Aunque presentes en nuestras vidas desde los 60, solo hace unos cuantos años que este tipo de iluminación se erigió como la ideal para interior. La solidez de su tecnología, pero también el ahorro en la factura eléctrica o las facilidades de manejo para los cultivadores poco expertos ha enamorado a los usuarios. En LaMota te queremos recomendar las de la marca California Lightworks, que tienen hasta 50.000 horas de duración y pueden sustituir a las bombillas de alta presión de sodio sin que nadie lo note.

Hablar de iluminación de un cultivo de marihuana en interior es hacerlo de ciclos, potencia, distancia de la planta para que no se queme…, pero también es hacerlo de materiales de las bombillas. Elegir uno u otro no es baladí, tanto para la calidad de los futuros cogollos como para el número de ceros que forman la factura de la luz. Pensemos en el cannabis o en la cuenta bancaria, los caminos para escoger una iluminación adecuada convergen en un mismo fin ideal: usar luces led.

Los ledes son la forma de iluminación más avanzada y adecuada para el cannabis. Ayudan a tener una cosecha de calidad, a la vez que permiten ahorrar un buen puñado de dinero en el consumo eléctrico. Por si esto fuera poco, sus diodos especiales, muy resistentes a golpes y caídas, no desperdician nada de la energía que se genera. Y así duran y duran: es fácil encontrar modelos de 50.000 horas de vida útil, e incluso de 100.000. Según algunos, imitan casi fielmente el espectro de luz de nuestro astro. Su atractivo e importancia es tal que los creadores de los diodos emisores de luz azul recibieron en 2014 el Premio Nobel de Física, gracias a que su invento permitía generar fuentes de luz blanca de ahorro energético.

Además, para los cultivadores preocupados sobre por qué sus plantas se quemen, los ledes tienen la ventaja de que despiden mucho menos calor que otros tipos de iluminación, como las lámparas de alta presión de sodio (HPS en inglés, como también se las conoce). De esta forma, además, los terpenos y el agua no se evaporan con tanta facilidad.

Los ledes son de varios colores. Cada uno de ellos es ideal para una fase del cultivo de la planta: los azules para el crecimiento, los rojos para la floración y la aceleración de la cosecha y los blancos para la etapa vegetativa. Las lámparas pueden tener ledes de uno o varios colores, y la distancia a la que se coloquen estas del cultivo influirá en que la luz llegue en mayor o menor medida y necesitemos bombillas para las partes más bajas. Además de usarse de manera específica en cada una de esas fases, los ledes son tan polivalentes que se pueden usar con diferentes técnicas de cultivo, como el SOG o el SCROG.

California Lightworks: luces aptas para comenzar a trabajar

Otra de las ventajas de este tipo de luces es que son aptas para todo tipo de cultivadores, desde los más novatos hasta los más expertos. Son tan fáciles de manejar y cultivar que es normal que la gente las alabe. Es tan simple como montarlas, hacer que arranquen y preocuparse por poco más. A los que se inician, además, les aportan todo el espectro de luz visible, una gran ayuda cuando todavía se desconoce mucho sobre el arte del cannabis.

En esta ocasión, en LaMota te queremos recomendar unos ledes muy especiales, de la marca, que se distingue por sus luces de alta potencia y por dispositivos que ayudan al control de estas. En concreto, ofrecemos seis productos de la gama SolarSystem, todos ellos con características muy completas.

Por ejemplo, la Solarsystem 550 equivale a una lámpara HPS de 600 W, pero generando menos calor y con un consumo de hasta un 40 % menos de energía. Además, sirve para cualquiera de las etapas de cultivo, como su compañera la Solarsystem 275. Otra de sus virtudes es que la cantidad de luz se puede regular, lo que ayuda a que en cada una de aquellas se reciba solo la deseada y no más.

Si queremos una lámpara que favorezca una fase en concreto, también las hay, aunque se pueden usar en el resto de las semanas. Así, para impulsar el crecimiento vegetativo tenemos Solarsystem 550 Veg y la Solarsystem 275 Veg, con ledes Osram que tienen una mayor concentración de azul. Esto ayuda, además, a que la estructura sea sólida y con muchas ramas. Ambas cuentan con las mismas ventajas de reducción de calor y consumo que su hermana 550. Eso sí, la 275 VEG no tiene canal independiente para la luz blanca y por lo tanto no se puede usar para inspeccionar las plantas.

Las diferencias entre los modelos 550 y 275 se encuentran en la potencia (de 0 a 400 W el primero y de 0 a 200 W el segundo), el área de cobertura (1,2 x 1,2 metros y 90 x 90 centímetros, respectivamente) y el número de ventiladores (dos y uno, en cada caso). Sea cual sea el modelo que elijamos, tienen capacidad para 50.000 horas de iluminación.

Por último, la Solarsystem 1100 sirve también para cualquiera de las fases, pero en este caso es equivalente a una HPS de 1000 W, con los mismos índices de ahorro y calor que sus compañeras y una cobertura de 1,5 x 1,5 metros. Los niveles de energía también se pueden manipular (de 0 a 800 W) e incluso cambiar la intensidad de los distintos colores. En este vídeo puedes verla en funcionamiento:

Las luces rojas, blancas y azules de estas cinco lámparas se regulan de forma independiente con el Solarsystem Controller, también disponible en LaMota. Podremos manejarlas para, por ejemplo, escudriñar las macetas con tan solo la blanca, o bien incrementar las rojas y azules para la fase de crecimiento. Además, este aparato programa y automatiza los procesos de una o varias lámparas, haciendo más cómodo el trabajo de los cannabicultores. Para ello cuenta con un temporizador, un calendario y modos tan interesantes como puesta de sol y amanecer gradual.

Uno de los atractivos de estas lámparas led es que están perfectamente selladas para que la humedad en el ambiente o las salpicaduras no les afecten, así que se puede confiar en ellas sin problemas. Una vez que las uses por primera vez, no querrás renunciar a ellas y, sobre todo, te darás cuenta de la gran importancia de este tipo de luces en el cultivo de marihuana.