¿Vas a hacer esquejes de una planta madre de marihuana por primera vez? ¡No desperdicies tus clones! La propagación por esquejes es una técnica fácil, pero existen algunos errores comunes que pueden arruinar tus posibilidades de éxito. Si esperas transformar una planta en muchas, evita estos grandes errores de la clonación.

Varios meses después de germinar una semilla de marihuana, podrías querer conservar una genética excepcional o un individuo descomunal. La mayoría de los cultivadores harán esquejes de marihuana, una técnica avanzada cuyo objetivo es prolongar su esperanza de vida y obtener plantas robustas y más sanas de una forma más económica. Sin embargo, conseguir que unos tallos desarrollen raíces fuertes y sanas no es tan sencillo como parece, pero os lo contaremos todo en este post.

¿Qué materiales son necesarios para hacer esquejes?

Al igual que con las numerosas técnicas de cultivo, el material tendrá un papel fundamental, ya que marcará una diferencia entre el éxito y el fracaso.

Los accesorios

Para hacer esquejes de marihuana, tienes que preparar una zona de trabajo limpia y desinfectada para evitar cualquier problema de higiene. Para realizar el corte, necesitarás unas pequeñas tijeras de poda (preferiblemente de acero), o un bisturí, aunque también puedes recurrir a un cúter si no tienes nada más.

Lo ideal sería disponer de un pincel, de hormonas de enraizamiento, de un sustrato adecuado y de un mini invernadero, que nos ayudará a mantener la temperatura y la humedad adecuadas para los esquejes de marihuana.

El sustrato para los esquejes

El sustrato es un elemento fundamental para cualquier cultivo de marihuana, pero lo será aún más para los esquejes de marihuana. Respecto al sustrato en el que los plantaremos, tenemos varias opciones :

  • Los jiffys, de coco o turba : para los esquejes de cannabis, lo mejor es decidirse por el modelo de 31 mm. Sin embargo, después de hidratarlos, tendrás que deshacerte del agua sobrante apretándolo con la mano para evitar que el esqueje se pudra durante los primeros días. Además, también habrá que controlar que no se reseque demasiado.
  • La lana de roca : este sustrato permitirá controlar fácilmente la nutrición, pero habrá que prepararla con antelación para que presente el pH más adecuado. Para ello, hay que sumergirla en agua con un pH de 4,5 y una EC de 0,4 durante 12 horas. De esta manera, el pH de la lana de roca se estabilizará en 5,5.
  • En suelo : algunos cultivadores optarán por plantar los esquejes de marihuana en una maceta con tierra que habrá que preparar con una mezcla que no tenga demasiados nutrientes y que regaremos con agua con un pH entre 5 y 6. En este caso, habrá que tener en cuenta que una vez introduzcamos el esqueje habrá que rellenar el agujero previamente creado alrededor para conseguir una masa compacta.

¿Qué planta madre y qué rama elegir?

La calidad de una planta madre es muy importante. Si la madre es vigorosa, los esquejes se desarrollarán también con mucho vigor y los resultados deberían ser de calidad, por eso deberás elegir bien la madre. Te explicamos cómo.

La planta madre para los esquejes

Como bien sabes, el objetivo de unos esquejes de marihuana es multiplicar el número de plantas y seguir manteniendo las características de la original, por eso es esencial elegir un individuo fuerte, que todavía no haya entrado en fase de floración y que esté totalmente sano.

Si la planta madre demuestra una buena producción, un sabor agradable, un efecto increíble o un gran vigor, el esqueje de cannabis conservará esos rasgos y los reproducirá. Sin embargo, este patrimonio genético funciona a dos bandas, ya que la presencia de insectos o de enfermedades fúngicas en la planta madre se trasladará al esqueje, siendo además este un objetivo mucho más indefenso.

Las mejores ramas para clones

Para hacer esquejes de marihuana, las mejores ramas suelen ser las de la parte media. Las de la parte baja también podrían servir, pero tardarían más en crecer, debido a que las hojas son más reducidas. Finalmente, las de la parte superior son más susceptibles de coger hongos. Además, tendremos que asegurarnos de que la rama elegida tiene al menos cuatro nudos. De esta forma, podremos realizar el corte justo por debajo del tercero y aún quedará otro nudo en la rama para que siga creciendo. Aún así, cuantos más nudos tenga y podamos dejar intactos, mejor.

