Ya sea en un cultivo de interior, o en una plantación al aire libre, existen sencillos trucos de poda o pinzado que permiten un aumento en los rendimientos de una cosecha. Un aspecto importante para lograrlo pasa por la redistribución dentro del tejido de la planta de las auxinas, unas hormonas vegetales que interactúan con otras hormonas para formar el sistema nervioso de la planta. Las auxinas se utilizan para ayudar a estimular casi todas las facetas del crecimiento del cannabis. Te explicamos cómo funcionan

Las auxinas son una familia de hormonas vegetales que actúan principalmente en la regulación del crecimiento de las plantas, propiciando el alargamiento de las células vegetales. Se encuentran en todo tipo de plantas, no solo en el cannabis. De hecho, las auxinas fueron las primeras hormonas vegetales que se descubrieron allá en 1880, cuando Charles Darwin inició una serie de experimentos para determinar la influencia de la luz sobre la dirección del crecimiento en la avena.

Además de un alargamiento de las células vegetales para producir el crecimiento de una planta, las auxinas también afectan a las raíces dependiendo de la proporción que exista de auxinas y citoquininas, otro tipo de hormonas vegetales que promueven la división y la diferenciación celular. Más específicamente, una alta concentración de auxinas en un brote puede hacer que las células de este brote crezcan más rápido, pero una alta concentración de auxinas en la raíz puede hacer que las células del brote crezcan más lentamente.

Esto se debe a que el flujo básico de auxinas dentro de una planta se produce desde las puntas de crecimiento hacia las puntas de las raíces y a través del floema, el tejido vegetal constituido por los vasos o conductos que transportan la savia. Los efectos de las auxinas son por tanto más bajos en la parte superior de la planta y más altos en las raíces.

Entre los muchos tipos de auxinas que existen, el ácido indolacético (AIA) es la auxina que más influye en el crecimiento, seguido por el ácido indolbutírico (AIB). Pero las auxinas son también un ingrediente esencial en algunos productos de hormonas de enraizamiento que están disponibles comercialmente para la elaboración de clones o esquejes. Dado que el AIA se degrada con el tiempo y el almacenamiento a largo plazo, la mayoría de los geles comerciales de hormonas de enraizamiento contienen AIB o una auxina sintética, como el ANA (ácido naftalenacético).

Cómo afecta la poda o el pinzado en la distribución de las auxinas

Una buena poda en realidad comienza en la etapa vegetativa con técnicas que reciben varios nombres diferentes, como “pinzado”, "super-cropping" o "FIM", cada uno con su propio método de aplicación. Sin embargo, el objetivo es el mismo: desencadenar la liberación o redistribución de las hormonas de crecimiento de una planta, las auxinas.

Las auxinas que se producen en la punta central de la planta de cannabis pueden inhibir el crecimiento de las yemas laterales; es decir, las auxinas ubicadas en el tallo principal tienen la capacidad de retardar el crecimiento en los brotes secundarios circundantes. Este fenómeno se conoce como dominancia apical, por lo que eliminando la punta apical de la planta mediante distintas técnicas de poda también se elimina esta inhibición y se pueden desarrollar más las yemas laterales, resultando en una planta más ancha o con mayor crecimiento en el plano horizontal.

Cuando el brote superior o terminal dominante se corta o se pellizca, su concentración de auxinas se redistribuye a los brotes laterales inferiores que lo rodean. Esto hace que estas ramas secundarias crezcan más vigorosamente, mientras que también ayuda a inducir un nuevo crecimiento en forma de brotes superiores adicionales, que luego crearán muchas más colas o cogollos principales durante la floración. Esto se hace normalmente para conseguir una planta más arbustiva con varios cogollos de tamaño aceptable, en lugar de una planta más alta con un solo y enorme cogollo superior.

Si se cultivan pocas plantas por metro cuadrado, la poda o pinzado de las puntas apicales es útil para que las plantas puedan aprovechar mejor la luz. También resulta ventajoso realizar esta poda periódicamente si se quiere obtener una buena planta madre, ya que la planta resultante tendrá muchas ramas laterales.

También las auxinas son muy útiles para revegetar plantas una vez florecidas. Por ejemplo, si tu planta ya está para cosechar, pero tienes la suerte de vivir en un lugar en el que siempre o casi siempre hay sol y el invierno no es frío, y quieres que la planta vuelva a su estado de crecimiento, el uso de estas auxinas te será de gran ayuda. Existen varios tipos de concentrados de auxinas en el mercado para este y otros propósitos.

La efectividad final de de estos concentrados de auxinas depende de muchos factores, como el momento de la aplicación (fase de desarrollo, hora del día), la vía de aplicación (hojas o raíces) o la concentración, que es especialmente importante: mientras que las concentraciones bajas estimula el crecimiento radicular, en concentraciones altas promueve la producción de etileno que favorece la finalización prematura de la floración.

También existen alternativas caseras en las que se pueden utilizar auxinas producidas de forma natural y orgánica, por ejemplo mediante la utilización de semillas germinadas de ciertas legumbres como son las lentejas o los garbanzos. Así, de una manera sencilla, se puede lograr hacer un enraizante natural para regar nuestros esquejes y ayudarles a sacar raíz lo antes posible, estimulando su crecimiento de una manera natural.