Al igual que los animales, los vegetales también se estresan si las circunstancias externas no son las idóneas. Cuando una planta de marihuana siente que la fase de floración va a ser complicada, puede convertirse en hermafrodita. Aunque es un proceso natural, significará una menor cantidad y calidad de la cosecha final. Para evitar este problema, te damos una serie de consejos para saber desde cómo identificar si tu planta de marihuana es hermafrodita  hasta conservar el mismo sexo en cada mata.

Cómo saber si mi planta es hermafrodita

En ocasiones puede suceder que te encuentres con una misma planta de marihuana con flores distintas entre sí. Lo más probable es que se deba a que se ha vuelto hermafrodita, es decir, que desarrolla tanto flores masculinas como femeninas. Esta característica no es exclusiva del cannabis y es un proceso corriente que se da en la naturaleza. Sin embargo, no suele suponer una gran alegría para los cultivadores, porque aumenta la posibilidad de que haya un montón de semillas de marihuana durante la cosecha y, en consecuencia, se reduzca la cantidad y la calidad del producto final.

Por eso, es esencial estar atento a los cambios en las plantas, especialmente durante la etapa de floración. A través de unas sencillas pautas y consejos, puedes disminuir la probabilidad de toparte con ejemplares hermafroditas en tu plantación. Si ya los tienes, no te preocupes: hay una serie de tareas que te ayudarán a resolver el problema. 

Lo primero es conocer por qué se produce este fenómeno. Las plantas pueden ser de ambos sexos simplemente por una cuestión genética: según la carga hereditaria de cada una de ellas, esta será más o menos sensible a un posible cambio. Aparte de la cuestión de los genes, un vegetal puede cambiar de sexo a causa del estrés. Aunque parezca sorprendente, las plantas son muy sensibles al ambiente y pueden llegar a estresarse por las constantes actividades de cuidado y atención de los cultivadores, como la poda, la limpieza de las raíces y muchas más tareas. Cuando la planta de marihuana siente que las condiciones de floración van a ser muy difíciles, se convierte en hermafrodita. Por lo tanto, se trata de un remedio que utiliza el mundo vegetal para acortar el período de floración: su truco consiste en que las flores se polinizan entre ellas, ya que hay de los dos sexos.

Aún así, no es necesario tirar la cosecha solo por contar con unos pocos ejemplares hermafroditas, ya que los cogollos de estas plantas se pueden fumar una vez curados y secados. También es cierto que la gran cantidad de semillas puede ser un incordio, pues aportan un mal sabor a la hora de fumar. Además, los cogollos que cuentan con semillas no serán tan potentes y, en consecuencia, la calidad de la cosecha no será la misma. 

Por estas razones, aunque no conlleva un daño inevitable, sí es muy recomendable estar atentos y actuar rápido. En cuanto se detecta una planta hermafrodita, habrá que cortarla y alejarla del resto de la cosecha para que no extienda este rasgo a las demás. 

¿Cómo actuar?

Como es natural, para reaccionar a tiempo es necesario identificar las señales de que una planta de marihuana es hermafrodita. Lo podemos averiguar porque tendrá unos pistilos concretos, con una forma alargada. También nos ayudará que, durante la fase de floración, se pueden reconocer fácilmente las flores masculinas por su color amarillo y su forma similar a un plátano. Cuando veamos estos ‘platanitos’, de forma amarilla y alargada, en cogollos de planta hembra, la planta será hermafrodita. El problema mayor es cuando estos ‘platanitos’ no son ocasionales, sino que se producen con cierta frecuencia y abundancia. 

Así, cuando esté comenzando la floración, hay que revisar con atención las plantas para ver qué tipo de flores tenemos. Si descubrimos flores de los dos sexos tendremos que eliminarlas, porque si no correremos el riesgo de que polinicen toda la cosecha y transmitan el rasgo hermafrodita.

Si tenemos la mala suerte de que la planta se vuelve hermafrodita en plena floración, y dependiendo del número de machos, hay dos soluciones. Si hay muy pocas flores masculinas, podemos quitarlas con unas pinzas esterilizadas con alcohol, tras lo que echaremos un poco de agua en el espacio donde se encontraban, para quitar el polen. Lo siguiente será estar atentos a que no salgan más flores macho: cuando hay muchas masculinas, no quedarán más opciones que eliminarlas todas.

Por último, si el cambio se produce al final de la floración, hay que realizar la cosecha lo antes posible para intentar evitar que las flores masculinas suelten el polen y ‘contaminen’ al resto de la plantación.

Medidas para evitarlo

Los cultivadores se suelen esforzar en crear el entorno ideal para que las matas sufran el menor estrés posible. Aparte de mejorar la calidad del producto final, también sirve para reducir el riesgo de hermafrodismo. Si ningún ejemplar de tu cultivo es hermafrodita, pero quieres evitar que alguna vez suceda, puedes adoptar una serie de prevenciones. 

Para reducir el estrés de las plantas de marihuana y, de paso, que crezca más sana, se recomienda cuidar ciertos aspectos, como el de la iluminación. Por ejemplo, durante la fase de floración, hay que respetar los tiempos de oscuridad. También hay que mantener el ambiente con una buena temperatura; lo aconsejable es, por norma general, menos de 27 ºC. Del mismo modo, se aconseja cuidar las condiciones de humedad y regar con la frecuencia adecuada: tanto la abundancia como la escasez de agua son dañinas. El uso de pesticidas y fungicidas y la sobrefertilización también pueden alterar la plantación. 

Por otra parte, es importante no dejar pasar el día de la cosecha, porque el retraso también afecta a las plantas, ni podar durante la floración. Las raíces dañadas o las ramas rotas también influyen. Por último, la existencia de plagas es un factor importante que afecta negativamente. 

Aunque esta suma de recomendaciones ya es bastante larga, siempre se puede hacer más. Como cultivadores, hay que asegurarse de mantener unas buenas condiciones de higiene en la plantación, realizar las tareas según una rutina y un horario marcado, regar las plantas con agua que no esté muy fría y revisar las hojas con frecuencia en busca de señales de ácaros e insectos. 

Como también se trata de una cuestión de genes, a la hora de comprar las cepas de marihuana que vas a querer cultivar recomendamos pedir consejo a otros cultivadores expertos y leer toda la información que puedas al respecto. El propio banco de semillas suele ofrecer recomendaciones y descripciones sobre el producto y, cuando hay muchos comentarios acerca del hermafrodismo de una especie, suele retirar las cepas del mercado. Además, las semillas de marihuana feminizadas tienen más papeletas de ser hermafroditas frente a las semillas regulares.

A veces, a pesar de haber intentado no estresar a las plantas, revisar a diario las matas y no haber detectado flores de ambos sexos, podemos encontrarnos semillas en la cosecha. Si se produce esto, es que al menos hubo una planta hermafrodita en la plantación. Estas semillas tienen probabilidades de transmitir el rasgo hermafrodita, así que lo mejor es no cultivarlas. 

Recuerda comprar las cepas más adecuadas y, una vez que empieces a cultivar, no estresar más de lo necesario a la planta. Todas estas medidas no solo te servirán para reducir el riesgo de que una planta produzca flores de ambos sexos, sino para que crezca más fuerte y rápido. Con ellas, lo más probable es que puedas deshacerte del rasgo hermafrodita en tu próxima cosecha.