La fibra de coco es uno de los sustratos más adecuados para cultivar marihuana tanto en interiores como en exteriores, ya que es muy fácil de usar si tenemos en cuenta algunas reglas básicas. En este post ofrecemos algunos consejos para obtener el mejor resultado cultivando con este material.

La fibra de coco es una fibra de origen natural, reciclada y procesada. Se extrae de la cáscara de los cocos, que se cultivan principalmente en India y Sri Lanka. Lo que hasta hace unas décadas se consideraba un material de desecho sin valor alguno ahora se usa como un sustrato del cultivo de cannabis de alta calidad, tanto en interiores como en exteriores. Para ello, este producto se lava, deshidrata y se compacta en bloques o planchas, lo que lo convierte en un sustrato ligero y económico, fácil de transportar y manipular. Con un pH entre 6,5 y 7, la fibra de coco puede compararse con un suelo, aunque con la característica de que es inerte, es decir, carece de fertilidad.

El cultivo en planchas de fibra de coco

En los últimos años, muchos de los cultivadores que solían usar tierra también comenzaron a agregar fibra de coco en sus mezclas, con el objetivo de obtener sustratos domésticos que fuesen más eficientes. La principal ventaja de este material es su mayor capacidad de drenaje, lo que permite mantener las raíces más oxigenadas. Además, suelen añadirse otros productos complementarios, como perlita o arcilla expandida, lo que mejora los resultados. De hecho, hoy en día es fácil encontrar bolsas de mezclas preparadas de fibra de coco y arcilla expandida.

El primer paso para cultivar con este material es sumergirlo en agua. Con una sola plancha y 5 litros de agua se pueden obtener aproximadamente 10 litros de sustrato. Una vez realizado este paso, hay que agregarle perlita o arcilla expandida y mezclarlo a mano en un recipiente del tamaño adecuado. Es importante asegurarse de que las planchas sean de calidad, ya que en caso contrario pueden deshidratarse en exceso. O lo que es peor, su consistencia puede ser difícil de romper, lo que menguaría sus propiedades. Una vez que las raíces han salido, los esquejes o plántulas se pueden trasplantar con facilidad a macetas más grandes, con el mismo o con cualquier otro sustrato.

Otra opción es utilizar la fibra de coco directamente prensada en planchas. Son las llamadas ‘slabs’planchas COGr, un sistema probado que se está convirtiendo rápidamente en el principal medio para el cultivo en invernaderos de países como Holanda. Consisten en una mezcla especialmente diseñada que se compone de cáscara de coco, fibra de coco y granulado de coco. Este medio ofrece la ventaja de estar aireado, permitiendo así un mayor control sobre él y dando lugar a un desarrollo más rápido de las raíces y un mejor rendimiento.

Las planchas COGr pueden reutilizarse hasta 3 veces sin perder calidad y hacen que las plantas sean más resistentes a altas temperaturas. Además son rígidas y ligeras como plumas, lo que las hace fáciles de transportar. Solo lleva una hora plantar 250 plantas nuevas, quitando las plantas antiguas y plantando las nuevas en los agujeros que dejan, por lo que no es necesario cargar con nuevas planchas o pesadas bolsas de sustrato para cada cosecha.

Fertilizar el cannabis cultivado en fibra de coco

En general, en la fibra de coco los fertilizantes hidropónicos funcionan mejor que la mayoría de los fertilizantes orgánicos en el suelo. Sin embargo, es posible encontrar en el mercado otros especialmente formulados para el cultivo del coco, muy prácticos y efectivos.

La fibra de coco es muy adaptable, por lo que tolera mejor los cambios nutricionales que el sistema hidropónico, pero no ofrece la misma capacidad amortiguadora que un suelo normal, aunque ello no implica una menor seguridad en el desarrollo del cultivo. Por otro lado, el propio productor es quien debe valorar cuándo regar y fertilizar las plantas, según el peso de las macetas, tal como se hace en el cultivo normal con suelo.

A diferencia de la mayoría de los suelos vendidos en el mercado, la fibra de coco no es fértil por sí misma, por lo que es imprescindible agregar una solución fertilizante ligera de forma inmediata. El pH del agua debe verificarse, con el fin de que sea adecuada para las plántulas. El valor perfecto es 6. Para mantener estos valores y obtener las cantidades más adecuadas de nutrientes existen dos posibilidades. La primera es comprar fertilizantes de alta calidad ya formulados con un pH equilibrado. La segunda es utilizar los elementos clásicos utilizados en hidroponía: un medidor de pH y líquidos reguladores de pH para subir o bajar los valores. Por tanto, pueden usarse fertilizantes ya formulados y balanceados para el cultivo de hidro y coco, o usar los métodos más clásicos, en los que el productor ajusta el nivel de pH.

Un inconveniente es que la fibra de coco pierde calcio fácilmente, lo que puede aumentar las dificultades para obtener las proporciones correctas de nutrientes, sobre todo al agregar fertilizantes diseñados para hidropónicos y estimuladores. El hierro es otro microelemento que no retiene. Sin un control adecuado, las plantas pueden manifestar deficiencias difíciles de manejar, lo que compromete los rendimientos finales. La forma de evitar complicaciones es utilizar fertilizantes adecuados desde el primer momento.

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Respetuoso con el medio ambiente y resistente a plagas

La capacidad de retener la humedad y al mismo tiempo oxigenar las raíces son dos cualidades que hacen de estas planchas un artilugio ideal para el desarrollo de las raíces de las plantas de cannabis. Además, retienen el fósforo que, combinado con las características anteriores, estimula aún más el crecimiento de las plantas.

Por otra parte, hay que destacar que la podredumbre de la raíz o los ataques de parásitos son mucho menos frecuentes en las plantas cultivadas con este sistema. Ello permite que las raíces se desarrollen más rápido.

Por último, este producto ofrece un sistema de cultivo sostenible con el medioambiente, ya que es natural y reutilizable. De hecho, si no fuese por este uso, probablemente esta parte del coco se desecharía y se tiraría. Con ello, se reduce la producción de desechos.

El cultivo de cannabis con fibra de coco es un procedimiento bastante sencillo que ofrece muchas ventajas, especialmente a aquellos que se inician en el apasionante mundo de la marihuana. En cualquier caso, es solo una de las muchas alternativas que existen. De cada cultivador depende escoger bien la que mejor se adapte a sus habilidades, circunstancias y expectativas.