Los luchadores indios han consumido cannabis durante siglos para concentrarse en los duelos, lo mismo que algunos deportistas actuales que aseguran tomarlo en sus entrenamientos: lo hacen para incrementar su motivación, evitar la fatiga y combatir el dolor. Distintas investigaciones han demostrado que el sistema endocannabinoide humano, donde actúa el THC de la marihuana, tiene un papel muy importante en el rendimiento físico. El cuerpo de los corredores genera un neurotransmisor muy similar al químico de la planta que provoca lo que se conoce como “subidón del corredor”, una sensación de bienestar que los invade durante la actividad deportiva.

El consumo de marihuana suele asociarse con un estado de calma y sosiego, e incluso con un adormecimiento general. Sin embargo, el resultado no siempre es un letargo: existen ejemplos que demuestran que el uso de la planta puede mejorar el rendimiento de los deportistas de diferentes maneras, rompiendo así con ese falso estereotipo tan extendido.

En la India, por ejemplo, los profesionales de la lucha libre han tomado durante siglos una sustancia a la que denominan ‘bhang’. Se trata de una pasta comestible hecha a partir de brotes y hojas de cannabis, que ingerían para concentrarse y focalizarse en la actividad y que sigue estando muy relacionada con los luchadores y culturistas actuales.

Pero no hace falta remontarse a otra época para encontrar esta práctica, pues el consumo de la marihuana entre atletas y aficionados al deporte se ha popularizado durante los últimos años. Al mismo tiempo, distintos estudios científicos desvelan nuevos datos sobre la función del sistema cannabinoide en los procesos fisiológicos relacionados con el ejercicio. Porque el deporte no solo es una cuestión de físico: el cerebro juega un papel muy importante.

Por ejemplo, en el mundo de las carreras de larga distancia, los deportistas experimentan lo que se conoce popularmente como ‘subidón del corredor’, una sensación de euforia y bienestar provocada por la actividad física. Aunque algunos científicos apuntan a las endorfinas como responsables de este efecto, otros expertos han demostrado que el sistema de recompensa del cerebro también está implicado.

Uno de estos investigadores es Johannes Fuss, del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf, coautor de un estudio que analizaba los mecanismos neurobiológicos causantes de los beneficios emocionales del deporte. Fuss y sus colegas demostraron que el sistema endocannabinoide juega un papel muy importante en el proceso. Al analizar la sangre de los voluntarios que participaron en su experimento encontraron altos niveles de anandamida, un mensajero químico que actúa de forma similar al THC del cannabis. Cuando el THC entra en contacto con los receptores endocannabinoides del cerebro se activa un sistema que reduce la ansiedad y puede aumentar el sentimiento de motivación de los deportistas.

Ese ‘subidón’ es seguramente el secreto del joven corredor de maratón Avery Collins, que se declara abiertamente consumidor de marihuana: la toma en forma de comestibles antes y durante algunos de sus entrenamientos, aunque no durante las pruebas oficiales (la Agencia Mundial Antidopaje ha incluido el cannabis en la lista de sustancias prohibidas).

Collins ha completado nada más y nada menos que 30 ultramaratones en los últimos tres años (cinco de ellos superaban los 160 kilómetros) y ha ganado una competición de casi 322 kilómetros que recorrió en 65 horas. Y no es el único, porque cada vez más deportistas usan el cannabis para evitar la fatiga y la ansiedad y como remedio contra el dolor y la inflamación. Algunos ejemplos son Jehn Shelter, también ultramaratonista; el triatleta Clifford Drusinsky, y el ‘snowboarder’ canadiense Ross Rebagliati.

“La marihuana me permite entrar en un estado de meditación controlado”, ha explicado Drusinsky, dueño de un gimnasio en Colorado. “Cuando tengo un ‘subidón’, entreno más inteligentemente y pongo más atención”, ha asegurado el triatleta, que aconseja el uso de la planta de forma controlada a las personas que entrenan en el centro deportivo.

Además del trabajo de Fuss, existen otros estudios que han indagado en los beneficios del cannabis para el rendimiento físico. Los científicos han logrado demostrar, entre otras cosas, que bajas dosis de THC potencian la actividad motora en roedores y un trabajo de la Universidad de Burdeos ha revelado que, al suministrar THC a ratones, su cerebro reacciona produciendo pregnenolona. Este químico es un precursor de las hormonas esteroides producidas por el cuerpo; en muchas ocasiones se toma para aumentar la energía o el rendimiento cognitivo y para reducir la fatiga.

Según la Asociación Médica Británica, el cannabis tiene acción broncodilatadora en las vías aéreas pulmonares más finas, por lo que aumenta el flujo de aire que entra a los pulmones. Además de servir en el tratamiento del asma, el efecto podría representar otro motivo por el que la marihuana contribuye a mejorar el rendimiento de los deportistas, ya que tanto el corazón como el cerebro y los músculos necesitan altas dosis de oxígeno para que el cuerpo realice actividades físicas.

Sin embargo, y aunque cada vez más estudios aportan pistas sobre los efectos positivos del cannabis para quienes practican ejercicio, todavía quedan muchas dudas por resolver. Por una parte, la reacción del organismo va a depender tanto de la genética y otras características de cada persona como de la dosis. Se ha comprobado que a partir de cierto límite la marihuana puede causar la ralentización del sistema motor y cambios en los tiempos de reacción, e incluso afectar al corazón en algunos casos.

Debido a todos estos factores variables que no se conocen bien, aún no es posible afirmar o negar rotundamente que el cannabis mejore el rendimiento de los deportistas: es muy difícil generalizar. La única forma de encontrar un camino para despejar todas las incógnitas es mediante la investigación y la consideración de los beneficios que la marihuana puede aportar, tanto dentro como fuera del deporte.