A muchos les relaja y les permite conciliar el sueño. El cannabis tiene propiedades que ayudan a quedarse dormido con facilidad, de forma profunda y durante más horas de las habituales. Además, hace que el usuario descanse de manera placentera mientras reduce la intensidad de los sueños y controla la respiración durante la noche. Sin embargo, solo las variedades de marihuana Indica cumplen este objetivo. 

Son muchas las personas que desde hace años fuman cannabis antes de dormir para luchar contra el insomnio y descansar de forma placentera. Lo utilizan como una medicina capaz de acabar con el estrés y que relaja a quien la consume cuando oscurece. Muchos la ven como la mejor forma de ponerle punto final al día y aprovechar bien la noche. Esta tendencia no es casual: diversas investigaciones han demostrado que la marihuana tiene propiedades significativas que ayudan a conciliar el sueño incluso entre quienes más dificultades tienen para lograrlo.

La Marihuana para dormir

Esto es así porque los cannabinoides de la planta actúan sobre el sistema endocannabinoide del cerebro, del que dependen los efectos de la propia marihuana y que se encarga, entre otros aspectos, de regular el sueño. Los cannabinoides asumen su función y acaban controlando ese sueño y haciendo que tenga mejor calidad del que tendría lugar de forma natural.

Son diversos los efectos ligados al sueño que la hierba produce. Por ejemplo, el THC (componente psicoactivo de la marihuana) reduce de forma significativa el tiempo en que tanto las personas sanas como las que sufren insomnio se quedan dormidas. Por norma general se suelen necesitar unos 7 minutos para dormir, excepto si el individuo está sometido a estrés, dolor u otro malestar. El cannabis, en este caso, actúa como sedante y relajante con el fin de conseguir que ese tiempo necesario no se prolongue más de lo deseado.

Hay que tener en cuenta que las variedades Indica son las más apropiadas para ello, ya que poseen características relajantes y analgésicas. Las Sativa, en cambio, causan efecto de euforia (contrario al que se desea en estos casos), por lo que se aconseja no fumarlas dos horas antes de ir a la cama.

Por otro lado, y aunque suele depender de la cantidad consumida, la acción conjunta del THC y del CBD ayuda a que el usuario duerma durante más tiempo del habitual. También consigue que tenga lugar un periodo de descanso más profundo durante la tercera y cuarta etapas del sueño y, a pesar de ello, al día siguiente no se mantendrán los efectos sobre el usuario, por lo que podrá seguir con su vida diaria con normalidad.

Qué pasa si me duermo marihuano

Es en esos momentos de descanso profundo cuando el sueño tiene mayor poder de 'restauración' y ayuda al organismo a reparar sus problemas. En concreto, esta fase contribuye a reducir los niveles de un elemento que se asocia con la aparición de alzhéimer y con la demencia.

Además, la marihuana también disminuye la densidad de movimientos rápidos de los ojos que tiene lugar durante el sueño REM, lo que también contribuye a un mayor descanso del individuo. Precisamente porque se alarga la etapa de sueño profundo se reduce la fase REM del sueño (su momento final), cuando el inconsciente de la persona está más activo. Esto significa que el consumidor imaginará menos mientras duerme, apenas tendrá sueños o estos serán muy leves, por lo que al día siguiente casi no se acordará de ellos.

Durante esta fase el ser humano también pone en orden sus pensamientos, ordena las vivencias que ha tenido durante el día y se anticipa a lo que va a ocurrir en los próximos. Por tanto, como esta etapa se reduce, el cerebro no tiene tiempo para organizarse o eliminar los pensamientos que no le son útiles, así que es posible que tenga que hacerlo en otro momento.

¿La marihuana ayuda a dormir?

Parece que esto sucede porque la marihuana mitiga la respuesta de la dopamina, que juega un importante papel en la creación de sueños. Por ello, cuando alguien deja de fumar antes de dormir, se produce un "efecto rebote": comienza a notarse más inquieto durante la noche y empieza a tener sueños más lúcidos y potentes de lo normal. El cerebro vuelve a segregar dopamina con normalidad y esta no encuentra ningún obstáculo en el camino; así, se pone al día de todo lo que no ha soñado en jornadas anteriores. Se trata de un efecto que suele aparecer uno o dos días después de dejar de fumar y que finaliza en un máximo de seis o siete semanas.

Durante la fase REM, además, es cuando se produce la mayor parte de los trastornos de sueño y concretamente los ligados a la conocida como "apnea del sueño". Se traduce en una respiración alterada durante las horas dedicadas a dormir y se relaciona con problemas graves como la diabetes y las deficiencias cardiacas.

Los estudios médicos determinan que la marihuana y el dronabidol (una forma sintética del THC) pueden ser una buena solución para la población que sufre este tipo de complicación, puesto que los cannabinoides regulan el ritmo respiratorio "desordenado".

Sin embargo, muchos de quienes lo sufren no han sido diagnosticados aún y, por tanto, permanecen sin tratar, mientras que quienes sí reciben tratamiento deben acostarse con una aparatosa y molesta máscara de oxígeno. Por este motivo, mantener la costumbre de consumir marihuana antes de acostarse puede ser muy positivo.

Fumar antes de dormir, ¿qué dice la ciencia?

Los investigadores ya están buscando soluciones cannábicas para esta patología. Si las pruebas clínicas triunfan, estos enfermos solo tendrán que cambiar la pesada mascarilla por un fármaco natural basado en cannabis. Esto es importante puesto que la apnea del sueño puede originar, también, pérdida de productividad en el trabajo y la posibilidad de sufrir accidentes de tráfico por falta de atención.

Más allá de esto, dados los efectos medicinales de esta planta, se sabe que consumirla antes de dormir no solo ayuda a combatir el insomnio sino también a proporcionar alivio para pacientes afectados por enfermedades dolorosas.

Durante la fase de sueño quienes sufren enfermedades como esclerosis múltiple, fibromialgia, cáncer o artritis también notan mejoras y tienen menos dificultades para dormir y para disfrutar de las horas necesarias de descanso. De hecho, según investigaciones recientes, los fármacos que contienen cannabis mejoran la calidad del sueño entre un 40 y un 50 % entre los pacientes que lo consumen.

Como vemos, la marihuana tiene efectos beneficiosos en una parte importante del día a día del ser humano: su descanso. Sin embargo, los expertos recomiendan que, si se consume con el objetivo de ganarle la batalla al sueño, no es recomendable tomar más cannabis del necesario, puesto que podrían generarse resultados contrarios a los esperados. Quienes lo hagan por costumbre y no por necesidad apenas notarán la diferencia.