Cada vez más propietarios de animales de compañía cuentan cómo sus perros o gatos experimentaron mejorías tras suministrarles aceites o tinturas de la planta de cannabis. Tenían problemas epilépticos o artritis, y su calidad de vida había mejorado de esta manera. Algunos veterinarios no recomiendan de momento su uso, pero cada vez hay más marcas comerciales que ofrecen estos productos. Ahora solo falta que haya más investigaciones científicas al respecto y que un mayor número de profesionales apoyen estos tratamientos.

Solo, con amigos… y también con tu animal de compañía. La marihuana es un aliado perfecto para momentos de ocio, incluidos los que pasas con ese perro o gato que te alegra los días. Por no hablar de sus efectos terapéuticos, que ya conocíamos los humanos y que ahora pueden disfrutar también tus mascotas.

El veterinario Robin Downing, directivo de un centro para la gestión del dolor animal en Colorado, ha dicho que la marihuana medicinal para las mascotas es “buena en teoría”, ya que los perros, por ejemplo, también tienen receptores cannabinoides, que podrían ayudar a las mismas dolencias que en los humanos. Y antes de que falleciera en 2013, su colega Doug Kramer, firme defensor de un cannabis veterinario, recopiló en internet muchas experiencias positivas de propietarios de mascotas que habían probado por su propia cuenta y riesgo.

En Estados Unidos son varias las marcas que están ofertando productos con los que este tipo de animales podrían beneficiarse de la planta igual que nosotros. Algunas de esas compañías, de hecho, ofrecen productos para ambos mercados. 

Los propietarios que han dado marihuana a animales de compañía en aquellas regiones donde el cannabis ya es legal aseguran que han mejorado los niveles de ansiedad y dolor crónico. Las formas de aplicárselo son diferentes a las de los humanos: en vez de que lo fumen o lo consuman en comestibles como ‘brownies’ o mantequilla (una cantidad demasiado alta para ellos), se les aplica aceite, cremas tópicas o mordedores. Incluso, aunque se utiliza cannabis, es también habitual el uso del cáñamo. El secreto está en el contenido en cannabidiol o CBD y en un muy bajo porcentaje de THC, el principal cannabinoide psicoactivo, por lo que las mascotas no se colocan.

Entre las compañías está TreatWell Health, una empresa de marihuana medicinal que también comercia tinturas para perros. Melinda Hayes, que lleva un servicio de reparto a domicilio de este tipo de planta, aplica este producto a su perra con artritis, que tiene 12 años. “Tiene buena salud para un perro de su edad”, ha contado, “y atribuyo esto a los buenos genes, la buena comida y el cannabis”. 

Treatibles, especializada en cáñamo, ofrece un aceite “para animales de todo tipo”; su responsable, Julianna Carella, asegura que hay “cientos de miles de animales” en todo Estados Unidos usando sus productos: además de aceite, ofrecen cápsulas y comestibles preparados para ellos. 

El cáñamo es también la base de los comestibles para perro de Pet Releaf, en los que sobresale su cantidad de CBD. Por otra parte, la empresa VETCBD ofrece recursos medicinales para mascotas basados en cannabis. Además Canna Companion, con más de 15 años investigando el sistema endocannabinoide, y Canna Pet, que recoge experiencias exitosas en su página web, son otras dos de estas marcas que ofrecen esos productos. 

En Missouri, donde el uso de cannabis medicinal y recreativo está prohibido, pero no así el de aceite con CBD, Joyce Lattimer da aceite de cáñamo a su beagle, que tiene problemas en las patas. Según su relato, tras darle una dosis y llamarla para salir de casa, fue enseguida a su encuentro, “cuando normalmente tengo que llamarla varias veces y empezar a empujarla”. A los pocos días comenzó a lamerla en una pierna, algo que no hacía últimamente. 

En España, el periodista Xosé F. Barge ha contado cómo llevaba dos años dando extracto de cannabis con alto contenido de CBD a su perra Nanú, para paliar sus ataques de epilepsia. Cuando estaba buscando un veterinario que apoyara sus tesis, se encontró con prejuicios y falta de acuerdos a nivel estatal para recomendar estos tratamientos.

De acuerdo a la BBC, solo en Estados Unidos el mercado de suplementos cannábicos para animales tiene un valor de 500 millones de dólares (más de 407 millones de euros), y se espera que crezca en los próximos cinco años.

Un estudio publicado en 2016 en el ‘Journal of the American Holistic Veterinary Medical Association’ presentó que, de 632 personas encuestadas, el 72 % informaron usar o haber usado un producto de cáñamo para su perro, y el 66 % percibieron que había ayudado a sus perros, un porcentaje similar (64 %) al de los dueños de gatos. En la actualidad, existen al menos dos estudios que investigan los efectos del cannabis en animales, ambos comandados por la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Colorado. Uno de ellos quiere avanzar en los tratamientos con artritis y otro en la epilepsia que sufren algunos perros. Mientras tanto, los parlamentarios de Florida están discutiendo un proyecto de ley para que la universidad estatal investigue los beneficios y contraindicaciones de la planta.

Limbo legal

A pesar de las bondades que estos productos tienen para las mascotas, su aplicación puede dar más de un quebradero de cabeza. En el caso de Estados Unidos, más o menos la mitad de sus regiones tienen aprobado el consumo terapéutico y nueve el recreativo, mientras que está prohibido a nivel federal. Pero además, hay dudas sobre si el aceite de cáñamo está permitido en todo el territorio nacional, a pesar de que las autoridades toleran bastante su uso: los productos con bajo porcentaje de THC y alto de CBD son legales en otros 17 estados. 

Mientras tanto, en California, el político demócrata Ash Kalra está a cargo de un proyecto con el fin de legalizar la marihuana para mascotas, de forma que los veterinarios podrían recomendar tratamientos cannábicos para animales; por el momento, no pueden recetarlos y ni siquiera sugerir el uso de estos productos. El veterinario Tim Shu, fundador y CEO de VETCBD, apoya la propuesta de ley, porque, como sabe por su compañía, hay potencial terapéutico para las mascotas si se usa la dosis adecuada y un correcto etiquetado. 

Otros veterinarios recuerdan que los productos que se venden deben considerarse como suplementos y no como medicamentos. Por ello, recuerdan que no pasan por los mismos procesos que los fármacos. Sin embargo, todavía hacen falta más estudios científicos que avalen los beneficios del cannabis en los animales comprobados por los dueños. Si ya sabemos que los animales aman esta planta desde hace tiempo, ahora es el momento de que la ciencia termine por comprobar que también puede ser buena para su salud. Muchos dueños ya dan fe de ello.