Esta es una pregunta que muchos usuarios de cannabis alguna vez se han hecho. Antiguamente sí se fumaban y en algunas culturas se sigue haciendo. Pero en la actualidad, más bien se pican y se mezclan con el material que obtenemos del cogollo, que es donde se encuentra la mayor parte de los componentes psicoactivos de la marihuana. Y no solo eso, sino que se utilizan para muchas más cosas, como obtener resina, preparar té o conocer el estado de salud de la planta. Te contamos unas pocas de ellas.

La mayor parte de las veces, cultivas semillas de marihuana para obtener unos excelentes cogollos que fumarte, pero aún tienes muchas cosas que hacer con algunas otras partes de la planta. Las hojas de marihuana, por ejemplo, también pueden servir para hacerte un porro. Además, son un buen termómetro para conocer el estado de salud de tu planta e incluso puedes usarlas para otros menesteres. Hoy te vamos a contar cómo sacarles el máximo partido.

¿Qué se puede hacer con las hojas de cannabis?

En primer lugar, lo que más te interesa: saber si las hojas de marihuana se fuman. Antes se solía hacer, pero ahora, frente a la alta carga de THC (el elemento psicoactivo de la marihuana) de los cogollos, las hojas han pasado a un segundo plano. Lo que sí hace mucha gente es picarlas y añadirlas a la mezcla obtenida de aquellos, ya sea en un porro, una pipa o en una cachimba. También puede ser una buena alternativa si te quedas sin marihuana, así que puedes guardarlas y secarlas para una emergencia.

Sobre el uso de las hojas para un porro hay todo tipo de opiniones. Algunos prefieren no añadirlas, porque modifica ligeramente el sabor. Otros, en cambio, optan por algo de tabaco en la mezcla. Hay quienes la desaconsejan porque les ha dado dolor de cabeza, así que lo ideal es que las pruebes bien picadas y mezcladas con los cogollos; la experiencia te dirá si eres del equipo de los que se fuman las hojas o no.

Eso sí, no todas las hojas se fuman. De hecho, hay que tener mucho cuidado con las hojas más grandes. Si la planta ha sido tratada con fertilizantes, hay que evitarlas porque allí se concentrará mayor carga de residuos químicos. No ocurre lo mismo con las que están más cerca del cogollo, ya que están bien cargadas de resina, así que lo mejor será reservarlas para extraer este importante elemento. Eso lo llevan sabiendo desde la antigüedad, cuando en algunas zonas de Asia, como en Nepal, se extraía la resina frotando con las manos los cogollos o las hojas para obtener un charas de altísima calidad, una práctica que perdura hasta el día de hoy.

Otra opción para hacerse con la resina de estas hojas es utilizar técnicas como Ice-o-Lator. ¿En qué consiste? Muy sencillo: colocas las hojas y el resto de material vegetal que te haya sobrado de la planta sobre una malla, que a su vez estará situada sobre otras de menor tamaño. La sumerges en un cubo de agua muy fría. Poco a poco, la resina se irá filtrando por las mallas y podrás recogerla.

Pero antes de fumárnoslas o de obtener la resina, las hojas nos pueden servir para algo muy importante: comprobar el estado de salud de la planta. Si las hojas comienzan a adquirir un tono marrón oscuro, puede que el pH del agua con la que se riega no sea el adecuado. Si se tornan amarillas, sufren estrés por la fuente de luz y calor que están recibiendo. Por otra parte, manchas amarillentas o marrones en la superficie pueden significar una falta de calcio. Algunos de estos problemas se pueden corregir con nutrientes o modificando la fuente de calor, sea el sol o una lámpara. Solo cuando se vea la hoja muy dañada es cuando hay que retirarla, como sucede, por ejemplo, cuando tiene una plaga de insectos.

Remedios y bebidas

Si no te convence usarlas para fumar, no te preocupes: la planta de cannabis sirve aún para mucho más. Ya desde tiempos antiguos, las hojas eran usadas como remedio para muchas enfermedades. Con ellas se podía y se puede hacer un alcohol para friegas. Durante tres o cuatro semanas, en un frasco de cristal bien tapado, se macera un litro de alcohol de romero con entre 20 y 30 gramos de hojas de marihuana. Lo debemos guardar en un sitio fresco y en el que no reciba luz.

Las hojas también se pueden usar para preparar un rico té de marihuana. Hay que tener en cuenta que esta bebida por sí sola no tiene ningún efecto ya que los cannabinoides no son hidrosolubles; si quieres notarlos, deberías mezclar las hojas con aceite o mantequilla. Después, añade esa mezcla al té y remueve. Coloca todo en un filtro y déjalo en agua caliente durante media hora.

Muchos han visto en el té de hojas de marihuana propiedades medicinales. El exjugador de críquet Viv Richards contó en una ocasión que viajó a Jamaica y explicó a unos amigos unos problemas que tenía en la vista. Ellos le llevaron a un herbólogo que le recomendó un té verde realizado con las hojas frescas de la marihuana. "Cada vez que bebía el té, estaba seguro de que iba a hacerme maravillas".

Eso sí, una vez más, asegúrate de que la planta que usas para el té no ha sido tratada con muchos fertilizantes. Si buscas hojas fuera de casa, pregunta si pertenecen a plantas de cannabis orgánicas.

Y si el té no es lo tuyo, siempre te queda preparar un zumo. En internet podemos encontrar numerosas recetas para reciclar el sobrante de nuestras plantas. Hay quien mezcla una serie de hojas verdes en una licuadora con un zumo ya comprado o hecho previamente, como se ve en el vídeo superior. Esa es precisamente la ventaja de esta bebida: que puedes mezclarlas con frutas cuyo sabor te agrade.

A los animales les gustan las hojas de marihuana

Si tienes mascotas en casa y las plantas al descubierto, es normal que tus animales se sientan atraídos por el cannabis e incluso que mordisqueen alguna planta.

Aunque ellos se lo pasen bien jugueteando con las hojas de tu planta de marihuana, hay que tener cuidado con que no tomen productos relacionados, como el aceite o la mantequilla de cannabis, cuyo contenido de THC sí puede sentarles mal. Siempre y cuando no pase del simple picoteo ocasional, todo irá bien.

Como ves, tu plantación puede servir para mucho más que para buscar la materia prima de tus porros. Gracias a las hojas de marihuana, con una planta o con varias macetas obtienes productos que sirven para el disfrute o incluso para tratarte algún dolor. La guinda del pastel está en tus mascotas, que también estarán contentas. ¿Se puede pedir más?