En la iluminación para el cultivo de interior, el balastro es el componente del sistema eléctrico que regula el voltaje que recibe cada lámpara. Sin un balastro para regular este voltaje, las luces extraen incontrolablemente tanta corriente de una fuente eléctrica que podrían sobrecalentarse y quemarse en segundos.

La mayoría de los cultivadores de interior saben que sin balastro una lámpara de cultivo no funciona, pero no están exactamente seguros de lo que eso significa. Así que para comprender lo que hace un balastro, es importante saber primero cómo funciona una lámpara de cultivo.

¿Qué es un balastro?

Las lámparas de cultivo fluorescentes compactas (CFL) o de descarga de alta intensidad (HID), como pueden ser las de mercurio, de halogenuro metálico (HM) o de sodio a alta presión (HPS), utilizan esencialmente dos componentes para proporcionar luz: un arco eléctrico y un gas (generalmente en un estado sólido como el sodio). Gracias a la electricidad, la bombilla recibe suficiente voltaje para iniciar ese arco eléctrico a fin de derretir el sólido para convertirlo en gas y producir la luz.

Sin embargo, una vez que ese sólido se convierte en gas, la bombilla no necesita tanta electricidad para mantenerse encendida, ya que en estado gaseoso la resistencia de la lámpara disminuye, por lo que necesitará menos energía para seguir funcionando.

En ese caso, se necesita reducir el voltaje que recibe la bombilla. Eso es lo que hace un balastro: ayuda a regular el arco eléctrico en una lámpara para que no se queme, manteniendo el flujo de corriente constante, lo que aporta una luz estable y uniforme, sin parpadeos. Si no tuvieras balastro, le darías a tu bombilla demasiada electricidad y la fundirías; o la electricidad no sería lo suficientemente fuerte como para convertir ese material sólido en el gas que producirá la luz.

¿Balastro electrónico o balastro magnético?

Básicamente, existen dos tipos de balastros: balastros magnéticos y balastros electrónicos.

Los balastros magnéticos se componen de una serie de bobinas de cobre envueltas alrededor de conectores de metal. Cuando está enchufado, el balastro enviará energía a través de esas bobinas para regular la electricidad que necesita la bombilla. Todos esos componentes se calentarán y necesitan mucho enfriamiento constante para mantener las luces, plantas y cuarto de cultivo a salvo del calor. Muchos cultivadores de marihuana prefieren los balastros magnéticos debido a su bajo precio, pero dispersan mucha energía térmica.

Ahí es donde entran en juego los balastros electrónicos, que en lugar de bobinas y bases metálicas, utilizan una serie de semiconductores y componentes electrónicos para regular el voltaje que recibe una bombilla. Estos componentes también se calientan, pero debido a su pequeño tamaño, la mayoría (si no todos) de los balastros electrónicos tienen ventiladores internos para mantenerlos frescos cuando están en funcionamiento (como ocurre en un ordenador). Además, los balastros electrónicos no producen vibraciones y también pueden evitar el parpadeo habitual de los balastros magnéticos.

En algunos casos, también verás balastros electrónicos etiquetados como 'balastros digitales'. Esto es cuando un balastro contiene un microprocesador. Lo bueno de un balastro digital es que puede ejecutar las mismas funciones que los balastros electrónicos, pero es capaz de ofrecer un mayor nivel de precisión. Los balastros digitales también se pueden regular en cualquier punto entre 400 y 1000 vatios. Sin embargo, este suele ser el tipo de balastro más caro.

¿Qué significa la potencia de un balastro?

Cada balastro tiene una potencia de salida particular y debe estar de acuerdo con la potencia que soporta la bombilla. Algunos balastros tienen un regulador para modificar el voltaje mientras que hay otros que solo tienen un voltaje de salida único.

Los balastros normalmente funcionan con una conexión de alimentación de 175 a 275 V. Algunos modelos comerciales también pueden funcionar a 220 V, 347 V, 400 V y 480 V. Aquellos con voltaje fijo se pueden usar en espacios de crecimiento o en salas de plantas madre, donde la luz siempre está encendida.

En cambio los balastros regulables se pueden utilizar en las salas de cultivo de marihuana donde se lleva a cabo todo el ciclo de cultivo, ya que se puede modificar la potencia de salida al 50%, 75%, 100% y 110%, dependiendo de la cantidad de luz que necesite la planta en cada fase. Por ejemplo, en la fase de crecimiento se puede cultivar marihuana a un 75% de potencia, pasar al 100% en la fase de floración e incluso al 110% en el momento de engorde de los cogollos.

Así, normalmente los cultivadores de cannabis utilizan un balastro con una potencia de salida de 600 W, que se puede ajustar a 250 W, 400 W, 440 W y 660 W, según el modelo. También existen balastros de, por ejemplo, 1000 W, con un regulador de potencia con 4 configuraciones diferentes: 600 W, 750 W, 1000 W y 1000 W SL, es decir con función 'Super Lumens', para hacer más denso el cogollo en la fase de engorde.

¿Puedo usar un balastro con una lámpara LEC?

LEC es el nombre con el que se conoce a la nueva tecnología basada en CMH (Halogenuro Metálico Cerámico), una evolución de las lámparas de halogenuros metálicos y que se están volviendo muy populares entre los cultivadores de interior. Las luces LEC tienen potencias de 315W, 630W o 945W, por lo que podrían ser un poco más complejo combinarlas con un balastro que no está hecho explícitamente para este tipo de lámparas. Por eso existen balastros LEC en el mercado que son específicos para este tipo de iluminación.

¿Necesitan las lámparas LED un balastro?

Las luces LED no requieren balastro porque se pueden conectar directamente a una toma de corriente estándar, ya que funcionan de manera diferente y solo necesitan corriente continua. Cuando usas luces LED para cultivar cannabis, todo lo que necesitas está incluido dentro de la propia carcasa de la lámpara, por lo que un componente adicional, como un balastro, no es necesario.

Y recuerda que los balastros magnéticos pueden calentarse porque son los principales productores de calor cuando se utilizan lámparas HID. Así que mantener el balastro fuera del espacio de cultivo ayuda a controlar la temperatura. Y asegúrate de que estén bien ventilados, por lo que nunca deben cubrirse. Y limpios, ya que la pelusa y el polvo pueden provocar incendios.