El cannabis es una planta arbórea que, según va creciendo, necesitará de un soporte (tutores o guías) que permita el máximo desarrollo posible. Para ello será necesario el entutorado, una serie de técnicas agrícolas que garantizará que las ramas y las flores no se rompan, crezcan correctamente y se mantengan fuertes y sanas. Si te preguntas qué es entutorar una planta de marihuana o quieres ampliar tus conocimientos, estás en el lugar adecuado. Comenzamos.

Garantizar el correcto crecimiento de nuestras plantas de marihuana será uno de nuestros principales objetivos como cultivadores. Para ello, además de facilitarles las condiciones medioambientales adecuadas, tendremos que llevar a cabo una serie de métodos agrícolas que permitan a las ramas desarrollarse al máximo evitando cualquier incidente. Es lo que se conoce como entutorado.

Por ejemplo, en los cultivos de exterior, expuestos a las inclemencias meteorológicas, las ramas pueden verse afectadas por la lluvia o el viento. Incluso, en cualquier tipo de cultivo, cuando la planta ya ha adquirido importantes dimensiones, sus ramas empiezan a pesar demasiado, por lo que si no se sujetan adecuadamente pueden llegar a romperse. Así que no importa dónde tengamos nuestra marihuana: entutorar será una práctica que realizar si queremos que nuestra planta se desarrolle todo lo posible.

Entutorado: paso a paso

Para llevar a cabo esta técnica no serán necesarios grandes conocimientos agrícolas; sin embargo, tendremos que ser cuidadosos durante todo el proceso, desde seleccionar los materiales adecuados hasta saber cuándo es el momento más oportuno para llevar a cabo la técnica. Además, es importante que en todo momento vigilemos la reacción de la planta.

¿Qué materiales son necesarios?

Para llevar a cabo el entutorado tendremos que conseguir un soporte y un sistema de sujeción. Para el soporte es recomendable utilizar tutores o guías que nos sean resistentes como el tutor de bambú o el tutor de plástico que puedes comprar cómodamente en nuestro growshop online.

El primero suele ser el más utilizado entre todos los cultivadores debido a su alta durabilidad, además de por ser un material natural y muy económico. Podrás encontrarlo de diferentes dimensiones para adaptarlo a tu planta en cada momento. Los tutores de bambú suelen ser especialmente útiles al final de la floración, cuando el peso de las flores ya es excesivo y las ramas tienden a inclinarse.

Por su parte, el tutor de plástico también facilitará la sujeción de las plantas en cualquier etapa de crecimiento. Además, este tipo de tutores, al ser huecos por dentro, también servirán como guía de riego. Para ello solo es necesario acoplarle un microtubo en un extremo y el riego irá directamente a la raíz para facilitar su crecimiento.

Una vez que ya tengamos el soporte, será necesario el sistema de sujeción. Para ello podemos utilizar una cuerda o rafia natural. Lo único que debes tener en cuenta es que sea un material que sujete pero que no lastime a tu planta; por eso será mejor huir de bridas, alambres u otros accesorios que pueden acabar cortando el tallo por el roce. Además, para su selección deberás tener en cuenta que no será lo mismo un enganche para un esqueje que para una planta que ya está en su fase de floración. En cada caso deberás considerar el grosor y el tamaño del tallo y las ramas, respectivamente, para que tanto el tutor como la sujeción sea la adecuada. 

En caso de que cuentes con un cultivo de más de 10 plantas también puedes utilizar una malla que te permita un tutorado en vertical o en horizontal a partir de la fase de floración, como veremos más adelante.

¿Cuándo es el mejor momento?

Generalmente empezaremos a entutorar al inicio de la floración. Este será el momento más adecuado, porque a partir de la quinta semana las ramas empezarán a pesar más y tenderán a caerse. Para ello tendremos que seleccionar las ramas más vigorosas, de hojas grandes y con muchos brotes, por lo que también es un buen momento para podar la planta y deshacernos de las ramas más débiles.

¿Qué técnicas debo utilizar?

