Los amantes de la planta de marihuana normalmente tienen que lidiar con la discreción, guardando los cogollos a buen recaudo y fuera de la vista de personas incómodas. La comunidad cannábica siempre se las ha ingeniado para encontrar el mejor el escondite dentro de casa, lugares que pasan desapercibidos y que consiguen amortiguar su intenso aroma. Latas, libros, desodorantes, cajas de toallitas… Cualquier remedio casero o accesorio para fumadores discretos puede ahorrarnos más tarde dolores de cabeza y explicaciones innecesarias. Aquí van una serie de trucos y objetos para evitar sobresaltos.

Por desgracia, la marihuana sigue resultando una afición incómoda para muchas personas, debido a la estigmatización que ha sufrido durante años. Aún queda mucho camino por recorrer en el campo de la aceptación social, pero ello no puede impedir a los usuarios compaginar una vida normal y corriente con su pasión por el verde. Por eso, camuflar los cogollos dentro del mobiliario del hogar siempre ha estado considerado un arte para la comunidad cannábica. Son escondites de todo tipo que permiten mantener la más alta discreción, tanto olfativa como visual.

Trastos viejos

Todos tenemos en casa aparatos electrónicos que en pocos años se han quedado tan viejos como obsoletos. Afortunadamente los hay de todos los tamaños; por si además de ocultar una bolsa con cogollos necesitamos esconder un ‘bong’, muchos escogen antiguos altavoces para guardar los accesorios más ostentosos. La mayoría de estos aparatos son fáciles de desmontar: una vez hayamos vaciado el relleno electrónico simplemente tendremos que dejar la carcasa con el contenido cannábico dentro, una operación que nos llevará poco tiempo y que solo necesitará de un destornillador.

Este es uno de los lugares preferidos por los usuarios más veteranos, ya que de esta forma los cogollos están sellados y nadie, por muy curioso que sea, se va a poner a desmontar un iPod, una calculadora o una vieja radio. No hace falta decir que si los cogollos no están bien cerrados en un tarro o bolsa hermética, el olor podría delatar este ingenioso escondite.

Latas de refresco

Un clásico entre los clásicos, valerte de una lata con el fin de crear un disimulado compartimento donde guardar el material cannábico. El tamaño es el perfecto para un humilde kit de fumador de cannabis, un método de almacenaje que cabe en la mano, que se puede mover de aquí para allá y que además aísla bien los aromas de su interior. 

Se trata de una manualidad sencilla que se puede hacer en casa, pero también puede llamar más la atención un mal corte en la lata o algún escape de olor. Si prefieres no arriesgarte con la manualidad, en nuestro catálogo encontrarás latas escondite diseñadas a imagen y semejanza de una Coca-Cola, un Sprite o una cerveza Voll Damm, con cierres discretos y seguros en la parte superior.

La idea de los recipientes de aluminio siempre ha funcionado bien, y algunos usuarios han optado por tamaños de latas más espaciosos como el de las patatas Pringles para guardar cosechas copiosas. También puedes encontrar en el mercado réplicas de este envase, y de otros con más capacidad como el de las latas de Monster Energy. Sin duda, son uno de los métodos preferidos de almacenaje y sin apenas levantar sospechas.

Accesorios del baño

Siguiendo el ‘modus operandi’ de las latas, hay quien prefiere utilizar envases y botes del cuarto de baño, en parte porque lo ven menos arriesgado que un refresco. Cualquier envase es válido y útil según su tamaño, desde un bote de champú a un pequeño gel de afeitar, o incluso un paquete vacío de toallitas. La clave está en que el recipiente, una vez limpio, conserve un poco de olor del producto que contenía para amortiguar mejor el aroma húmedo que desprenden los cogollos. 

Por ello gustan mucho los desodorantes en barra, ya que son fáciles de vaciar y limpiar, y siempre conservan la esencia de este. En nuestro catálogo también podéis encontrar una versión de imitación del desodorante de espray, una inocente e higiénica forma de mantener tus cogollos a salvo de los curiosos.

Libros, subrayadores y otros objetos impostores

Quizás las películas de James Bond han inspirado a los amantes del cannabis para sacarse de la manga todo tipo de ‘gadgets’ que parecen lo que no son. Porque, más allá de la ciencia ficción, la gente corriente utiliza algunos trucos del cine a fin de esconder objetos de valor por la casa, como podría ser una bolsa de cogollos. Aparte de cajas fuertes detrás de cuadros y alfombras que tapan el acceso a un sótano, muchos usuarios utilizarán el truco del libro falso, que estratégicamente colocado en la estantería atesora unos gramos de marihuana para cuando lo necesitemos. Nadie se va a poner a hojear esa enciclopedia jurídica de la última balda.

Otro clásico del espionaje es utilizar bolígrafos con doble fondo, una idea que por tamaño se ha aplicado dentro del mundo cannábico en los subrayadores. Estos son el escondite perfecto para aquellos que manejan pocas cantidades de marihuana, tan solo hay que vaciarlo y limpiarlo bien para contar con un portador compacto y aislante de cannabis. 

En nuestro catálogo también son muy populares el destornillador con fondo ocultoel tornillo con compartimento secreto: con ‘gadgets’ tan sutiles es casi imposible que alguien se huela el pastel. Si no, un sencillo portacigarrillos puede ser efectivo para guardar la discreción y aislar los olores incómodos.

Ropa vieja o el jardín

Si lo de los objetos falsos no va contigo prueba con lugares de la casa donde sepas que nadie va a estar trasteando. El armario personal suele ser un lugar bastante privado. Aunque toda precaución es poca, es mejor guardar las bolsas de cogollos en la ropa que no solamos utilizar y que esté bien al fondo de nuestro vestidor. Pero muchas veces la cosecha viene intensa de olor, y aunque la marihuana esté guardada en un viejo pantalón de pana en el armario, el aroma puede llegar hasta la puerta de casa. 

Por eso a veces no queda otra que buscar un refugio seguro fuera, ya que en los espacios abiertos no habrá ningún problema con el olor. Todo jardín tiene sus secretos y seguro que encuentras el sitio donde nadie va a meter la mano, eso sí, bien envasada para que no sea pasto de las inclemencias del tiempo. A veces hay que compaginar el amor por el cannabis con las habilidades de un ‘ninja’, algo que a muchos usuarios les resulta excitante y a otros tantos no, pero lo que está claro es que hay recursos suficientes para mantener la discreción y disfrutar de la marihuana en la merecida intimidad.