Fue a partir de los años 60 cuando se pusieron de moda los brownies cannábicos, quizás el alimento más popular de todos los tiempos hecho a base de marihuana. Hoy, el brownie y las galletas casi se han relegado al plano simbólico, gracias a la cantidad de nuevos productos comestibles con cannabis que han llegado al mercado. Desde batidos de leche de cáñamo y cafés a frutos secos o empanadillas, este mercado alimenticio goza de un catálogo de lo más variopinto en la actualidad.

La comunidad cannábica goza de buena salud y puede presumir de ello. Ya no sólo por los avances científicos, médicos y en temas de legislación, sino por el crecimiento que ha vivido la industria y la cantidad de productos nuevos de los que en la actualidad disponemos en el mercado. Si antes apenas había alternativas para consumir marihuana, aparte del clásico canuto, hoy el consumidor puede acceder las bondades del cannabis a través de vaporizadores, aceites, cremas o comestibles.

En el terreno de los alimentos, el panorama ha cambiado rapidísimo en los últimos años. Los clásicos de repostería, como el ‘space-cake’, el brownie o las galletas, han dejado paso a productos cada vez más sofisticados. Algunas empresas han desarrollado el método para infusionar cannabis en bebidas, caramelos o alimentos salados, y su comercialización está siendo todo un éxito en países como EE.UU. Pero, antes de repasar las novedades cannábicas de este año para nuestra despensa, conviene entender cómo funcionan los comestibles de marihuana.

Ingerir cannabis es bastante diferente a inhalarlo en forma de vapor o humo, ya que el efecto psicodélico es más potente y duradero. Cuando se fuma el tetrahidrocannabinol (THC) es absorbido rápidamente por los pulmones y pasa al torrente sanguíneo. La molécula viaja rápidamente por las áreas grasas y el cerebro, donde hace efecto su magia psicoactiva. 

En cambio, cuando comemos cannabis, el alimento se descompone en el sistema digestivo y el THC pasa de las paredes intestinales al hígado. Allí el hígado transforma la molécula de THC en un compuesto más psicoactivo que el anterior, el THC-COOH. Además, el compuesto se libera más lentamente y pueden pasar entre 30 y 90 minutos hasta que hace efecto. 

El ‘colocón’ puede durar hasta 6 horas o más si la dosis es alta, y hasta que empiece a subir conviene no consumir más marihuana. No es posible morir de sobredosis por comestibles de cannabis, pero si nos pasamos podemos experimentar momentos desagradables. Una vez tenemos claro esto, vamos a ver cuáles son los comestibles más deliciosos y novedosos del momento:

Empanadillas de pollo

Cada una de estas empanadillas de pollo de Goodies by Magooch contiene 50 mg de THC. No estamos acostumbrados a este tipo de productos salados hechos con cannabis en el mercado. Quizás por ello ganó la High Times Cannabis Cup de 2016 en el sur de la California, estado donde se pueden encontrar estas delicias de hojaldre. Se trata de un producto potente, así que se debe dosificar bien. Por ello, para evitar atracones, se venden de dos en dos.

Barritas de higo

Ettalew´s Edibles es una compañía afincada en Seattle que ofrece postres cannábicos, veganos y sin gluten. Esta empresa se ha hecho popular tras varios años tratando a pacientes de cannabis medicinal, pero también elabora otros productos con fines recreativos. Uno de sus dulces estrella son las barritas de higo horneadas, con tan solo 6 gramos de azúcar por porción y con un alto contenido en THC.

Tartaletas psicodélicas

Sweet Grass Kitchen es una cadena estadounidense de repostería centrada en el cannabis. Con más de 500 dispensarios en Colorado, su producto estrella son las tartaletas de marihuana, que se pueden comprar de limón, de calabaza, de nueces… Además de golosas, estos dulces contienen desde 10 a 75 mg de THC, lo que implica una experiencia de lo más placentera.

Almendras cannábicas

Ganadoras del High Times Cannabis de 2018, estas almendras cubiertas por chocolate o miel son una auténtica bomba. Cuentan con un poderoso golpe de 100 mg de THC por cada caja, que ronda los 32 gramos. La empresa Zendo infusiona el componente psicoactivo en el interior de cada una de las almendras, que, por otro lado, son totalmente naturales y sin gluten. Nunca antes había sido tan divertido echar la tarde comiendo unos frutos secos.

Aceite de coco y mantequilla de cacahuete

La misma empresa que elabora las almendras ha puesto en el mercado dos potentes productos ideales para meriendas mágicas. Si a los beneficios de los cacahuetes y el coco, como fuentes de vitaminas y energía, les sumamos las bondades del cannabis, obtenemos un superalimento. El aceite de coco, que cuenta con 60 mg de THC por envase, se puede utilizar para hacer repostería o incluso como tópico en la piel. La mantequilla de cacahuete, con 50 mg de THC por artículo, es buena para combatir el colesterol y mantener a raya las enfermedades del corazón.

Trufas de THC

Para los más amantes del verde más golosos y sibaritas existe un regalo gourmet que les hará perder la cabeza: trufas cannábicas. Con diseños elegantes y modernos, Coda Signature of California ha creado una línea delicada pero potente de trufas infundidas con THC. 

Estas trufas también ganaron en 2016 una copa del Cannabis High Times. Cada una de ellas cuenta con 10 mg de THC, la dosis perfecta para la recreación del consumidor medio. Aún así se venden en cajas de 6 trufas, por lo que también puedes optar por no compartir ninguna y tener un viaje más intenso.

Batidos de leche de cáñamo

La leche de cáñamo es una fuente natural de ácidos grasos Omega. Así que si además la infundes con flores de cannabis, obtienes un auténtico chute de energía. La empresa californiana Wataka ha desarrollado estos mini batidos, con sabores de chocolate, fresa y vainilla, a base de leche de cáñamo aromatizada con cannabis congelado previamente. Las bebidas pueden ser sólo aromáticas, o basadas en CBD y THC, lo que ayuda a los pacientes cannábicos a tomar su dosis diaria de forma más sabrosa.

Café y té frío

Therapy Tonics and Provisions, también afincada en California, ofrece una deliciosa línea de infusiones, leche y café fríos con cannabis. Aunque algunas mezclas incluyen CBD, la esencia de estas pequeñas botellas reside en sus potentes dosis de THC, que van desde 80 a 120 mg. Se trata de una inyección tan psicodélica como refrescante, con sabores como el coco, la menta, la vainilla o el caramelo. 

Chocolate ético

Un producto elaborado en Portland, Oregón, por uno de los chocolateros más prestigiosos de la ciudad, Woodblock Chocolates, junto a la empresa Serra Cannabis. Estas deliciosas tabletas se hacen con cacao de comercio justo de Perú y luego son destiladas con THC. Las hay con distintas intensidades de chocolate y cannabis. Así podrás elegir en función de tus gustos y de los efectos que busques que pueden ir desde sensaciones relajantes hasta experiencias más creativas.

Caramelos de menta

Como no, el mercado de comestibles cuenta con caramelos, gominolas y chicles, una opción cada vez más común entre pacientes y consumidores de cannabis. Kiva Confections ha sacado una línea de caramelos de menta y eucalipto con microdosis de 2,5 mg de THC. Para aquellos que quieren aprovechar el bienestar que produce el cannabis sin efectos psicoactivos, estas pequeñas cantidades en caramelos son un acierto. Al tomarlas no notarás cambios en tu mente que te dificulten tu día a día.

Ahora con toda esta variedad de productos, seguro que lo más difícil será elegir cuál quieres probar primero. Así que cuando te decidas solo podemos decirte: ¡Buen provecho!