Las evidencias sobre las propiedades terapéuticas de la planta han llevado a que grandes firmas de cosmética apuesten por estos productos. Es el caso de Sephora, que ha lanzado una línea con este fin, basada en aceite de semillas de cáñamo. También la marca española Babaria acaba de lanzar una crema corporal con extracto de semillas de cannabis. Aunque la mayoría de cremas cannábicas de este tipo no contiene ni CBD ni THC, algunos expertos son optimistas y apuntan a que la nueva percepción social sobre la marihuana y sus innegables efectos medicinales abrirá la puerta a cosméticos que incluyan estas sustancias.

La marihuana y su simbología han sido un icono de la contracultura y de movimientos alternativos. También, sobre ella se ha extendido un cierto estigma social, al considerarse una sustancia peligrosa. Sin embargo, la visión negativa y sesgada sobre esta planta y sus derivados ha ido modificándose poco a poco. Una prueba del cambio en la consideración es que grandes marcas generalistas están apostando por producir y comercializar productos que contienen cannabis.

De símbolo de la contracultura a producto de masas

Uno de los sectores en el que se está expandiendo su uso es el de los cosméticos. Sephora es una cadena minorista que apostará por ofrecer a sus clientes una línea de productos con cannabis. Uno de los datos más relevantes es que la cadena goza de una importante implantación geográfica, con establecimientos en casi todos los estados de Estados Unidos y en muchos otros países. Además, esta cadena está respaldada por uno de los conglomerados más poderosos de la moda: LVMH, propietario de prestigiosas marcas de lujo como Hennessy y Louis Vuitton, lo cual es síntoma de una tendencia clara de la aceptación y la demanda de este tipo de productos.

Según analistas del sector, si una marca como Sephora se embarca en este proyecto es porque existe un mercado con una demanda creciente. Es por ello por lo que, en un contexto que parece favorable social y legalmente, la cadena ha apostado por lanzar al mercado dos productos que contienen infusión de cannabis. Uno de ellos es High Expectations, un aceite facial; el otro, High Five, un humectante.

A pesar de la incursión de grandes marcas en el mundo del cannabis y del amplio abanico de posibilidades que ofrece el mundo de la cosmética, las empresas avanzan de forma progresiva en la confección y comercialización. De hecho, en la nueva línea High Beauty de Sephora solo se utiliza aceite de semillas de cáñamo, con lo cual se ha evitado introducir sustancias como el CBD o el THC.

Contra el estrés

La mayor parte de cremas comercializadas se basan en el aceite de semillas del cáñamo, un compuesto con efectos relajantes y desestresantes. La Universidad de Sevilla realizó un estudio en el que se resalta el alto poder nutricional de este aceite, ya que es una sustancia rica en ácidos poliinsaturados, entre los cuales se cuenta el omega-3. Entre sus principales efectos podemos destacar una reducción del dolor y de la inflamación, además de una mejora en la hidratación de la piel. 

En Estados Unidos, las investigaciones sobre las aplicaciones dermatológicas del cannabis se realizan desde hace tiempo y avanzan rápido, aunque todavía se encuentran en fase preclínica. Ello no ha impedido que haya empresas que comercialicen sueros, cremas y labiales legalmente en este país, aludiendo precisamente a los efectos positivos en la piel y sobre el estrés. 

Productos con CBD

La mayor parte de cosméticos no contiene CBD ni THC, ya que utilizan fragancias sintéticas o aceites prensados extraídos de las semillas del cáñamo, mientras que aquellos cannabinoides se extraen de las flores del cannabis. A pesar de todo, existen marcas, las menos, que han apostado por incluir el cannabidiol entre los componentes de sus líneas. Es el caso de Babaria, propiedad de la empresa española Berioska, dedicada a la fabricación de cosméticos de amplio espectro.

En esta línea, Babaria ha lanzado una crema corporal, una crema facial y una crema de manos. Entre sus ingredientes se encuentra el aceite de cannabidiol procedente de semillas, con el objetivo de aplicar sus propiedades terapéuticas sobre la piel. La firma resalta que estas cremas no generan ningún tipo de efecto psicoactivo en el organismo humano.

El CBD se está convirtiendo en un cannabinoide de moda y su uso se está extendiendo. Algunos investigadores, como el profesor de dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, Roberte Dellavalle, han apuntado que incluir CBD e incluso THC en cremas cosméticas y dermatológicas supondría un avance en los tratamientos de cuidado de la piel, incluso en enfermedades como la psoriasis. Sin embargo, mientras que el CBD sí se está utilizando, no parece probable que el THC se incluya en el corto plazo, especialmente en las grandes marcas de cosméticos.

Un informe publicado en 2016 en Estados Unidos por el Hemp Business Journal prevé que el mercado del CBD alcanzará los 2100 millones de dólares para 2020, es decir, casi diez veces los 202 millones de dólares que alcanzó en 2015.

Un largo recorrido

Actualmente existe una mayor aceptación del cannabis y una tendencia legislativa favorable en la mayoría de los países. Ese es uno de los motivos por los que están proliferando los productos que incluyen de algún modo esta planta. Sin embargo, no puede decirse que la industria esté apareciendo ahora: ya ha habido marcas que se lanzaron a este mercado, tanto en cosméticos como en otros sectores. Uno de los mejores ejemplos es la marca Body Shop, que desde 1992 ha producido diferentes aceites, cremas y bálsamos que incluyen cáñamo entre sus ingredientes.

La tendencia de cosméticos con cáñamo parece imparable. El hecho de que cada vez más marcas generalistas se sumen implica que este se abre y que existe una demanda real. Todo ello arropado por innumerables evidencias de las propiedades positivas para la piel y el organismo. La única duda es cuándo comenzarán a comercializarse de forma general con CBD e, incluso, THC.