El curado de la marihuana es uno de los factores más importantes para determinar la calidad, apariencia, olor, sabor y potencia de la planta. Después de secar los cogollos, es importante almacenarlos a un nivel de humedad constante mientras se curan, para asegurarse de que alcancen su máximo potencial. Hoy te presentamos algunos productos presentes en nuestro catálogo que te ayudarán a lograrlo.

El curado de la marihuana es uno de los aspectos menos valorados en la producción de cannabis, pero es fundamental para obtener un producto de calidad ya que permite que los compuestos de la planta se descompongan adecuadamente. El sabor y el aroma mejorarán continuamente durante el proceso de curado si la humedad se mantiene en los niveles correctos. ¿Cuánto tiempo? ¿Cuál es el nivel óptimo de humedad? Esta es, sin duda, una de las preguntas que más frecuentes que se hacen los cultivadores. Porque como si de un buen vino se tratara, la calidad de nuestro cannabis puede mejorar con el paso del tiempo.

Un curado apropiado aumenta la potencia

A través de un proceso denominado biosíntesis, diversos compuestos y cannabinoides de la marihuana se convierten en otros nuevos compuestos químicos en la última fase del crecimiento. Por ejemplo, el ácido tetrahidrocannabinólico (THCA) se convierte durante este proceso en el principal compuesto psicoactivo del cannabis, el THC

Si la planta se mantiene con unas condiciones de humedad y temperatura determinadas, la conversión de cannabinoides psicoactivos continuará y por lo tanto los cogollos seguirán ganando potencia. Cuantas más prisas nos entren durante esta fase, proporcionando unas condiciones más cálidas y secas para acelerar el secado, más rápido se detendrá esta transformación de compuestos en THC y menor provecho le habremos sacado a la planta.

¿Cuál es el mejor nivel de humedad para curar la marihuana?

El mejor nivel de humedad para curar la marihuana es entre 60 y 65 % y una temperatura alrededor de 15 - 22 ºC. Antes las plantas se secan durante 5-10 días, aunque esto no significa que los cogollos hayan perdido toda su humedad. 

Una vez secos, los cogollos se colocan en frascos de vidrio u otros recipientes que es necesario hacer “eruptar”, abriéndolos durante unos minutos al día para que se airee el interior, lo que seca el exterior de los brotes lo suficiente como para extraer la humedad restante. Después de la primera semana, solo necesitará abrir los tarros una vez cada pocos días. El uso de un termohigrómetro para controlar la humedad en el frasco hace que sea fácil mantener los niveles de humedad en el rango ideal. 

También debemos deberemos elegir un buen recipiente para el curado. Muchos cultivadores aseguran que las cajas de madera garantizan mejores resultados que los botes de cristal. Por ejemplo, las cajas de madera de 00 Box, disponibles en cuatro tamaños, están hechas de cedro, una madera noble poco porosa, lo que facilita el curado y aporta una característica fragancia, mejorando a la vez sus cualidades organolépticas. Incluso incorporan un higrómetro para medir la humedad y un humidificador para mantenerla en torno a ese 60 - 65 %. Estas cajas también te servirán para la extracción de tricomas, gracias a una malla en su fondo.

Otra opción son las cajas de curado de FumBox, que están fabricadas con okume, un tipo de madera de origen africano, muy resistente a la humedad y que preserva los aromas originales de la hierba. Su gama va desde cajas de curado de tamaño bolsillo para transportar marihuana de forma discreta, hasta cajas verticales con higrómetro analógico incorporando, y llegando hasta el modelo Large B4CC con dos bandejas interiores con capacidad 50/60 g cada una, lo que permite almacenar diferentes variedades al mismo tiempo.

Una vez introducida nuestra hierba en las cajas, colócalas en un lugar fresco, seco y oscuro. En el primer día notarás que los cogollos ya no están tan crujientes y secos por el exterior, ya que la humedad del interior de las flores rehidrata las porciones externas. 

¿Cómo controlar la humedad para que la marihuana no esté demasiado seca o húmeda?

Si tu marihuana se vuelve demasiado seca durante el curado, será muy desagradable de fumar. Si está demasiado húmeda, las bacterias anaeróbicas producirán un cannabis podrido o con moho.

La mejor solución para mantener la humedad a un nivel constante pasa por usar en los frascos bolsas de control humedad al 62%, que proporcionan un control de humedad bidireccional, lo que significa que pueden reducir la humedad si es demasiado alta, además de elevarla cuando está baja hasta alcanzar este porcentaje.

Otra marca a tener en cuenta es Integra, que incluye Integra Boost, un práctico kit estabilizador que contiene una bolsita de control de humedad 62% y una tarjeta indicadora del cambio de sobre. También disponemos de sobres Boost 62% en formato 67g, pensados para un contenedor con una cantidad aproximada de 12 a 28 gramos de flores secas.

Aunque los cogollos ya estarán listos para fumar después de dos a cuatro semanas, el curado continuo de cuatro a ocho semanas mejorará aún más el sabor y la potencia de la marihuana. Como regla general, el cannabis estará totalmente curado cuando su humedad esté entre el 8 % y el 10 % y cuando esté seco, crujiente y esponjoso al mismo tiempo.

El envasado final de la marihuana

Una vez que el cannabis se haya secado y curado correctamente, se reduce en gran medida el riesgo de moho y bacterias y puedes almacenarlo a largo plazo. 

Para ello hay que elegir un recipiente de calidad que nos garantice que nuestra marihuana está libre del aire y la humedad en su interior. Una buena opción son los botes herméticos de Tightvac, disponibles en tamaños que van desde los 0,12 litros a los 2,35 litros. Estos recipientes cuentan con un sistema de envase al vacío que hace que quede perfectamente sellado sin que las condiciones del exterior influyan en su contenido. 

Aunque la marihuana no tiene una fecha de caducidad establecidad y, como ya hemos explicado, sus propiedades pueden incluso mejorar con el paso del tiempo, los expertos recomiendan consumirla durante los primeros siete meses de conservación. A partir de ese momento dejará de incrementar sus cualidades psicoactivas y es posible que pierda poco a poco el gusto y el aroma que la caracteriza.

Los factores que entran en juego a la hora de mantener intactas las cualidades de nuestros cogollos son diversos y, según las circunstancias, puede ser complicado tenerlos todos controlados. No obstante, merece la pena intentarlo. Utilizar los artículos que os hemos comentado, y dar con un lugar fresco, oscuro y evitar exponer la marihuana a peligros innecesarios será suficiente para que disfrutemos de ella con la única preocupación de que no se acabe demasiado pronto.