No está lejos el día en que podamos gestionar cualquier aparato de casa desde el móvil, la tableta o el ordenador. Desde las persianas hasta el termostato, pasando por las luces de todas y cada una de las habitaciones. Por suerte, hay quien también ha pensado en lo útil que sería utilizar el internet de las cosas para mejorar el cuidado de nuestras plantas de marihuana. Ya no tendrás que preocuparte de regarlas, de controlar la temperatura, de encender las lámparas... El futuro ha llegado a nuestro cultivo.

Aunque en ciertas ocasiones nos preguntemos si realmente es así, el principal cometido de los avances tecnológicos no es otro que hacernos la vida más sencilla. Ya sea para servirnos en bandeja una mayor cantidad de información, para recomendarnos el trayecto más cómodo y breve hacia nuestro destino o para despreocuparnos por ciertas tareas domésticas, las nuevas herramientas han llegado para facilitarnos las cosas. Y qué mejor para todos aquellos que cultivamos en casa que un sistema capaz de detectar cómo están nuestras plantas e informarnos puntualmente, sin importar donde estemos.

Por esto, tanto los experimentados cultivadores como los recién llegados a este fascinante mundo están de enhorabuena con la llegada de la tecnología de la firma Gro.io. Los primeros porque, sin necesidad de prestar tanta atención a sus 'pequeñas', sabrán que crecen sanas y fuertes. Y los segundos porque, sin necesidad de contar con un amplio conocimiento sobre la materia, tendrán la oportunidad de tener un muy buen cultivo. ¿Cómo? Bien sencillo: confiando el cuidado de su cultivo a un sistema tecnológico inteligente.

Esta compañía con sede en California ya prepara el lanzamiento de gro.Hub, una tecnología que, por medio de la recopilación de datos y del análisis de los mismos, será capaz de saber qué necesitan a cada momento cada una de nuestras plantas. A través de diez sensores que controlan desde el flujo de agua hasta los niveles de pH o la necesidad de luz, el 'cerebro' de este cultivo hidropónico es capaz de mandar más agua, añadir más nutrientes o encender las lámparas. Todo ello, de forma individualizada y totalmente automatizada.

Nuestra única preocupación será evitar algún contratiempo en la fuente de alimentación del 'hub'. A partir de ahí, gracias a la precisión a la hora de recabar la información de cada planta, podremos estar tranquilos, ya que el pH del agua será el idóneo, al igual que el tiempo que están expuestas a la luz, que se encarga de encender y apagar gro.Hub. Además, este aparato estará conectado a internet, por lo que podremos recibir notificaciones en nuestro 'smartphone' para saber que nuestro cultivo está en buenas condiciones.

Para ello, solamente tendremos que conectar tantos los sensores como los tiestos y las lámparas al 'hub' para que pueda monitorizarlo todo. En cualquier caso, y aunque Gro.io ofrece todos estos recursos, si ya disponemos, por ejemplo, del equipamiento de iluminación podremos sin ningún problema conectarlos a este sistema.

Por ahora, esta nueva tecnología no está aún en el mercado. Eso sí, la compañía Gro.io ya ha puesto a disposición de los cultivadores más impacientes la opción de reservar su gro.Hub, su gro.Bucket o su gro.Light. El precio del controlador inteligente de todo este sistema de cultivo hidropónico es de 899 dólares (algo más de 809 euros), aunque para realizar la reserva los interesados tendrán que depositar 250 dólares más (225 euros). El precio de los maceteros y las lámparas varía en función de la cantidad que queramos tener en casa. Por ejemplo, tres maceteros cuestan 125 dólares (112 euros) y sus correspondientes barras de iluminación 500 dólares (alrededor de 449 euros).

No obstante, en Europa aún tendremos que esperar algunos meses más hasta que desembarque Gro.io, cuyos productos solamente están disponibles para Estados Unidos, Canadá y México.

Y todo por amor...

Al contrario de lo que podríamos pensar, la idea no surgió de un experimentado cultivador que quería tener la certeza de que sus plantas de marihuana crecían sanas sin necesidad de dedicarle tanto tiempo. Pero el fundador de Gro.io, Douglas Slemmer, no había tenido jamás una planta. De hecho, no se había interesado jamás por el mundo del cannabis hasta que tomó la determinación de diseñar y programar un sistema inteligente capaz de cuidar las plantas que decidió plantar para cuidar de Tabitha, su esposa. Sí, todo fue por amor.

Como él mismo cuenta, su esposa padecía un cáncer y estaba siendo sometida a un tratamiento experimental que le provocaba unas terribles nauseas. A pesar de que el ensayo médico estaba dando sus frutos y su organismo estaba respondiendo adecuadamente en su lucha contra el cáncer, el dolor que provocaban era tan fuerte que Tabitha se llegó a plantear abandonar esa medicación. Los médicos encargados de su cuidado presentaron a la pareja una lista de medicamentos que podrían contribuir a paliar esa angustia. El problema era que la mayoría de ellos tenían unos efectos secundarios que asustaban con solo verlos y, además, estaban sin testar.

Fue entonces cuando alguien les dijo que una buena opción sería recurrir al cannabis, para que así Tabitha pudiera continuar con su tratamiento sin necesidad de sufrir nauseas. Después de superar ciertas reticencias de su esposa, Douglas la convenció de que probase. Sin posibilidad, eso sí, de acceder a marihuana de forma legal por las restricciones legislativas, tuvieron que recurrir al “amigo de un amigo”. Cuando comenzó la segunda parte del tratamiento, ellos ya contaban con ese aliado para tratar de combatir el malestar de Tabitha.

Y lo consiguieron. “Ese problema que un equipo de médicos de uno de los centros de cáncer más importantes del mundo no había sido capaz de curar, fue resuelto con la ayuda de un simple planta”, cuenta Douglas. Consiguieron que Tabitha superase los problemas ocasionados por el tratamiento, sin necesidad de abandonarlo, y a día de hoy ella puede tener una vida feliz. Claro, que se toparon con un nuevo contratiempo a la hora de obtener nuevamente el cannabis.

En ese momento, el fundador de Gro.io pensó que la mejor solución sería que él aprendiera a cultivar marihuana. Tal que así lo hizo. Se zambulló en Google, “como buen friki”, para encontrar la información necesaria y fue ahí cuando se dio cuenta de lo complicado que podía ser. Con datos dispersos, consejos contradictorios... Se hizo con numerosas herramientas hasta que cayó en la cuenta de que la tecnología podría echarle un cable. Así fue como surgió Gro.io.

Tras 16 años trabajando en distintas empresas tecnológicas centradas en los datos, reunió a un selecto equipo de desarrolladores, programadores y expertos en 'hardware' con los que ha diseñado y fabricado el primer sistema de cultivo hidropónico inteligente del mundo. Aunque asegura que este es solo el principio y que queda mucho por hacer, lo cierto es que serán muchos los amantes del cannabis que quedarán fascinados con su creación. Esta es solo la semilla del desembarco del internet de las cosas en el mundo del cannabis. Y todo por amor...