La acupuntura china ha utilizado el borneol desde hace milenios. La función natural de este terpeno ha sido proteger la planta de cannabis de plagas y depredadores, pero también alberga poderosas cualidades curativas para aliviar el dolor o para combatir el cáncer y la fibrosis. Es asimismo uno de los compuestos químicos que ayuda a potenciar el efecto psicoactivo de la marihuana actuando a su vez de anticoagulante para prevenir accidentes cerebrovasculares. Estas son algunas de las propiedades estudiadas, pero aún hay muchas más.

El borneol es uno de los 200 terpenos aromáticos que se pueden encontrar en las más de 6000 cepas de cannabis que hay en el mercado. Los terpenos son los compuestos químicos que aportan los matices olfativos a cada tipo de cannabis y esa es una de sus funciones principales, emitir aromas para alejar a las plagas y los depredadores de nuestras preciadas plantas de marihuana. De hecho, es uno de los motivos por los cuales esta es una de las plantas que mejor se ha adaptado a todo tipo de medios durante la evolución.

Pero ahora se están investigando los terpenos por otros motivos, que tienen que ver con sus cualidades medicinales. El borneol es un terpeno que produce un aroma a menta e hierbas, con un toque picante, que muchos lo relacionan con el olor del alcanfor, esa planta que seguro habrás oído citar alguna vez a tu abuela y que se utiliza para descongestionar las fosas nasales. El caso, es que el borneol también tiene propiedades muy interesantes, al igual que el terpinoleno o el humuleno, y que van desde el alivio del dolor hasta tratar el cáncer.

En la medicina tradicional china ya se conocían las cualidades curativas del borneol y se utilizaba tanto en acupuntura como para vía tópica y oral. La primera mención acerca de las propiedades del borneol en la medicina occidental aparece en 1888 por parte del doctor Ralph Stockman, quien realizó los primeros experimentos documentados para la Universidad de Edimburgo. Hoy, con la ola de legalización y la apertura de la medicina a los tratamientos cannábicos, los terpenos como el borneol vuelven a estar en el foco de muchas investigaciones que vienen a corroborar su potencial y a descubrir nuevas aplicaciones.

Un fiel aliado de la lucha anticáncer

Al igual que otros terpenos encontrados en el cannabis, el borneol ha demostrado atesorar un poder oculto capaz de combatir el crecimiento de las células cancerígenas, y por lo tanto ayudar a prevenir y tratar tumores. Técnicamente, el borneol no destruye las células cancerosas; en cambio, puede ser muy eficaz ayudando a otras moléculas a alcanzar estas y lograr que se autodestruyan.

En el caso del cáncer de hígado, se ha demostrado que estimula la actividad anticancerígena de los compuestos naturales como la bisdemetocicurcumina (BDCcur) y la selenocisteína. Otro estudio de 2014 publicado por la revista ‘Acta Pharmacologica Clínica’ señaló que era capaz de inducir a la apoptosis (suicidio programado celular) en el cáncer de mama. Por lo tanto, el borneol es un aliado que sirve para potenciar los efectos anticáncer de otros compuestos y ayudar al cuerpo a combatir la propagación de células malignas.

Pero ser un aliado que ayude a provocar el suicidio celular de los tumores no es poca cosa en la lucha contra el cáncer. Este fenómeno denominado apoptosis es un mecanismo por el cual las células se suicidan cuando detectan un estrés ambiental severo, es decir, cuando algo no marcha bien. El cáncer consigue bloquear este sistema de defensa e impide que las células malignas se eliminen, por lo que se siguen propagando. Pero existe una variedad especial de este proceso llamada apoptosis extrínseca, que consigue que un tipo de células puedan dirigir a otras para suicidarse. A través de esta influencia extrínseca el borneol es capaz de vencer a las células cancerígenas, instruyéndolas para que se destruyan. 

Otra propiedad oculta del borneol que tiene muy intrigada a la comunidad científica es su capacidad de retardar la fibrosis, que hasta hace poco se consideraba irreversible. La fibrosis es un proceso por el cual se regenera el tejido dañado alrededor de las lesiones para formar costras o tejidos cicatrizantes. Aunque normalmente esto es algo bueno, a veces esta función puede ir mal y provocar una respuesta de fibrosis excesiva, muchas veces entendida como manifestación de un tumor, es decir, como precursora de un cáncer.

En 2009 se demostró que el borneol era capaz de controlar el crecimiento y la proliferación de fibroblastos y fibromas, combatiendo así las afecciones relacionadas con la fibrosis excesiva. Además, esta fibrosis excesiva puede ser reversible, es decir, el borneol actúa y el paciente no se tiene que preocupar por la recuperación de heridas en la piel (la parte beneficiosa de este proceso).

Un anticoagulante y un anestésico natural

Un estudio publicado en 2002 por la revista ‘Biochemical Pharmacology’ descubrió que el borneol poseía propiedades analgésicas contra el dolor más poderosas que la propia lidocaína, el anestésico local más utilizado en medicina. Esto supone un método natural muy relevante para tratar el dolor local, pero necesita de una línea mayor de investigación a raíz de este descubrimiento, que de momento no ha interesado a la industria farmacéutica. 

Otro estudio en 2008 intentó revisar los conocimientos de la medicina tradicional china que sostenían que el borneol podía mitigar los efectos de las enfermedades de corazón. Corroboró que efectivamente podía desempeñar un papel en el control de dichas enfermedades gracias a sus efectos anticoagulantes. 

En este sentido el borneol ayuda a reducir la barrera hematoencefálica para captar mejor algunos medicamentos, lo que implica que también ayuda a absorber de mejor manera el THC y el CBD del cannabis en el cerebro. Esto ayuda a potenciar los efectos en el órgano cuando el tratamiento medicinal lo requiera (por ejemplo, para relajar la mente en caso de insomnio, ansiedad o estrés).

En definitiva, con la comunidad científica cada vez más cerca de la cannábica se está demostrando que la marihuana esconde muchos beneficios, gran parte de ellos en sus terpenos y con la necesidad de ser explorados y estudiados. El borneol es un ejemplo más de la eficacia medicinal del cannabis, que, en lugar de destruir el tejido cerebral, ayuda a los consumidores a alimentar sus células, curar sus malestares y, en general, a cuidar su salud.