No hay nada que haga que un fumador de marihuana parezca más novato que cuando tose después de cada calada. Y seamos sinceros, nadie quiere ser considerado un aficionado en un momento en que consumir cannabis se está volviendo tan popular. Afortunadamente, existen algunas cosas que puedes hacer para intentar toser menos. ¡Presta mucha atención, tu reputación está en juego!

El humo de la marihuana, al producirse por la quema de material vegetal, contiene muchas sustancias resultantes de la combustión, como alquitrán, monóxido de carbono y a veces diminutas brasas calientes; esto consigue irritar la garganta, los pulmones y el sistema respiratorio. Cuando se fuma, el humo caliente se acumula en los pulmones y el cuerpo se defiende: trata de deshacerse de él provocando tos y una producción excesiva de moco.

Aunque el humo del cannabis no acarrea los mismos daños que el del tabaco, en Europa somos dados a mezclar ambas sustancias. Y aunque estuviéramos fumando un ‘verde’ sin una hebra de cigarro, también nos puede causar síntomas similares a los de la bronquitis provocada por el tabaco. De cualquier modo estamos exponiendo a nuestros órganos a un elemento agresivo. Y debemos minimizar los riesgos todo lo posible:

Prepara los pulmones

Los pulmones vírgenes necesitan algo de refinamiento antes de estar listos para este tipo de consumo. Hacer ejercicios de respiración prepara a tus pulmones para recibir una buena cantidad de aire caliente. Antes de empezar, intenta hacer un par de inhalaciones de al menos 4 segundos cada una, y una exhalación igual de larga. Esto también puede ayudar a disminuir el dolor en caso de que comiences a toser.

Procura dar caladas pequeñas

Es un instinto natural saltar a la arena con los grandes y comenzar a fumar como un indio navajo, pero ahí es donde la mayoría de los principiantes se equivocan terriblemente. Esto no es una competición. Empieza dando caladas cortas y ves acostumbrado tus pulmones. Además, consumir en pequeñas cantidades te da la oportunidad de experimentar la “microdosis” de la marihuana, la cual conlleva toda una serie de beneficios.

Elige bien el método de consumo

El calor excesivo también puede causar tos. Si calientas la marihuana en un bong o pipa de agua, el agua consigue reducir la temperatura del humo y atrapar las brasas, que son dos de los principales motivos por los que nuestros tejidos blandos del sistema respiratorio se irritan. Y el humo resultante es más suave. Aunque cuidado, si eres un consumidor novato, aspirar demasiado humo de una vez también puede causar tos. Hay casos en los que tras la inhalación de una gran nube del bong, es difícil de expulsar todo el humo residual del pulmón, provocando la tos al final de la exhalación.

Inhala rápidamente

Otro movimiento profesional que ayuda a mantener la tos al mínimo es inhalar rápidamente después de recibir la calada. Uno de los errores más comunes de los principiantes es dudar si aspiran el humo inmediatamente hacia los pulmones, manteniéndolo unos segundos en la boca. Esto a veces puede hacer que el humo quede atrapado en la garganta, y ahí es cuando el cuerpo se vuelve loco en su lucha por la supervivencia.

No eches el humo por la nariz

La cavidad nasal, al igual que el resto del cuerpo, está compuesta por un ecosistema propio lleno de microorganismos y virus beneficiosos. Una investigación llevada a cabo sobre el tabaco ha descubierto que fumar provoca cambios importantes en esta flora nasal. De igual forma, echar el humo de la marihuana por la nariz también puede aumentar el número de bacterias patógenas en la zona y hacer que los consumidores sean más propensos a las infecciones.

Consume marihuana de mayor calidad

Algunas de las variedades que se venden en el mercado negro pueden contener pesticidas peligrosos y otros productos químicos que hacen que incluso las caladas más pequeñas sean demasiado duras. Por lo tanto, es mejor conseguir el cannabis en un lugar de confianza o cultivarlo uno mismo con un enfoque orgánico. Eso podría marcar la diferencia cuando se trata de controlar esos ataques de tos.

Prepara tu hierba con mimo

No seas flojo y tómate el tiempo de retirar todas las ramitas de tu mota, pues si intentas fumar eso, el humo será mucho más violento. Utiliza un grinder para triturar el material vegetal para así lograr que la marihuana quede sin grumos o trozos leñosos. La textura más adecuada para consumirla es aquella que permite que fluya el aire y que ofrece una mayor exposición de los tricomas a la combustión. Recuerda que puedes comprar grinders cómodamente en nuestra tienda online.

Y hazte esta pregunta: ¿Realmente necesito fumar?

Por último, lo más importante: algunas personas simplemente no son aptas para fumar. No importa cuán buena sea la hierba o cuán pequeñas sean las caladas, estos usuarios están destinados a toser cada vez que fuman marihuana. Si descubres que eres uno de ellos, no lo pienses más: hay una amplia variedad de otros productos de cannabis en el mercado que están completamente libres de humo. ¿Podríamos sugerirte que pruebes los comestibles o los vaporizadores? La vaporización está considerado como uno de los sistemas más seguros para inhalar marihuana, también porque calienta el cannabis a baja temperatura creando vapor en lugar de humo.

Y por favor, ten en cuenta que si tienes una patología que implica tos fuerte, como asma, enfermedades pulmonares o enfermedades de la región del esófago, se debe evitar absolutamente fumar cannabis, a fin de no causar un mayor deterioro en la salud.