Se le tiene en alta consideración por sus efectos terapéuticos, y se nombra tanto que no escapa de mucha desinformación y mitos sobre sus usos. Cáñamo, sistema endocannabinoide… Son muchos los conceptos a su alrededor que hay que cambiar. Algún bulo ha sido incluso rebatido por científicos: se ha llegado a decir que se convierte en tetrahidrocannabinol en el aparato digestivo.

Que si es muy potente, que si te deja grogui… ¿Estamos hablando del tetrahidrocannabinol? No, del CBD, el cannabinoide de la marihuana que se lleva la fama por sus efectos medicinales. Pero muchas afirmaciones no son del todo ciertas: a pesar de sus bondades terapéuticas, sobre él circulan muchos mitos. Hoy recorremos todas esas ideas para desmontarlas.

El CBD estimula el sistema endocannabinoide

Se cree que el CBD y el THC funcionan de la misma manera sobre el sistema endocannabinoide, una parte del cuerpo humano que regula el dolor o el placer. Sin embargo, no es así. El THC llega a los receptores endocannabinoides CB1 y CB2, los activa y, por ejemplo, eleva la glucosa en sangre y con ello la sensación de hambre. Sin embargo, el CBD ‘pasa’ de ellos y, en cambio, hace descender los efectos del tetrahidrocannabinol, como su psicoactividad, y los equilibra. Además, hace que no se descomponga la anandamida, una molécula que genera felicidad y que, esta sí, está conectada con los receptores cannabinoides.

El CBD del cáñamo y el del cannabis no tienen la misma calidad 

No es exactamente así. En realidad, haría falta mucha más cantidad de cáñamo para obtener la misma cantidad de CBD que de una planta de marihuana. Por ello, para aprovecharse de sus beneficios puede ser mejor cultivar variedades ricas en CBD. Sin embargo, no hay problema en confiar en los productos derivados del cáñamo, como los aceites, aunque hay que leer bien el etiquetado, con el fin de no consumir aquellos que llevan componentes extraños. Normalmente, estos artículos se producen en laboratorios especializados que cuidan todos los procesos y, como hemos dicho, para tener los mismos efectos que el CBD de la marihuana utilizan una mayor cantidad de cáñamo industrial.

Hablando del aceite de cáñamo CBD, por internet también circula el rumor de que es psicoactivo. Y nada más lejos de la realidad. La explicación es muy sencilla: la planta seca de cáñamo tiene no más de un 0,2 % de THC, de acuerdo a la legislación en muchos lugares del planeta. Se cree que el mito puede tener varios orígenes; entre ellos, el prejuicio de que todos los productos derivados del cannabis y el cáñamo tienen efectos psicoactivos y una posible confusión con otras extracciones líquidas.

Un poco de CBD es suficientemente para sentir sus efectos

Unas caladas, un poco de aceite, un comestible… y a empezar a sentir sus beneficios de manera más potente que el THC. Por desgracia, no es así: dependerá de la constitución de cada persona y de sus necesidades.

Existen médicos que para algunos tratamientos, si no se usa una variedad con THC, prefieren incrementar la dosis de cannabidiol. Así, en algunos estudios sobre los efectos del CBD en la ansiedad o la esquizofrenia se han utilizado dosis de varios centenares de miligramos; sin embargo, a algunos pacientes les ha bastado con 2 miligramos o un par de caladas para empezar a sentir sus efectos.

El CBD es sedante

Este mito surgió debido a algunos estudios erróneos del pasado que ya han sido corregidos. En concreto, hacían referencia a aquellos preparados donde el cannabidiol era mayoritario. Sin embargo, como se ha sabido luego, el CBD elimina el efecto sedante del (este sí) THC e incluso reduce el colocón que provoca. Así, el CBD tiene más que ver con un efecto de despertar que de dormir.

Lo que también es verdad es que algunas variedades con alto contenido en CBD cuentan asimismo con una gran cantidad de mircenoun terpeno cuyos efectos son relajantes y sedativos. Sin embargo, al no suceder en todas (entre las que tienen un nivel más alto se encuentran la White Widow y El Niño), no hay que tomar el mito del que hablábamos como verdad indiscutible. Así, si te produce somnolencia, ya sabes a quién echar la culpa.

El CBD tiene todo el poder medicinal

Ni muchísimo menos. Aunque el THC destaca por su poder psicoactivo, también puede servir para ayudar a pacientes en muy variados síntomas. Muchos estudios han demostrado que el THC tiene propiedades medicinales a la hora de controlar las náuseas y la ansiedad o de reducir las inflamaciones. Además de esto, hay otros cannabinoides terapéuticos menos conocidos, como el cannabinol o CBN, que ayuda a conciliar el sueño.

El CBD no provoca efectos mentales

Y si el THC también es medicinal, ¿significa que el CBD puede ser psicoactivo? No exactamente. Si bien no llega a producir los mismos efectos cerebrales que el tetrahidrocannabinol, no hay que obviar que genera ciertos cambios en la mente que ayudan de manera terapéutica, como en tratamientos para la ansiedad o la depresión, sin llegar a los colocones del tetrahidrocannabinol en cualquiera de sus formas. Por ser más claros, el CBD no intoxica como sí hace el THC en algunos malos viajes. 

El CBD se transforma en THC en el interior del cuerpo

Uno de los mitos que más boquiabiertos nos han dejado. En 2016, un artículo sugería que el CBD se transformaba en THC en el tracto digestivo. Cannabis and Cannabinoid Research lo rebatió apoyándose en estudios que habían analizado la sangre de numerosos consumidores de dosis muy variadas, de varios miligramos a hasta un gramo de CBD al día, y en ningún caso se habían visto restos de THC. Esta transformación sí se puede dar en un laboratorio, pero nunca se ha visto con las enzimas del interior de un ser humano.

El CBD es peligroso para los niños

Y sabiendo sus efectos beneficiosos y que no se transforma en THC psicoactivo, nos despedimos con otro mito: que el aceite de CBD puede ser perjudicial para los más pequeños. De momento no se ha demostrado que provoque algún daño en ellos. Es más, la variedad Charlotte’s Web, con un alto contenido en cannabidiol, fue diseñada para ayudar a una niña llamada Charlotte Figi que sufría numerosos ataques epilépticos. Existen, además, muchas investigaciones sobre las bondades de la marihuana en niños que sufren esta enfermedad, así que solo podemos rendirnos una vez más ante este cannabinoide.