Cuando olemos nuestra planta de marihuana y advertimos un cierto aroma fresco a eucalipto, está haciendo acto de presencia el cineol. Esta sustancia aromática no solo nos hará disfrutar de su olor y sabor mentolado, sino que también contribuye a mejorar nuestra salud: alivia las insuficiencias respiratorios, refuerza nuestra capacidad memorística, trata el dolor y combate las células cancerígenas.

Estamos acostumbrados a encontrar el sabor y el aroma del eucalipto en un montón de productos tanto comestibles como para el cuidado de nuestro cuerpo. Muchos de ellos son añadidos artificialmente para atraer con su singular frescor; sin embargo, la marihuana tiene la suerte de contener el terpeno 1,8-cineol, también conocido por eucaliptol, de forma totalmente natural. Eso sí, en pequeñas cantidades. Aun así, sus cualidades curativas se hacen notar gracias a su poder cerebral estimulante y sus propiedades antinflamatorias y analgésicas.

Hasta el momento se conoce que el cannabis puede contener más de 111 cannabinoides y hasta 200 terpenos diferentes. Aunque son conocidos y apreciados por su aroma y sabor, la función de estos terpenos tiene mucho más de defensa que de atracción. Las plantas generan estas sustancias para mantenerse a salvo de los insectos y demás animales. Esos depredadores consideran que el olor y el sabor de los terpenos son repulsivos, lo que les hace evitar estas flores y así las dejan reproducirse.

En botánica, el cineol se define como un éster de monoterpeno. Esto significa que es un compuesto formado por la sustitución del hidrógeno de un ácido orgánico por un radical alcohólico. Así forma casi en su totalidad el aceite esencial del eucalipto, de ahí su nombre, y también está presente en el romero. Sin embargo, por vía oral y en grandes cantidades, el cineol es tóxico y produce graves irritaciones. Ahora bien, su presencia en la marihuana en dosis bajas nos aporta un extra de buenas cualidades.

El activador del cerebro y guardián de la memoria

Entre todos los terpenos, el cineol es uno de los pocos que hasta el momento se ha demostrado que activa nuestro sistema nervioso central. Se encuentra en las variedades Sativa, lo que podría ser una de las razones, junto con el THC, de que estas variedades tenga un efecto estimulante, mientras que las Índicas se caracterizan por sensaciones más relajadas debido a la presencia del terpeno mirceno. De este modo, se considera al cineol capaz de elevar a sus usuarios y aumentarles tanto la energía física como mental.

Además, según el prestigioso 'Natural Health Research Institute', el cineol es capaz de mejorar la memoria y el aprendizaje cognitivo. Se demostró tras dar a oler aceite de romero a más de una veintena de personas y después realizarles una serie de pruebas para evaluar la actividad de su cerebro. Tras ello se advirtió que “el aroma de romero del aceite esencial mejoró el aprendizaje cognitivo y disminuyó la cantidad de tiempo para responder las preguntas correctamente”. 

Además, en esta misma investigación se observó una correlación entre el número de respuestas correctas en las medidas de aprendizaje cognitivo y los niveles de cineol en la sangre. Esto respalda la teoría de que los terpenos se absorben a través de la nariz y los pulmones y afectan al cerebro a través de la barrera hematoencefálica. De este modo, se considera el cineol una puerta para que, por ejemplo, los cannabinoides crucen la barrera entre sangre y cerebro de una forma mucho más sencilla y aumentando su potencia.

Por otra parte, gracias a su capacidad para mejorar la memoria, muchos investigadores han visto en el cineol un gran potencial para prevenir y tratar enfermedades como la demencia o el alzhéimer. Incluso los más arriesgados creen que este terpeno podría ser clave para encontrar una cura.

Un aliado contra el asma y las afecciones pulmonares

Cuando se acerca el invierno, los vahos y las infusiones de eucalipto son un clásico para combatir los resfriados. Parte de su eficacia se debe al cineol. De este modo, no solo esta sustancia es útil contra nuestros catarros, sino que también ayuda en el tratamiento del asma y otros problemas respiratorios.

Según un estudio de 2014 del departamento de neumología del Hospital Universitario de Bonn (Alemania), el cineol es mucho más que un simple agente mucolítico capaz de favorecer la expulsión del moco: también actúa sobre el origen del problema como antinflamatorio y antioxidante. Se ha demostrado, a través de la revisión clínica de anteriores investigaciones, que es beneficioso en las enfermedades inflamatorias de las vías respiratorias, para mejorar el control del asma y como terapia a largo plazo en la prevención de las exacerbaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Una de las investigaciones tenidas en cuenta para tales afirmaciones fue la realizada por científicos alemanes en 2009. En esta ocasión se llevó a cabo un estudio de campo en el que participaron más de 200 pacientes con EPOC. Los investigadores los dividieron en dos grupos, a unos les recetaron 200 mg de cineol y a otros la misma cantidad placebo; ambos debían tomarlo 3 veces al día durante 6 meses de invierno. En ese tiempo se probó que la frecuencia de los criterios múltiples, la gravedad y la duración de las exacerbaciones fueron menores en el grupo tratado con cineol en comparación con el placebo. Así, los pacientes tratados con cineol mejoraban la función pulmonar, la disnea (ahogo o dificultad para respirar) y, por tanto, su calidad de vida.

Además ,existen evidencias científicas de su éxito en el tratamiento de la tuberculosis. Según expertos de la Universidad de Illinois, el cineol, junto otros terpenos como el linalool, ayuda a mitigar los efectos de esta enfermedad. 

Para combatir el dolor y las células cancerígenas

El cineol también guarda propiedades antinflamatorias que no solo se consiguen a través de la inhalación. Por ejemplo, el uso tópico del aceite de romero, extendido desde la antigüedad, ha demostrado que ayuda a reducir la hinchazón y el dolor, al mismo tiempo que activa la circulación. Y no solo eso, sino que actúa como antibacteriano y antifúngico, lo que lo convierte en un remedio natural para las infecciones.

Incluso hay estudios que demuestran su eficacia para combatir el crecimiento de células cancerígenas. Científicos japoneses en 2002 probaban su eficacia contra la leucemia. Otro estudio de 2013 en el mismo país afirmaba que era “una estrategia efectiva para tratar el cáncer de colon”. En él se hablaba de su poder antiproliferativo, en referencia a la reproducción celular, algo que también demostraron investigadores argentinos en 2014. Esta misma investigación determinó sus propiedades para mantener a raya el colesterol.

En definitiva, el cineol, al igual que otros terpenos, guarda un sinfín de secretos que lo convierten en un auténtico fármaco natural, desde cuidar nuestro cerebro hasta tratar enfermedades respiratorias o tan complejas como la leucemia o el cáncer de colon. Sin duda, más allá de su agradable aroma fresco, quedan demostradas sus grandes cualidades terapéuticas que lo convierten en un imprescindible de la medicina alternativa.