Las microdosis son pequeñas tomas de cannabis vía vaporizador, comestibles o cremas tópicas en las que no se percibe que estamos tomando marihuana, pero el interior de nuestro cuerpo sí que siente sus efectos, antes, durante y después de la práctica deportiva. Unos cuantos miligramos de THC o CBD ayudan a mejorar el rendimiento o la concentración o a aliviar los dolores musculares tras el entrenamiento.

Un pequeño ‘toque’ y a notar los resultados. El cannabis, que ayuda a relajarse, a soportar el dolor o a viajar a un mundo piscoactivo, también puede servir para mejorar el rendimiento deportivo. Y no hace falta una gran cantidad para empezar a sentir esto último: son numerosos los usuarios que han compartido en internet sus opiniones sobre cómo las microdosis de marihuana les han servido para aguantar o mejorar sus tiempos. También, algunos estudios han hablado sobre las bondades de la planta en relación con la práctica de alguna modalidad de deporte.

Las microdosis de cannabis ayudan a calmar los dolores durante un entrenamiento más fuerte de lo normal, por ejemplo, y tienen la cantidad perfecta para no caer en sus efectos psicoactivos, sufrir un mal viaje o dar luego positivo en cannabis. Atletas como Brock Cannon, vegano y participante en competiciones de alta resistencia, han contado su experiencia con estas microdosis.

A Cannon le habían ofrecido probar marihuana en algunas ocasiones, pero no la tomaba porque creía que iba a afectar a su rendimiento. En verano de 2016 decidió hacer ‘running’ por las montañas de Salt Lake City. Corría a diario, en ocasiones hasta ocho horas. En esas cuestas tan pronunciadas sufrían su espalda, sus rodillas o sus pies. La mezcla de agua e ibuprofeno no aliviaban el dolor de cada mañana, y tras dos meses y 30 montañas recorridas, pensó que tantas pastillas no serían buenas para su cuerpo. 

Un amigo cercano le contó que él usaba un vaporizador para calmar su dolor crónico de espalda. “Vi cuán sutil era y cómo el uso del vaporizador no dañaba sus pulmones”, relata Brock. Tanto es así que decidió imitarlo, usándolo tras cada carrera. “Noté que me calmaba, descendía el dolor y la hinchazón y me ayudaba a dormir mejor sin espasmos musculares. Era increíble pasar de seis a ocho ibuprofenos cada día a solo unas pocas caladas de vaporizador cada noche”. Desde ese verano, ha usado microdosis en forma de comestibles para ayudarle en el entrenamiento, recuperación y mejora como ultracorredor. 

Él recomienda comenzar con dosis de 2,5 a 5 miligramos de THC y esperar a comprobar cómo se siente el cuerpo, recordando que en el caso de los comestibles los plenos efectos se empiezan a sentir entre los 30 y los 120 minutos. Además, advierte que, si nos someten a test antidopaje, deberíamos comprobar si dicho THC, por su componente psicoactivo, o incluso el CBD pueden penalizar en las pruebas.

Entre otros beneficios que ha obtenido con las pequeñas cantidades de cannabis, sean ingeridas o en vaporizador, son la eliminación de los dolores punzantes en la rodilla (“¡me encogía con cada paso!”), una mejora en la concentración y menos náuseas, algo muy común entre los ultracorredores.

Cómo tomar microdosis de cannabis

Los deportistas que quieran aprovecharse de las ventajas del cannabis deben seguir el ejemplo de Cannon. Para tomar pequeñas dosis, lo mejor es imitarlo y servirse de un vaporizador o de comestibles de cannabis. Si las variedades usadas tienen THC y se consumen antes o durante la práctica, el tetrahidrocannabinol activará el sistema endocannabinoide y con él se sentirá un subidón que animará a seguir adelante.

La ventaja del vaporizador es que el cannabis no entra en combustión en él, como sí sucede con los cigarrillos, por lo que no entran componentes perjudiciales en los pulmones y el resto del organismo. Por su parte, los comestibles son una buena opción para aquellas personas que todavía recelan de la marihuana, pero el THC ingerido de esta manera puede permanecer en el cuerpo más tiempo o ser más potente, por lo que habría que tener cuidado.

¿Y cuáles son las mejores variedades para las microdosis? El THC en su justa medida es atractivo, pero hay expertos que recomiendan las Sativas dominantes con CBD, ya que permiten concentrarse y dar energía para continuar con la práctica deportiva. Conforme se compruebe cuán bien el cuerpo responde a esas microdosis, se pueden aumentar. 

Por último, si decidimos usar el cannabis después del entrenamiento, las dosificaciones se pueden usar para calmar el dolor. Para ello, se puede aplicar una crema rica en CBD o tomar algo vía oral.

Lo que dice la ciencia sobre el cannabis y el deporte

Los científicos también han estudiado las bondades de la marihuana y el deporte, con el fin de darnos motivos para pasarnos a estas pequeñas monodosis. Una investigación publicada en ‘Sports Medicine’ concluyó que la marihuana ayudaba a relajarse antes o después de competir, hacía descender la ansiedad y mejoraba el bienestar. En caso de que quisiéramos conciliar el sueño y descansar bien antes de una competición, también sería recomendable consumir.

Mientras tanto, otro informe del ‘Journal of the American Medical Association’ apuntaba que el cannabis ayudaba a mejorar la capacidad pulmonar. Esto es ideal para corredores, nadadores y otros deportistas que deben usar todo el oxígeno posible y no quedar sin aliento.

Por otra parte, el cannabinoide THCV ayuda a la quema de grasas de manera más rápida y con ello a la consecuente pérdida de peso, uno de los objetivos de muchas personas cuando practican deporte.

El único caso en el que el consumo de microdosis de marihuana antes de una competición sería perjudicial (dejando a un lado las normas antidopaje establecidas) es si temiéramos que nuestra coordinación se pudiera ver afectada. Si no es nuestro caso (el consumo habitual también nos dirá si nos afecta o no), podemos combinar el cannabis con una saludable forma de mejorar nuestra experiencia deportiva; y, encima, nos ayudará a recuperarnos del esfuerzo realizado.