parece estar consiguiendo, al menos en Colorado, donde las leyes aprobadas recientemente lo hacen más sencillo.

“Las mujeres han sido siempre utilizadas como accesorios para la industria con la intención de atraer a los hombres, pero eso no va a ocurrir más. Ahora nosotras también estamos diciéndole al mundo que disfrutamos del cannabis”, comenta Olivia Mannix quien, junto con Jennifer DeFalco, han impulsado ‘Cannabrand’, una empresa de comercialización de marihuana con una estética muy personal teñida de un ligero color rosa.

Otro ejemplo de este cambio lo protagonizan incluso breeders femeninas, como Karyn Wagner, la creadora de una cepa de marihuana que ella misma define como afrodisiaca y que está pensada especialmente para mujeres. Su invención se llama 'Sexxpot' y tiene solo un 14% de THC, pues la intención es que produzca un efecto sensual y psicológico. Su lema reza que son "las flores que ella quiere de verdad".

Según Wagner, que es miembro de la American Nurses Association Cannabis, las mujeres necesitan menos niveles de THC que los hombres, de ahí que 'Sexxpot' sea ideal para ellas. Además, la planta ayuda a regular el sistema endocannabinoide del cuerpo y a recuperar el equilibro hormonal sin dejar de lado sus propiedades terapéuticas.

Esta nueva situación, donde incluso las mujeres se lanzan a diseñar cepas específicas para ellas, es fruto de una gran evolución en el mundo femenino de la marihuana que coincide en el tiempo con su regularización sistemática en algunos puntos concretos del planeta. Genifer Murray, CEO de Cannlabs, afirma que esta es una nueva industria en la que las mujeres tienen una gran ocasión para destacar. “Hay muchas oportunidades aquí, ¿por qué no van a estar destinadas a las mujeres?”, se pregunta. La marihuana tiene, cada vez más, nombre femenino.