Existen diferentes sistemas, métodos y materiales para realizarlo. Todo dependerá de las dimensiones y del tipo de cultivo que tengamos. Por ejemplo, en los cultivos extensos de interior, se realiza el entutorado principalmente con mallas, a través de los denominados SCROG (Screen of Green). Este sistema de cultivo consiste en cubrir las plantas con una malla y, según las ramas vayan creciendo, ir tejiéndolas a través de las rejillas con el fin de que se ramifiquen más y así se optimice el resultado. Esto también permitirá redirigir las ramas según las luces y las características del espacio interior, como veremos a continuación.

Tutorado vertical sencillo

También recomendable para las primeras fases de crecimiento de la planta y para aquellos cultivadores que cuentan con pocas plantas, el tutorado sencillo consiste en unir el tallo y las ramas a los tutores.

Si queremos garantizar que nuestra planta crezca recta y vamos a entutorar un esqueje, lo primero que debemos hacer es clavar el tutor (la caña de bambú o de plástico) en la tierra y sujetarlo con un cordón a la planta. Para ello, lo mejor será que la sujetes en la parte superior: esto le dará una mayor estabilidad.

Ahora bien, si nuestra planta ya ha crecido y queremos, por ejemplo, mantenerla a salvo de fuertes rachas de viento, deberemos comenzar por asegurar las flores. Para ello, sujetaremos la punta de la planta al tutor con un lazo, con el fin también de que el cogollo principal quede firme. A continuación, seguiremos por las ramas secundarias, que ataremos individualmente al tronco central para evitar que el aire las rompa.

Para una mayor sujeción podemos colocar tres tutores en forma de tipi como vemos en la siguiente imagen, lo que nos permitirá tener varios puntos de sujeción cuando la planta haya crecido.

Tutorado vertical o inclinado con malla

Como ya hemos comentado, para los cultivos de mayores dimensiones es recomendable utilizar una malla. En ese caso podrás seleccionar una malla espaldera o una doble malla para una mejor sujeción.

Para este tipo de entutorado, primero deberán colocarse los tutores al lado de cada planta. En caso de que el cultivo sea muy grande y en exterior, se podrán unir los tutores entre sí. Una vez instalados, se sujetará la malla a los extremos de las guías y se irá desenrollando para cubrir todo el cultivo a la vez que se sujeta en cada tutor. Una vez que tengamos las plantas rodeadas de malla, podremos ir sujetando las ramas según se vaya necesitando y siempre con la precaución de no lastimarlas.

Además, contar con malla no solo te servirá para mantener tu cultivo más protegido ante la lluvia y el viento, sino que también permitirá, según vaya creciendo la planta, sujetarla a lo largo de la red.

La técnica de cultivo SCROG (Screen of Green) para interiores

Es uno de los métodos más conocidos para optimizar el crecimiento de la marihuana en los cultivos de interior. Esta técnica conlleva el uso de tutores y mallas para sujetar las ramas y redirigirlas según las condiciones de luz y espacio a las que están expuestas las plantas. Sin embargo, no siempre se realiza de la manera correcta. Para obtener los mejores resultados será necesario seguir las siguientes indicaciones:

  • Se debe colocar la malla en horizontal sobre las macetas a una distancia de unos 20 o 40 centímetros. Si no respetamos esta distancia de seguridad será muy complicado regarlas y limpiarlas y la planta tampoco tendrá el espacio suficiente para desarrollar el tallo y las ramas.
  • Una vez que la planta alcance la malla, se deberán ir tejiendo las ramas a lo largo de la red de tal forma que ocupen toda la superficie posible. Cada vez que una rama crezca unos 8 centímetros por encima de la rama se deberá tejer.
  • Será importante vigilar el crecimiento de la planta para que, según vaya alcanzando un mayor tamaño, se pueda ir cubriendo la malla. En caso de que pasen unos días y las ramas hayan crecido en exceso, habrá que tener cuidado de no romperlas.

Recuerda que los buenos cuidados como un correcto entutorado pueden marcar la calidad de una cosecha. Ahora solo piensa cuál es tu tipo de cultivo y elige cuál debe ser el método de entutorado más efectivo para que tus plantas se desarrollen y den el mejor rendimiento posible. ¡Buena cosecha!