El fenotrigo, ‘foxtail’ o cola de zorro es un curioso fenómeno que se da cuando las plantas de cannabis desarrollan los cogollos de una forma amontonada, en lugar de grupal, creando una estructura alargada y parecida a un cepillo que recuerda a la cola de un zorro. Esto genera un aspecto bastante extraño e incluso bonito en las semillas de marihuana, y no tiene por qué ser negativo si se debe a un factor genético. La preocupación llega cuando el cannabis desarrolla estas colas de zorro por estrés ambiental, lo que nos indica que la planta está perdiendo rendimiento.

El cultivo de cannabis requiere de tiempo y esfuerzo. Es un oficio que se nos puede hacer eterno durante las primeras semanas de crecimiento, mientras tratamos de dar lo mejor de nosotros a la planta. Por ello la etapa de floración es tan especial: a muchos se les saltan las lágrimas cuando empiezan a ver sus primeros frutos, pequeños cogollos compactos que pronto serán cosechados. Pero en esta fase el cannabicultor puede llevarse las manos a la cabeza al observar que sus cogollos no se están desarrollando como de costumbre, sino que se empiezan a apilar, unos sobre otros, formando una especie de cola de zorro.

Este fenómeno, conocido como ‘foxtail’ en la comunidad cannábica, puede inquietar mucho a los cultivadores que nunca lo habían visto, puesto que cambia radicalmente la apariencia de las flores de marihuana. Estamos acostumbrados a ver un crecimiento grupal de los cogollos, de forma compacta y aparentemente sana, por lo que cuando aparecen estas grandes columnas hechas de cogollos y hojas amontonadas nos entra la preocupación. ¿Qué demonios le está ocurriendo a nuestra planta?

¿Qué son los ‘foxtails’ o fenotrigo?

En términos científicos, a esta curiosa formación se le llama fenotrigo. Ocurre en los cálices del cannabis, ese espacio de la planta reservado para desarrollar la semillas. Los cálices se desarrollan en grupo durante el período de maduración para absorber mejor la luz. Es aquí donde se pueden producir los fenotrigos, un conjunto de cálices amontonados unos encima de otros dando lugar a una estructura de cogollos extraña, como con forma de cola de zorro.

Esta estructura de cálices en forma de torre obliga a los cogollos a crecer de esa forma apilada, en lugar de agrupada. El resultado final es una planta formada por hileras largas de cogollos, como si fuera un cepillo, totalmente distinta a la naturaleza simétrica que suelen tener la mayoría de plantas de cannabis. Estos cogollos formados en ‘foxtail’ no son dañinos en sí, pero tampoco son del todo beneficiosos. Al crecer de manera alargada en lugar de redonda, reducen la cosecha final, lo que no gusta nada a los productores comerciales de cannabis.

Las colas de zorro no son siempre una anomalía, por lo que podríamos decir que hay ‘foxtails’ buenos y malos. Los buenos se deben a un factor genético, es decir, hay ciertas variedades que desarrollan fenotrigos de forma natural. Las colas de zorro genéticas hacen que las plantas presenten una apariencia bastante singular, pero no en detrimento de su calidad y potencia de cultivo; es más, suelen producir más THC de lo normal. Es un fenómeno natural bastante habitual en las plantas Sativas de Colombia o Tailandia, en las cepas Purple, la Cole Train o la Dr. Grinspoon. Los problemas vienen cuando las colas de zorro aparecen por factores ambientales.

Cómo controlar los ‘foxtails’ negativos

Consideramos que las colas de zorro son perjudiciales cuando ocurren por factores ajenos a la naturaleza de la variedad. Esto suele ser un indicador de que tus plantas no están madurando bien, normalmente debido a factores ambientales que les provocan estrés. Los ‘foxtails’ antinaturales no son letales para la planta y pueden ser hasta agradables para la vista. El problema es que nos están indicando que no está rindiendo como debería y que los cogollos han perdido potencia y lo seguirán haciendo a menos que hagamos algo para remediar la situación.

En los cultivos de interior las luces juegan un papel muy importante en el inicio del desarrollo de los fenotrigos. Por ello, una de las causas más habituales de que aparezcan colas de zorro indeseadas es la colocación de las luces, en ocasiones demasiado cerca de las flores. Los ‘foxtails’ podrían estar indicándonos que debemos alejarlas de las plantas o reducir la exposición diaria de luz. Recuerda que las luces led deben estar a 40 cm de la planta y las HID a unos 60 cm; estas lámparas de alta potencia son con las que más riesgo tenemos de provocar un estrés lumínico continuo al cannabis.

También puede ocurrir, especialmente con las Sativas, que estemos aplicando un espectro de luz incorrecto a nuestra plantación. Las genéticas Sativas no reciben demasiado bien la luz roja (HPS) durante la fase de floración. Puede que los fenotrigos nos estén indicando que hay demasiada luz roja en el cultivo, lo que se puede solucionar equilibrando la iluminación con luces azules (MH), o incluso reemplazándolas por focos de luz fría.

Otra de las circunstancias que suele favorecer la aparición de colas de zorro es la temperatura del cultivo. Mientras las luces estén encendidas la plantación debería estar a una temperatura de 23 ºC. En cambio, cuando estén apagadas conviene reducir la temperatura unos 5 ºC. Con un sencillo termómetro podremos controlar estos niveles, ayudándonos de aire acondicionado o un ventilador. Por ello también es recomendable utilizar luces LED, que desprenden menos calor y no alteran tanto la temperatura de los cultivos ‘indoor’.

Las Sativas son más susceptibles a los ‘foxtails’ que otras variedades; por lo tanto, hay que intentar reproducir de la forma más fiable las condiciones ambientales de estas cepas, más aún si se tratan de Sativas puras. Estas necesitan al menos 11,5 horas de luz al día y aun así a veces sufren mucho estrés lumínico en cultivos de interior. Por eso, alimentar las plantas con vitamina B-52 nos va a ayudar a reducir este.

El estrés también lo puede generar la falta de espacio. Procura que todas las plantas cuenten con su espacio para desarrollarse sin molestarse unas con otras. También puede afectar el estrés radicular, es decir, que no tengan suficiente espacio para desarrollarse. Es importante cambiar a una maceta más grande a tiempo para que esto no ocurra. La mala circulación del aire y un exceso de nutrientes o fertilizantes son factores que también pueden contribuir al estrés y la aparición de este fenómeno.

En definitiva, si aparecen extrañas colas de zorro en tu cultivo, sin que nadie te hubiera avisado de ello, seguramente tengas que reajustar las condiciones ambientales. No merece la pena pasar una larga fase de floración con unos cogollos alargados y poco productivos.