En el mundo de las extracciones cada día es más habitual utilizar disolventes industriales, pero los más puristas prefieren el sistema de cribado en seco, moviendo los cogollos en mallas y tamices para no alterar demasiado las propiedades de la marihuana. Gracias a la tecnología estos procesos que antes se hacían de forma manual hoy pueden realizarse de forma mecánica o mediante hielo seco o aceite, para modificar lo menos posible los tricomas y terpenos procedentes de la planta y conseguir un hachís más puro. En LaMota te presentamos algunos productos que te ayudarán para este propósito.

El hachís se ha elaborado históricamente extrayendo la resina del cannabis de forma artesanal. Hoy, en zonas como Nepal, se sigue haciendo de forma manual, frotando los cogollos y hojas de una planta para que los dedos se queden impregnados de la pegajosa resina y luego hacer bolitas hasta conseguir una, más grande. Otra técnica menos engorrosa e igual de tradicional es la del tamiz en Marruecos, que consiste en cribar los cogollos a través de un instrumento parecido a un colador o una malla.

Este sistema de filtración de resina es uno de lo más populares entre los cultivadores, ya que se trata de un método rápido y cómodo que solo necesita de una malla y la acción de la fuerza. Otros sistemas de extracción a partir de disolventes industriales como el butano, el etanol o el alcohol etílico son un poco más complejos y, si no controlas bien el proceso, pueden quedar algunos restos del disolvente dentro del producto final. No obstante, marcas especializadas en mallas-tamiz como Parke de Extracciones, ofrecen un tipo de malla especial para obtener la resina por medio del butano.

En definitiva, para hacer un buen ‘hash’ es necesario una malla o varias de micrajes distintos y la fuerza de la vibración a través de un extractor rotatorio eléctrico o de un tamiz manual. También se recomienda congelar los cogollos o los restos de poda que vayamos a utilizar, aunque sea tan solo un par de horas, ya que cuando nos pongamos a cribar la cantidad de resina filtrada aumentará si la planta está dura. Pero antes de ello conviene conocer qué es lo que estamos separando y filtrando en el cribado en seco para elaborar nuestro hachís.

El hachís es una sustancia compuesta por glándulas de resina (tricomas) de la planta de cannabis. Cuando hacemos el cribado, dependiendo del grosor de la malla, estos tricomas se mezclarán con pequeños contaminantes, que van desde hojitas y trozos de la planta hasta polvo y minúsculos insectos. Estas proporciones entre tricomas y contaminantes determinarán en gran medida la calidad final del producto. Cuanto más oscuro y menos flexible sea el hachís, más contaminantes se habrán colado en el proceso de criba.

Herramientas para extraer el hachís en seco

Para obtener los tricomas (las glándulas resinosas que contienen la mayor concentración de THC, CBD, CBN y otros cannabinoides) de forma manual se necesita un poco de paciencia y una mesa de cristal o una superficie lisa y poco porosa para que la resina no se quede pegada. Para este proceso artesano conviene ser limpio y cuidadoso, puesto que todo lo que entre en contacto con la resina acabará en el hachís que después fumemos. La marca 00 Box ofrece una mesa portátil de trabajo perfecta para estos casos, ya que la resina se va filtrando por una malla y todos los tricomas se quedan en dos cajones debajo de esta. 

Sin embargo, la extracción de resina puede resultar muy tediosa si la cosecha es grande, ya que requiere de tiempo y esfuerzo físico. Por ello, cada vez es más popular el uso de modernos sistemas de extracción mecánica, que consisten en máquinas similares a una lavadora que con la fuerza del movimiento de un tambor separan el material vegetal del cannabis de los tricomas. Al igual que el método tradicional, se valen de una malla-tamiz para filtrar la resina.

La marca Pollinator ha diseñado una gama de máquinas de extracción de resina en seco con un tamiz de 150 µm, un micraje estándar para estos procesos, con capacidades que van desde 150 a 3000 gramos. Estas máquinas no solo extraen la resina, sino que dejan el resto de la hierba tamizada, por lo que luego se puede congelar y hacer una segunda extracción con hielo seco para aprovechar la resina que quede en la planta. Este es un proceso que veremos más adelante.

Con estas mallas de 150 µm conseguiremos separar la materia vegetal de la resina, pero el hachís resultante tendrá una gran cantidad de partículas que no nos interesan. Por ello, para pulir nuestro hachís es conveniente repetir el proceso varias veces con mallas de distinto micraje.

Para esto la marca Parke de Extracciones ofrece todo todo tipo de bolsas de diverso micraje con el fin de atrapar las partículas según su tamaño una vez esté la máquina en movimiento. De esta forma, los restos vegetales y los tricomas de diferentes tamaños quedan depositados por separado. Se trata de una forma limpia y ordenada de agrupar la resina, en función de su tamaño, y de desechar la materia vegetal no deseada. Estas bolsas de nailon tamiz van desde 25 a 220 µm.

Los tricomas no suelen superar un tamaño de 70 micras, por lo que el hachís de mayor calidad lo obtendremos en ese cribado. Hay mallas de 45 o 25 micras que en estos casos darán un hachís de segunda calidad, sin tanto sabor y potencia, pero al menos no se desechará. De hecho, hay quien elabora el ‘hash’ mezclando la resina de distintos micrajes. 

Mediante hielo seco o aceite, igual de limpio

Pollinator también tiene una máquina de extracción de resina en frío, un método de lo más sencillo, rápido y efectivo, puesto que combina la rapidez del cribado en seco con los beneficios de la extracción con hielo. Bubbleator B-Quick recolecta la resina de forma limpia y manteniendo los tricomas intactos, algo mucho más difícil en un cribado a mano. Los terpenos que contiene son los menos volátiles e incluso se aprecian nuevos matices. 

Otro método de extracción de resina que no requiere de disolventes es la técnica Rosin, que permite obtenerla por medio de presión y calor en menos de 5 minutos. Se trata de otra forma casera de hacer hachís puro y de calidad. Parke de Extracciones también ofrece unas bolsas específicas para este método que consiste en colocar la hierba en el horno y luego prensarla (dentro de la bolsa con tecnología Rosin) con unas pinzas eléctricas o, en su defecto, con un planchador de pelo. Al igual que con el cribado, hay todo tipo de mallas con sus respectivos micrajes para este proceso. 

Al final, todas estas nuevas herramientas para la extracción de la resina están relacionados con los métodos tradicionales de cribado, solo que mecanizados y con más garantías. Elaborar hachís es todo un arte, pero al alcance de cualquier cultivador con los conocimientos adecuados sobre tricomas y con las herramientas más apropiadas que el mercado nos ofrece.