De los como mínimo tres nudos de nuestro esqueje, al menos dos deberán quedar por encima de sustrato. Estos nudos se convertirán en nuevos brotes una vez que nuestro esqueje enraíce. Enterrado en el sustrato estará el tercer nudo, con el objetivo de aumentar las posibilidades de enraizar. Aunque también pueden desarrollarse raíces a partir del propio corte, un nudo enterrado ayudará a que nuestro esqueje consiga crecer.

¿Cómo cortar las ramas para hacer esquejes?

Una vez que tenemos preparado el sustrato en el que vamos a plantar el esqueje y las hormonas de enraizamiento que le aplicaremos al tallo cortado, es hora de proceder al corte. El corte debe hacerse por debajo de un nudo, lo más cerca posible de este y con un ángulo de 45 grados que favorecerá el crecimiento de las raíces. Si vamos a cortar varias, lo mejor es que tengamos preparado un vaso con agua para introducirlas inmediatamente y que el tallo cortado no pase apenas tiempo en contacto con el aire. Una vez que tenemos tantos esquejes cortados como queramos, llega el momento de aplicarles hormonas de enraizamiento.

Para aplicar las hormonas, en gel o en polvo, podemos emplear un pincel o, directamente, sumergirlas en la sustancia. Algunos cultivadores emplean ambos tipos, dándoles primero una capa de hormonas en gel y luego en polvos. Hecho esto, el esqueje se introduce en el jiffy, lana de roca, maceta o semillero que hayamos preparado, rellenado el hueco restante si se trata de tierra en la que hayamos cavado previamente un pequeño agujero. 

Las primeras semanas de enraizamiento

Una vez que nuestros esquejes de marihuana están plantados llega el momento de meterlos en el invernadero, el clonador automático o la cúpula de humedad de la que dispongamos. Para que los esquejes enraícen debemos mantenerlos a una temperatura de entre 18 y 22 ºC y con una humedad que debe situarse entre el 80 y el 90 %. Colocados bajo la luz fluorescente, debemos programar un fotoperiodo de 18 horas de luz y 6 de oscuridad. 

Tras introducirlos, tendremos que pulverizarlos y cerrar el invernadero durante al menos 24 horas. Será a partir del segundo día cuando ya tengamos que abrir el recipiente una vez al día durante uno o dos minutos. Esto permitirá que fluya el aire con el objetivo de evitar posibles plagas y hongos. Además, también deberemos comprobar si los esquejes de cannabis necesitan más humedad. Si es así, hay que pulverizarlos con un poco de agua y también a las paredes del invernadero.

A partir del quinto día se puede empezar a abrir el invernadero más a menudo y también dejar las escotillas del recipiente abiertas para que los clones tengan ventilación. Sin embargo, es clave comprobar que no se están deshidratando, por lo que habrá que mantener las pulverizaciones. Hay que tener en cuenta —y este suele ser un fallo de novatos— que todavía no habrá sido necesario regar los esquejes, ya que la clave es mantener la planta visible húmeda y el sustrato con menos hidratación. 

Será a partir del octavo día cuando puede suceder que el sustrato que hayamos utilizado empiece a secarse. Será entonces cuando habrá que hidratarlo de nuevo, sin cometer exageraciones, ya que una de las muertes más habituales en los esquejes se produce por un exceso de hidratación que los lleva a pudrirse. 

Cuando hayan pasado doce días llega el momento de destapar el miniinvernadero de forma permanente y, si todo ha funcionado adecuadamente, nuestros esquejes se mantendrán erguidos. Si aún no están listos, tenderán a doblarse. En ese caso, tocará tapar de nuevo el invernadero y esperar unos días más. Si se mantienen sin problemas, habrá que seguir pulverizándolos un par de veces diariamente, y ya estaremos cerca de conseguir que lleguen a buen puerto. 

Finalmente, en torno a los 15 días, podremos comprobar que los clones ya cuentan con las primeras raíces. Por supuesto, no todas las variedades requerirán del mismo tiempo. Algunas enraizarán antes, a partir de los 10 días, y otras podrán tardar hasta 20. Eso sí, y sintiéndolo mucho, si vuestros esquejes llegan a los 25 días sin raíces es probable que ya no lo consigan. Una vez que estén listos, solo quedará trasplantarlos a su sustrato definitivo y tratar la tierra con algún fertilizante de crecimiento durante las siguientes semanas.

Los errores durante el clonaje

Los cultivadores con poca experiencia en el clonaje cometerán a menudo errores que se podrán evitar con el tiempo. Para evitarte estos problemas, te hemos preparado una serie de errores comunes.

