Ser padre de un niño con problemas de salud es una situación que nadie desearía para sí mismo. Por eso muchos padres creen que el cannabis terapéutico puede desempeñar un papel esencial para que las enfermedades de los niños remitan e, incluso, se eliminen los efectos secundarios provocados por los medicamentos que toman habitualmente. Sin embargo, solo algunos tienen la oportunidad de medicarse con cannabis medicinal.

Esta es la historia de diez niños de distintas partes del mundo, que consiguieron tratar su enfermedad gracias a la marihuana medicinal y a encontrarse en alguno de los pocos países que apuestan por utilizar tratamientos de este tipo con menores:

Charlotte Figi

Su caso fue uno de los primeros en conocerse a nivel mediático mundial. Sufría hasta 300 ataques epilépticos a la semana provocados por el Síndrome de Dravet que padece y que le impedía hablar, comer y caminar. Incluso su corazón se había parado en varias ocasiones. Sus padres consiguieron proporcionarle el aceite de cannabis necesario para que esos ataques se redujeran en un 99%. El producto ha dado nombre a la cepa que necesitaba consumir: ‘Charlotte's Web’, que hoy sirve de medicamento para otros niños gracias a la plataforma ‘Realm of Caring’.

Allie Swann

Con catorce años, Allie Swann sufría ataques similares a los de Charlotte, llegando a tener hasta 100 en un mismo día. Fue sometida a complicados tratamientos, le tuvieron que extirpar una parte del cerebro y se veía obligada a consumir todo tipo de medicamentos que la debilitaban. Sus padres decidieron que la única solución era viajar a Colorado, junto con otras 115 familias, para probar la cepa que había ayudado a Figi. La familia de Swann asegura que la mejoría de su hija fue inimaginable. 

Jayden David

El pequeño Jayden también padece el Síndrome de Dravet. Antes de tomar aceite de marihuana no caminaba ni comía alimentos sólidos, necesitaba ayuda para ir al servicio, tomaba hasta 22 pastillas al día y tuvo que acudir al hospital en ambulancia hasta en 44 ocasiones. “Pasaba el día con dolor, sufrimiento y llorando”, comenta su padre. Ahora, y gracias a los efectos de la marihuana, ha recuperado su salud y vuelve a ser feliz.

Sydni Yunek

A sus diez años, Sydni Yunek se mudó a Colorado hace meses para someterse a un tratamiento de cannabis terapéutico. Tenía convulsiones desde los cuatro, lo que le había hecho perder la capacidad de tragar. Seis meses de tratamiento con aceite de marihuana fueron suficientes para reducir sus ataques un 75%, lo que ha ayudado a mejorar su capacidad de concentración, su habilidad al caminar y al realizar tareas sencillas. La niña ya no depende de una sonda para alimentarse e incluso puede estornudar, algo que era totalmente imposible hace menos de un año.

Mykayla Comstock

Mykayla tiene ocho años y sufre leucemia. Hasta hace pocos meses pasaba casi todo el día cansada pero sin poder dormir, no comía, se sentía continuamente triste y comenzaba a presentar síntomas de autismo. Gracias a que sus padres decidieron medicarla con marihuana – toma desde jarabe hasta piruletas de cannabis - la pequeña duerme, tiene hambre y vuelve a estar activa. Sus progenitores aseguran que, incluso, el tumor está remitiendo y haciéndose débil.

Abel McBride

Los padres de Abel McBride siguieron el ejemplo de la familia de Mykayla. Desde muy temprana edad padece el tumor de Wilms, la forma más común de cáncer de riñón. La enfermedad se ha frenado gracias a la nueva medicación basada en marihuana, y es que a pesar de su corta edad, se ha acostumbrado a tomar el aceite de cannabis directamente del chupete. Abel ha vuelto a correr, a gritar y a jugar.

Liam McKnight

Este chico canadiense tuvo licencia para consumir marihuana medicinal con solo cinco años. Liam McKnight tiene Síndrome de Dravet y sufría 67 ataques al día que duraban hasta cuatro minutos. Los primeros diez días que consumió aceite de cannabis no tuvo ninguna crisis, hablaba e incluso hacía deporte. Sus padres hacen todo lo posible para conseguir ese aceite puesto que las leyes del país obligarían a Liam a fumarlo o tomarlo vaporizado.

 

Sean y Tara

Estos hermanos australianos que fueron diagnosticados de epilepsia cuando tenían seis y nueve años. Desde que la enfermedad fue detectada, su estado de salud ha empeorado hasta tal punto que, en 2012, los médicos no les daban esperanzas de vida. Finalmente, la familia de Sean y Tara decidió acudir al único productor de aceite de cannabis del país que, desgraciadamente, ahora está en la cárcel. Los padres de Sean y Tara no dudarán en violar la ley para obtener más marihuana para sus hijos.

 

Aviel Eshed

Israel es uno de los países que más investigan sobre los efectos de la marihuana terapéutica en los niños. También hay padres que la usan de manera particular. Unos meses después de que le fuera diagnosticado cáncer de médula ósea, los padres de este niño israelí de nueve años decidieron que había llegado el momento de probar otros tratamientos. Tiempo después de empezar a recibir quimioterapia, apostaron por la marihuana medicinal. Ahora aseguran que de haber sabido que le calmaría los dolores, no hubieran dudado en utilizarla antes.

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Con información de Theroc.us, Dinafem, Edition.cnn.com, Youtube, Vice, Drugpolicy.org, Gazette.com, Stonerdays.com, Ottawacitizen.com, CNBC.com