Existen muchos beneficios de cultivar tu propio cannabis en interior. Sin embargo, solo se puede obtener la mejor cosecha al conocer los diversos ciclos de luz involucrados durante el cultivo. Y para ello lo fundamental es elegir el tipo de bombilla que mejor se adapte a cada ciclo de la planta.

¿Estás planeando cultivar en interior? Si es así, resulta crucial que comprendas los ciclos de luz que siguen las plantas de cannabis. Y la base para el éxito es imitar el patrón de iluminación natural cuando la planta crece al aire libre.

La etapa de crecimiento (o vegetativa) es vital, pues es cuando los tallos y las hojas comienzan a crecer. En esta etapa la planta de cannabis no produce flores y es cuando es necesario controlar su forma y tamaño. Ahí es donde entra el ciclo de luz: mientras más luz reciba tu planta, mejor será su crecimiento y rendimiento futuro.

Cuando las plantas de marihuana estén en la etapa vegetativa, es conveniente mantenerlas bajo un mínimo de 18 horas de luz (también conocido como fotoperiodo 18/6). Las plantas de cannabis no comienzan a desarrollar flores hasta que comienzan a recibir 12 horas de oscuridad continua. De lo contrario, continuarán en la etapa vegetativa.

Así mientras tus plantas de cannabis reciban aproximadamente 13 horas de luz (o más) todos los días, pueden mantenerse en esta etapa. Pero si eres uno de esos productores que desea que sus plantas crezcan lo más grande posible, entonces incluso puedes mantenerlas bajo luz interior de 24 horas (24/0). Por lo general, la mayoría de los cultivadores prefieren un período vegetativo en interiores de 18/6 durante 4-8 semanas, en torno a 60 días.

Cannabis de interior en etapa de floración

En su estado natural al aire libre, las plantas de cannabis comienzan a desarrollar flores a medida que los días se acortan. Así, la mayoría de los cultivadores de interior cambian el fotoperiodo a 12 horas de oscuridad inmediatamente después de que las plantas hayan alcanzado el tamaño y la forma deseados durante su etapa vegetativa.

Durante la floración, la planta ya no crecerá tanto, aunque pueden llegar a duplicarse en altura y forma. Sin embargo, asegúrate de que tus plantas de cannabis NO estén expuestas a ningún tipo de luz durante las 12 horas que se supone que deben estar en la oscuridad: incluso un piloto encendido o las luces de la calle o de la casa pueden interrumpir gravemente el período de floración.

Una vez que la planta cambia al fotoperiodo de floración (12/12), generalmente hay que esperar otras 10 semanas (de media 2 meses y medio) antes de que los cogollos estén listos para la cosecha. Existen variedades índicas que florecen más rápido (en torno a 60-70 días) y existen variedades sativas que son de floración tardía y pueden irse hasta los 80-90 días.

¿Qué tipo de bombilla debo utilizar?

Para poder elegir bien una lámpara para seguir estos ciclos de luz, primero se necesita saber cuál es el espectro lumínico adecuado para esta planta. Para reflejar lo que ocurre en la naturaleza, las plantas de marihuana necesitan básicamente un espectro de luz azul durante el crecimiento y un espectro de luz roja durante la floración. El espectro verde no las afecta, por lo que si se requiere utilizar una luz en el cultivo sin alterar el ciclo, una lámpara de este color es lo adecuado (por ejemplo, para trabajar mientras las plantas están a oscuras).

Entre el tipo de lámparas que se más se emplean en el cultivo de marihuana se encuentran las HID, también conocidas como luces de descarga de alta intensidad. Cuando hablamos de luces HID, debemos destacar los dos tipos principales: los halogenuros metálicos (MH) y los equipos de sodio de alta presión (HPS).

Estos dos tipos de bombillas se diferencian en que las MH proporcionan una luz azulada “fría”, mientras que, por otro lado, las bombillas HPS tienen un espectro rojizo “más cálido”. Por ello, se recomiendan las MH para la fase vegetativa y las HPS para la fase de floración. En caso de que solo pudieras emplear un tipo de luz, es recomendable el uso de la luz HPS con espectro dual para ambas fases de la planta.

Las lámparas HPS son conocidas por su gran rendimiento, pero generan mucho calor, por lo que puede que sea necesario instalar un sistema de ventilación. Y todas las HID se degradan con el tiempo. Las HM lo hacen más rápido que las HPS, pero ambas requieren ser reemplazadas después de algunos cultivos. Todas las mejores marcas, Philips, Lumatek, Osram o Sylvania, disponen en su catálogo de modelos adaptados a cada periodo de cultivo, pero también existen versiones mixtas, que son lámparas de HPS con espectro dual, es decir, para crecimiento y floración, como por ejemplo:

LEC, la próxima frontera

Las bombillas LEC o CMH (Halogenuro Metálico Cerámico) son la evolución de las bombillas de sodio. Siguiendo la máxima que la mejor bombilla es la que esté lo más cerca posible del rango de espectrometría que produce la luz solar, en este caso la iluminación LEC es la que más se acerca a ese rango, por lo que si la luz emitida es lo más parecida al sol, obtendrás mejores resultados.

Gracias a la calidad de la espectrometría producida por estos equipos de iluminación LEC, se obtienen mejores ratios de gramo/watio y mayor producción y conservación de terpenos. Las lamparas LEC también producen menos calor.

Todas las bombillas LEC del mercado sirven para crecimiento y floración. Pero las que tienen una temperatura de color de 3100K son más adecuadas para marihuana de floración corta. En cambio las lámparas CMH o LEC de 4200K o más son ideales para cultivar marihuana sativa o plantas de floración larga. Existen muchas lámparas LEC en el mercado como son:

¿Y qué pasa con los LED?

Las bombillas LED vienen ganando terreno rápidamente, en parte gracias a su reducido consumo eléctrico y el hecho de que producen poco calor. La inversión inicial es mucho más alta, pero permiten un gran ahorro energético a lo largo de tiempo, además de que tienen una mayor duración. Si bien se puede usar una luz LED de espectro completo para los ciclos de vida vegetativos y de floración, se pueden conseguir paneles de distinta potencia y de distinto espectro, para configurarlas de acuerdo a las fases de la planta. Incluso hay LEDs que incluyen los espectros infrarrojo y UVB, lo que ayuda a la generación de tricomas y, por tanto, a conseguir una mejor calidad de la marihuana.