El autocultivo es una buena forma de conseguir marihuana de calidad y sin trazas de productos químicos. Lamentablemente, no todo el mundo dispone del espacio para hacerlo. No obstante, si dispones de un balcón, existen alternativas producir tu propia cosecha. El uso de semillas autoflorecientes y seguir algunos consejos son la clave para obtener una buena producción y no arriesgarte a sufrir una sanción.

El balcón de casa es un buen lugar para instalar una pequeña plantación de marihuana. Las razones son muchas y variadas, como aprovechar la luz solar o el agua de la lluvia. Ni siquiera es necesario invertir en sistemas de ventilación.

Algunos tienen la suerte de disponer de balcones grandes o bien iluminados. Otros, en cambio, se conforman con balcones pequeños o que dan a calles estrechas en las que entra poca luz solar. En cualquiera de los casos, optar por semillas autoflorecientes es una buena forma de aprovechar estos espacios.

Si tomas la decisión de cultivar autoflorecientes en tu balcón, debes ser consciente de algunas medidas para sacar el mayor provecho a tu cultivo, pero también para evitar disgustos con las autoridades.

¿Qué son las autoflorecientes y por qué son adecuadas para tu balcón?

Las variedades de marihuana autoflorecientes no vinculan su desarrollo a un cambio de fotoperiodo. Por ello, son ideales para espacios con poca luz o si no quieres gastar mucho dinero en la iluminación. Se comportan de la misma manera durante todo el año: crecen durante los primeros 25 días, tras los cuales comenzarán a salir las primeras flores, y con solo dos meses estarán listas para la cosecha.

Las ventajas de estas plantas son evidentes en climas fríos y en cálidos. En zonas frías, con veranos cortos, no solo logran sobrevivir cuando otras especies mueren, sino que además ofrecen un producto de buena calidad. En cambio, en zonas con climas cálidos, producen más cultivos consecutivos a lo largo de la temporada de crecimiento, desde la primavera hasta el otoño.

Aunque necesitan pocas horas de luz al día para sobrevivir, cuanta más reciba, mayor será su desarrollo y por tanto su producción. Las plantas autoflorecientes obtienen los mejores resultados si reciben más de quince horas de luz al día. Si cultivas en el balcón, los mejores resultados los podrás obtener si plantas en primavera, cuando el día se vuelve más largo.

Consejos para el cultivo

Para el cultivo de autoflorecientes en tu balcón, un buen sustrato son los discos de turba. La profundidad debe ser mínima, de pocos milímetros. Y la temperatura debe mantenerse alrededor de 20 ºC. En los primeros días, especialmente durante la germinación, la marihuana puede ser muy vulnerable y exponerse a cualquier depredador, por lo que utilizar algún tipo de protección ayudará a que la planta crezca sana.

Cuando la semilla germine, debes trasplantar la plántula a una maceta adecuada. El ciclo de vida de las autoflorecientes es muy corto, por lo que no es aconsejable realizar varios trasplantes: cometer un error en el proceso puede frenar su desarrollo. Cuanto mayor sea la maceta final, más crecerá la planta. El tamaño ideal ronda entre los 5 y los 20 litros.

Podrás fertilizar la planta a partir de la tercera semana. A partir del mes, usa el fertilizante de floración durante aproximadamente veinte días. Cuando la planta cumple cincuenta, deberás hacer un lavado de raíces, para eliminar cualquier residuo de nutrientes del sustrato.

¿Es legal cultivar en mi balcón?

Si posees una pequeña plantación de marihuana para consumo propio, deberás mantenerla fuera del alcance de la vista de terceros. Si no es así, la Ley Mordaza prevé una serie de sanciones.

En el hipotético caso de que un agente de policía perciba que en tu ventana o balcón existe una planta de marihuana, tiene la potestad de levantar un acta de denuncia. Incluso si el agente se ha confundido o no tiene pruebas, su agente tendrá mayor peso probatorio en un juicio: si no tienes en tus manos pruebas fehacientes, la defensa será muy complicada. La infracción será considerada muy grave, por lo que la multa en cuestión podrá oscilar entre los 601 y los 30.000 euros.

Como puedes imaginar, es aconsejable que tomes una serie de medidas para evitar estas desagradables consecuencias.

Ante todo, discreción

Cultivar en el balcón puede suponer un riesgo, ya que cualquier vecino o persona que pase cerca puede detectarla y, en el peor de los casos, hacer que te enfrentes a una sanción. Por ello, la discreción es muy importante.

Una buena forma de disimular la existencia de un cultivo de autoflorecientes es entrenar a la planta. Este peculiar concepto significa que es posible guiarla para evitar que crezca demasiado. O también, que crezca en horizontal, para evitar que sea vista desde la calle o desde casas vecinas. Si se hace correctamente, la producción no se resentirá.

El olfato también puede jugarte una mala pasada, ya que el olor de la marihuana es bastante potente y fácilmente reconocible, especialmente durante el proceso de floración. El aroma puede disimularse utilizando filtros de carbón activado o generadores de ozono. Si no puedes o no te convence esta solución, puedes optar por rodear tu marihuana de otras plantas, hierbas y flores con fragancias fuertes, como gardenias, lirios, jazmín, madreselva, fresia o rosa, para disimular el olor del cannabis.

Por último, recuerda que el tamaño de la maceta condiciona el crecimiento de la planta. Si tu balcón es pequeño o está muy expuesto, puedes usar macetas pequeñas, para que el crecimiento se frene. También, tener varias plantas pequeñas en vez de una muy grande, escondibles de forma más fácil y que, en conjunto, darán una buena producción.

Si te apetece hacerlo, no te quedes con las ganas de cultivar tu propia marihuana en el balcón de tu casa. Eso sí, para que crezca sana y discretamente, sigue estos consejos. Seguro que te serán de ayuda.