Errores de iluminación

A algunos cultivadores les gusta mantener sus esquejes bajo una luz constante de 24 horas. Sin embargo, al enraizar clones, esta luz constante es innecesaria. En cambio, la mayoría de los cultivadores optan por 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad. Tampoco se necesita una luz de alta intensidad. Se puede optar por una luz fría de bombillas LED o de fluorescente, que se colocan lo suficientemente cerca de los esquejes para evitar el estrés por calor. En este punto del proceso de clonación las plantas son delicadas y cualquier estrés adicional puede afectar a su viabilidad.

Errores de humedad

A los esquejes en su fase incipiente les gustan los ambientes cálidos y húmedos. Como tal, los kits de germinación y propagación (o mini invernaderos) se utilizan para mantener las condiciones óptimas para que las plantas echen raíces. Las cúpulas de plástico atrapan la humedad evaporada y ayudan a mantener una temperatura constante para las plantas. Sin embargo los ambientes cálidos y húmedos también son un campo abonado para los mohos, hongos y patógenos. Por esta razón, la ventilación es necesaria.

Los pequeños orificios en la cubierta de plástico permiten un mayor flujo de aire y que el oxígeno entre hacia el interior, lo que reduce las posibilidades de que el moho y la infección prosperen en el entorno cerrado. Si bien es útil optar por un 80 % de humedad, es un error común suponer que los nuevos clones necesitan 100 % de humedad para enraizar de manera efectiva.

Errores de temperatura

La ventilación también tiene otro propósito: el control de la temperatura. Las raíces y la parte aérea de los esquejes de cannabis crecen en diferentes rangos de temperatura. Las raíces, que se enfrían naturalmente bajo tierra y a la sombra del sol, crecen en temperaturas de 24-27 ℃, mientras que la masa vegetal a menudo lo hace en temperaturas más altas, hasta 29 ℃. Mientras los clones están enraizando, es una buena práctica verificar la temperatura regularmente y ajustar la ventilación según sea necesario.

Errores de limpieza

La limpieza es uno de los aspectos más subestimados en la preparación de clones. Dado que los esquejes arraigan mejor en ambientes cálidos y húmedos, las infecciones patógenas pueden alcanzarlos fácilmente. Por eso es necesario esterilizar la superficie de trabajo antes de cortar y preparar los clones, lavar el kit de propagación con agua tibia y jabón, así como las tijeras de podar antes de cortar. También es conveniente mantener el compost, otras plantas y los desechos lejos de los nuevos esquejes.

Errores nutricionales

Además de enraizar con hormonas, los cultivadores principiantes también cometen errores cuando se trata de la nutrición de los esquejes. Fertilizar de inmediato puede quemar las raíces de tus clones. Sin embargo, si no se agregan fertilizantes al medio de cultivo se corre el riesgo de obtener plantas endebles.

Como tal, se recomienda regar el medio de cultivo en una solución nutritiva especialmente formulada para clones delicados. Remoja la fibra de coco, lana de roca u otros cubos de propagación en una solución como First Food de Root it, un producto especialmente formulado para la alimentación y el cuidado de las plantas en sus primeras fases de propagación, para fomentar un crecimiento saludable de las raíces con el tiempo.

Preguntas frecuentes

¿Por qué es bueno cortar en ángulo de 45°?

Cuando cortes los esquejes, usa una cuchilla o unas tijeras de podar muy afiladas. El corte debe hacerse por debajo de un nudo, lo más cerca posible de este y con un ángulo de 45 grados que favorecerá el crecimiento de las raíces. Cortar en ángulo en lugar de en línea recta crea una mayor superficie, lo que permite una mayor absorción de las hormonas de enraizamiento. También se recomienda raspar con un escalpelo un par de centímetros alrededor del corte, para quitar un poco de tejido vegetal y propiciar así una mayor superficie susceptible de formar raíces.

¿Se deben colocar los esquejes en agua?

Uno de los mayores errores de clonación es esperar demasiado para colocar los esquejes en agua. Sumerge el tallo de los esquejes en agua inmediatamente después del corte. Si los esquejes no se colocan directamente en un recipiente con agua, se puede formar una burbuja de aire en el tallo. La formación de burbujas de aire no solo bloquea la absorción de agua, sino que evitará que la planta forme raíces correctamente.

¿Cómo controlar el estrés con hormonas de enraizamiento?

Antes de colocar el clon en su medio de cultivo (tierra, fibra de coco, lana de roca, etc...), el extremo cortado debe recubrirse con hormonas de enraizamiento. El factor de enraizamiento más común es el ácido indol-3-butírico (IBA). Sin embargo, incluso con la ayuda del IBA, el proceso de preparación del clon puede estresar la nueva planta.