Sea por falta de espacio o por discreción, nuestras plantas pueden compartir espacio con perchas, camisas y zapatos. Eso sí, serán necesarios unos cuidados extra y habilitar un espacio para ello. Las plantas deben estar dentro de un mini armario de cultivo que se puede hacer con una caja de cartón. Las variedades menos olorosas y de bajo tamaño son perfectas para ello.

Cuatro paredes altas, un techo y mucha luz y ventilación, además de agua, fertilizantes y cuidados diarios, para que al cabo de unas semanas tengamos unos cogollos de calidad suprema. Estamos hablando de cultivo de cannabis, sí, pero no en un invernadero, sino en un armario. Pero tampoco en un armario cualquiera: en el mismísimo armario de la ropa de nuestro dormitorio, en el que guardamos las prendas de vestir, el nórdico en verano o la maleta mientras esperamos al próximo viaje.

Los armarios de cultivo de cannabis son excelentes formas de producir cannabis en interior, ya que están preparados para mantener condiciones óptimas de luz, humedad o temperatura. Sin embargo, hay ocasiones en las que no podemos tener uno de estos espacios en casa. Por ejemplo, vivimos en un lugar muy pequeño o simplemente buscamos discreción, si compartimos casa con otras personas o no queremos que las visitas tuerzan el gesto. Para esas opciones, por tanto, podemos usar parte de nuestro armario tradicional. Eso sí, en el caso de que convivamos con más gente, sobre todo si no es de nuestra familia, habría que tantear si son procannabis, para no alterar la convivencia si se enteran de lo que se esconde entre las perchas.

Para comenzar a cultivar marihuana en uno de estos armarios hay que seguir algunos de los mismos consejos que se aplican para el ‘indoor’. Así, las variedades autoflorecientes volverán a ser buenas opciones para producir, ya que no tienen tanta dependencia de la luz o de los ciclos de oscuridad para florecer, y en este caso será más difícil de controlar que en un armario de cultivo. Además, una vez crecen alcanzan un tamaño menor que las feminizadas, algo bueno por el espacio limitado con el que contamos. Si el armario o el espacio disponible dentro de este es pequeño, las Índicas en general son más recomendables que las Sativas. En cualquier caso, siempre puedes doblar los tallos para que crezcan en horizontal.

Además, deberás seleccionar con cuidado tu semilla si quieres que el olor pase desapercibido o que el aroma no impregne tus ropas. Entre las menos olorosas se encuentran la Northern Lights o la Polar Express. Si estas opciones no te convencen, deberías instalar algunos filtros antiolor: de carbono, ionizadores... Para un armario ropero, con un espacio más limitado, quizá te convenga un producto como los geles de ONA: de varios tamaños, basta con abrir la tapa y esperar a que se evapore. 

Un ‘armario’ dentro del armario

Para separar las plantas del resto de la ropa, lo ideal sería construir una especie de caja en la que colocar la maceta (no puede ser muy grande por el limitado espacio, así que una o dos plantas como mucho).

Una pequeña nevera es la mejor forma de camuflar los olores, aunque también podrás crear la estructura protectora de forma sencilla utilizando unos cartones, como muestra el siguiente vídeo:

Incluso hay quien utiliza el cajón de una cómoda. Escojas la opción que escojas, lo recomendable es ocultarla detrás de mantas u otras cajas, por si a alguna persona fisgona se le ocurre husmear. La razón para tener una caja dentro del armario es que luego necesitaremos colocar las luces u otros elementos que obliguen a una determinada estructura, y quizá no podamos modificar todo el armario empotrado a nuestro antojo. Entre las tareas, habrá que hacer agujeros para colocar las bombillas o dejar algún espacio para los filtros, por ejemplo, así que no estará de más que tengas cerca un taladro y otras herramientas de bricolaje. Y si las paredes de la caja o del armario son blancas, ayudarás a que la planta no pierda un rayo de luz; si no, lo recomendable es forrarla con Rollo Plateado Mylar.

Aunque para las autoflorecientes no necesites tanta preocupación por los ciclos de luz, has de tener una luz potente para el interior, regulable con un temporizador. Los expertos recomiendan comenzar con una luz de 250 vatios por metro cuadrado o más si es posible, para que los cogollos que salgan luzcan más. Cualquier opción es buena, aunque los sistemas led ahorran energía y ayudan a la productividad de la planta. Por su parte, las bombillas HPS recrean mejor el efecto del sol. En cualquier caso, y ya que el espacio es muy pequeño, hay que procurar que la luz no esté muy cerca de las plantas, para que no se dañen o quemen. Una distancia de 40-50 centímetros entre maceta y bombilla es una buena idea. Otro truco casero es tocarla: si notamos que está muy caliente, también lo está para la planta.

Indoor casero de marihuana

Hay que respetar los ciclos de luz, de unas 18 horas como mínimo. Al llevarlos a 12 horas (tras pasar entre 8 y 10 semanas, aunque en algunas variedades puede durar más), la planta comenzará a florecer.

La temperatura ideal para un cultivo de interior de este tipo bascula entre los 21,1 y los 28,3 grados Celsius. Para ello, hay que conseguir que el armario esté ventilado y que haya dióxido de carbono, que ayuda al crecimiento de la planta. Las tabletas disueltas en agua No Mercy Supply son una buena opción, ya que liberan el CO2 y están especialmente pensadas para lugares con problemas de ventilación, como pueden ser estos espacios que suelen estar cerrados.

Y en un espacio como este, también has de controlar el pH del agua: lo más probable es que uses agua del grifo, que es muy ácida o alcalina; de ahí que compruebes su nivel antes de usarla y que tengas a mano algún neutralizador para corregir los niveles. Esto has de hacerlo unos días antes de comenzar el cultivo, con el fin de que el agua esté neutralizada antes de regar. Por ello, también debes estar continuamente neutralizando el líquido.

Por último, una vez los cogollos están maduros, las macetas se retiran del armario y se inicia el proceso de secado y curado para disfrutarlos; quizá te vuelva a tocar adaptar el armario para ello.

Comprar un armario para el cultivo de marihuana

Evidentemente, tanto si tienes un poco de presupuesto como si tienes espacio suficiente siempre recomendamos la opción de un armario de cultivo tradicional, donde siempre va a resultarte más sencillo escalar los recursos que vayas a dedicar a tu cultivo como incluir los focos que puedas necesitar, ventiladores y tubos de ventilación con extractores, filtros de carbón activo y demás opciones.

Por ello no podemos dejar de recomendarte que eches un vistazo a la amplia gama que ponemos a tu disposición en nuestra tienda online para comprar un armario para el cultivo de marihuana que se adecue a tu espacio y a tu presupuesto. Pero si no, ve preparando a tus camisas favoritas, que pronto se le unirán unas macetas tan amadas como ellas.