La regulación del cannabis ha traído consigo muchas preocupaciones sobre las consecuencias imprevistas que esta podría causar; una de ellas era un aumento del consumo entre los jóvenes. Un estudio reciente en Estados Unidos ha revelado que este temor no se ha hecho realidad, ya que en los estados donde se ha regularizado la marihuana medicinal no ha sucedido tal fenómeno. En otros países aperturistas como Holanda tampoco se ha recogido un crecimiento del consumo entre adolescentes, mientras que en Uruguay el debate parece seguir candente con los últimos informes sacados a la luz.

Sobre la legalización de la marihuana se han vertido muchos mitos y miedos, como que podría aumentar los accidentes en carretera o que alentaría el consumo entre los más jóvenes. Distintos estudios han ido desmontando estas teorías, que han preocupado a las administraciones a medida que aplicaban nuevas leyes sobre la venta legal de marihuana, ya sea con carácter medicinal o recreativo. 

Especialmente alarmista ha sido el tema del consumo entre adolescentes. Sin embargo, los datos recogidos por instituciones como la Sociedad de Estudios de las Adicciones (SSA) en Estados Unidos han ayudado a desmontar este mito, ya que en las regiones donde se ha legalizado el cannabis medicinal los jóvenes no han consumido más marihuana que en aquellos lugares donde sigue estando prohibida.

Los datos positivos de Estados Unidos

Los investigadores de la SSA estudiaron los datos de 11 estudios separados, lo que les sirvió para agrupar y analizar las tasas nacionales de consumo de cannabis entre adolescentes desde 1991 hasta 2014. Después compararon las tasas antes y después de que los estados hubieran aprobado una ley de marihuana medicinal con los estados que nunca lo hicieron. Y los resultados son bastante clarificadores: no existe una relación entre la legalización de la marihuana medicinal y el aumento de consumo entre adolescentes.

Deborah Hasin, profesora de la Universidad de Columbia y autora principal del estudio, señala que en cambio sí parece haber evidencias de un aumento en el uso del cannabis entre adultos. La autora insiste en que no deben tomarse estos hallazgos como una evidencia de que la marihuana es inofensiva para los adolescentes, pero según el estudio no existe una correlación entre la legalización y el aumento del consumo en jóvenes, por lo que una normativa justa con el cannabis no es incompatible con una concienciación sobre los riesgos de fumar a una edad temprana. 

De hecho los datos en Estados Unidos indican que se están haciendo la cosas mejor que cuando el cannabis era ilegal en todo el territorio, ya que los adolescentes recurren a la marihuana menos que nunca. La Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud de 2017, por ejemplo, reveló que solo el 6,5 % de los niños de entre 12 y 17 años habían consumido marihuana en los últimos 30 días, un nivel muy bajo y que no se veía en Estados Unidos desde 1994.

Países Bajos ha bajado las tasas con la legalización

Otro estudio de la SSA, pero centrado en la experiencia holandesa y documentado desde 1976, también indica que no ha existido tal aumento del consumo entre la población joven. Robert J. MacCoun, profesor de la Universidad de California y autor de la investigación, explica que los ciudadanos holandeses ostentan unas tasas de consumo mucho más modestas que las de sus vecinos europeos. 

Y no solo que sus tasas de consumo entre la población joven sean menores a los estándares internacionales, sino que en los últimos años el uso de cannabis entre los holandeses de 15 a 24 años ha disminuido. Entre 1997 y 2005, la tasa de consumo entre jóvenes bajó de un 14,3% a un 11,4%. MacCoun cree que el sistema holandés nos descubre algunos detalles interesantes sobre cómo una regulación acertada puede ser beneficiosa para mejorar estas estadísticas en la juventud, mucho más altas en países donde el cannabis está prohibido.

“Existen varios factores, como la prohibición sobre la publicidad o sobre el cultivo de marihuana que mantiene los precios relativamente altos. Esto probablemente ayude a moderar el uso de la marihuana en los Países Bajos en relación con lo que uno podría ver en un régimen completamente legalizado”, opina MacCoun.

Para el profesor aún quedan muchos desafíos analíticos para comprender bien cómo están funcionando este tipo de políticas sobre el cannabis, pero desde luego Holanda se posiciona como uno de los países con leyes más efectivas, tanto a nivel legal como a nivel preventivo.

Uruguay, un consumo al alza entre adultos

El Observatorio Francés de Drogas y Toxicomanías (OFDT) analizó recientemente la situación de territorios en los que el cannabis acababa de ser legalizado, como es el caso de los estados de Washington y Colorado, o de Uruguay. Se trata de uno de los primeros estudios realizados en el país sudamericano, que hace poco se convirtió en el primero del mundo en legalizar el cultivo y consumo de marihuana a nivel nacional. La investigación concluyó que la regulación había contribuido a aumentar el consumo de cannabis.

Este estudio aviva el debate público, puesto que había mucha expectación puesta en el paisito. Mientras que en Estados Unidos no parecía que la legalización hubiese estimulado el consumo entre los más jóvenes, en Uruguay sí que se notó un incremento del consumo en esa franja de edad. No obstante, el trabajo subraya sobre todo el alza del consumo de cannabis entre mayores de 25 años.

La directora adjunta del OFDT y coautora del estudio, Ivana Obradovic, explica que el análisis “no permite prejuzgar los efectos de una eventual legalización en la Unión Europea (...) en donde los contextos de uso del cannabis son diferentes, pero aporta elementos científicos útiles al debate público”. Y aunque queda mucho camino por recorrer en el estudio de los efectos de la legalización, los países más restrictivos tampoco han sido capaces de reducir el fenómeno del consumo entre los más jóvenes.