La venta de marihuana legal en Italia no solo ha hecho explotar las estimaciones más optimistas, sino que también se ha traducido en una reducción significativa del número de ansiolíticos, sedantes y antipsicóticos dispensados por el Servicio Nacional de Salud. Pero hay más: la “fiebre del oro verde” también ha producido un recorte en las ganancias del crimen organizado, que ve cómo los consumidores prefieren un producto más seguro y más controlado disponible en tiendas que recurrir al mercado negro para conseguirlo.

A principios de mayo, el ministro del Interior italiano Matteo Salvini declaró la "guerra" contra el ‘cannabis light’ o la flor de cáñamo con bajo contenido en THC que las tiendas de todo el país venden mediante un vacío legal. "Las cerraremos todas una por una", declaró el ministro, en una batalla a medio camino entre lo personal y el interés político por las próximas elecciones europeas.

Ahora un nuevo estudio informa que en los dos años en los que el ‘cannabis light’ lleva disponible en las tiendas, el Servicio Nacional de Salud del país registró una disminución notable en la cantidad de medicamentos farmacéuticos que dispensaba.

Concretamente, y según los investigadores de la Universidad de York en el Reino Unido que han realizado el estudio, tras la introducción del ‘cannabis light’ en una provincia determinada se produjo una reducción en el número de cajas dispensadas de ansiolíticos en aproximadamente el 11,5 %, una reducción de los sedantes dispensados ​​en un 10 % y una reducción de los antipsicóticos ​​en un 4,8 %.

El estudio, publicado por el Health Econometrics and Data Group, es uno de los primeros en investigar cómo los usuarios consumen cannabis para automedicarse. Y encontraron que la liberalización del ‘cannabis light’ es un gran punto de partida para estudiar cómo la accesibilidad a este tipo de marihuana puede incitar a las personas a recurrir a la planta como sustituto de los fármacos tradicionales, ya que aquellos que usan estos medicamentos podrían decidir reemplazarlos por ‘cannabis light’ sin receta, ya que es un producto disponible y accesible.

En 2016, una nueva ley en Italia que regulaba la producción de cáñamo desencadenó involuntariamente una “fiebre del oro verde”: la flor de cannabis con un porcentaje entre el 0,2% y el 0,6% de THC se convirtió en legal para comprarla como un “artículo de coleccionista”. La legislación estaba dirigida principalmente a los agricultores. Sin embargo, con una resolución en enero pasado, el Tribunal de Casación dictaminó que la venta de ‘cannabis light’ puede considerarse legal, incluso si el texto de 2016 no menciona su comercialización. Así, de las 300 tiendas de ‘cannabis light’ abiertas en Italia en 2016 se ha pasado a más de 800 en 2019, donde los clientes pueden comprar flores de cáñamo, aunque no se permite técnicamente consumirlas.

Para su investigación, recolectaron datos mensuales sobre las ventas de medicamentos farmacéuticos en las 106 provincias italianas desde enero de 2016 hasta febrero de 2018. Y encontraron que las recetas de medicamentos que generalmente se usan para tratar la ansiedad y la psicosis, dolencias en las cuales el CBD tiene mayor efectividad, son las que más disminuyen.

"Esto se explica intuitivamente por las propiedades relajantes del CDB, que a menudo se usa para tratar los trastornos del sueño", afirma el estudio. “Además, el gran porcentaje que observamos para los sedantes y ansiolíticos también es consistente con la sustitución derivada de la automedicación, es decir, la posibilidad de evaluar los síntomas individualmente (es decir, la ansiedad y el insomnio) y, en consecuencia, decidir si se toma una pastilla".

El ‘cannabis light’ también le roba 170 millones al año a la mafia

La marihuana con bajo porcentaje de THC ha echado raíces profundas en Italia en poco tiempo. Y también ha golpeado a la delincuencia organizada, que pierde hasta 170 millones de euros al año por su competencia, pues los consumidores empiezan a preferir comprar marihuana legal en canales de venta legítimos que recurrir al mercado negro controlado por la mafia.

La amplia distribución del ‘cannabis light’ en el territorio también ha provocado una reducción en el número de arrestos por delitos relacionados con la venta de drogas, lo que también ha bajado la cantidad de incautaciones realizadas por la policía, según explica Leonardo Madio, investigador de la Universidad Católica de Louvain, en el estudio ‘Light cannabis and organized crime: Evidence from (unintended) liberalization in Italy’.

Teniendo en cuenta el período comprendido entre mayo de 2017 y febrero de 2018, los autores evaluaron los efectos de la legalización de este ‘cannabis light’. En primer lugar, se redujo el número de confiscaciones de marihuana: "La introducción de la ley de 2016 y la subsiguiente liberalización llevó a una disminución de hasta el 14 % en las incautaciones mensuales de marihuana ilegal” explica Leonardo Madio. También bajó la cantidad de plantas de cannabis cultivadas ilegalmente, que disminuyeron en un 33 %, y el hachís incautado (menos del 8 %).

Finalmente, la medida también ha afectado a la cartera de los grupos delictivos en Italia por un valor que oscila entre 90 y 170 millones de euros. Por supuesto, sigue siendo una suma modesta, dado que todo el mercado italiano de cannabis ilegal tiene un valor aproximado de 3.500 millones de euros: "La liberalización de la ‘marihuana light’ ha llevado a una reducción en los ingresos de la marihuana vendida en la calle en una cifra que varía entre el 3 y el 5 por ciento del mercado relativo", informan los investigadores.

Si legalizar el cannabis podría significar privar a las organizaciones criminales de un mercado próspero, esto también resultaría en dos ventajas más para el Estado italiano: nuevos impuestos y menos gasto para combatir el narcotráfico. Según un estudio reciente de la Universidad de Messina, el Estado ganaría casi 6.000 millones de euros al año gracias al mercado legal del cannabis en todas sus variantes, además de ahorrar 541,67 millones de euros a la magistratura penitenciaria y 228,37 millones de euros por los gastos de operaciones de orden público. Ahí es nada.