En julio pasado, la agencia del medicamento francesa dio luz verde a la primera experimentación con cannabis terapéutico que se haría a gran escala en el país, mientras especificaba el marco de su uso para ciertas enfermedades. Ahora la votación de la Asamblea Nacional permite iniciar el proceso, aunque la medida entrará en vigor una vez que el texto también haya sido aprobado por el Senado. El Gobierno planea su implementación en el primer semestre de 2020.

Desde que la Agencia Nacional para la Seguridad de los Medicamentos (ANSM) aprobara a finales del año pasado las conclusiones de un comité de expertos que apoyaban la autorización del cannabis medicinal "en ciertas situaciones clínicas", miles de consumidores franceses estaban expectantes ante el anuncio hecho por la propia ANSM de una experimentación con cannabis para antes de finales de 2019, para su plena implantación a lo largo de 2020. Siempre y cuando saliera adelante la decisión política para introducir una posible enmienda legislativa que legalizara su uso.

El diputado del partido LREM, Olivier Verananunció a mediados de octubre que defendería esta enmienda al Proyecto de Ley de Financiación de la Seguridad Social (PLFSS) para que se autorizara un experimento de dos años, a cargo de las arcas públicas, sobre el uso médico del cannabis, reabriendo el debate sobre su legalización para fines terapéuticos.

El pasado viernes 25 de octubre, en una votación a mano alzada, la Asamblea Nacional francesa dio el visto bueno a esta enmienda, anunciando que el experimento comenzará a partir del primer semestre de 2020 y cubrirá a 3.000 pacientes, que se elegirán a lo largo de todo el territorio nacional.

¿Qué patologías están incluidas?

El ensayo está previsto que dure dos años: seis meses de implementación, seis meses de inclusión de candidatos, seis meses de seguimiento del paciente y seis meses de análisis de datos, con la presentación de un informe final por parte de un comité científico.

Se intentará evaluar el impacto positivo de los derivados del cannabis en distintas enfermedades graves. El ANSM ha establecido la lista de patologías en cinco grupos:

- Dolor neuropático refractario.

- Ciertas formas de epilepsia severa y resistente a los medicamentos.

- Atención de apoyo en oncología en situaciones paliativas.

- La espasticidad dolorosa de la esclerosis múltiple.

- Otras patologías del sistema nervioso central.

¿Cuál será el marco del experimento?

Según el comité de expertos de la ANSM, "alrededor de 4 millones de franceses no tienen soluciones contra estos dolores y podrían justificar un tratamiento de cannabis". Pero solo 3.000 podrán participar en el ensayo, que se llevará a cabo en varios hospitales, en particular en centros de referencia para las patologías en cuestión.

La prescripción inicial la hará un médico especialista o un neurólogo; y los pacientes primero deberán abastecerse de la medicación en la farmacia del hospital, aunque luego podrán renovar sus tratamientos en las farmacias de su ciudad.

Según la agencia del medicamento francesa, el cannabis se distribuirá en formas sublinguales e inhaladas (aceite y flores secas para pulverizar), o en forma oral (solución oral y cápsulas de aceite). Y las diferentes dosis pueden incorporar proporciones muy variables entre los dos ingredientes activos: tetrahidrocannabinol (THC) con efectos psicoactivos y cannabidiol (CBD). Dependiendo de la enfermedad, el médico decidirá administrar más CBD o más THC.

Todo será financiado por la Seguridad Social, ya que el experimento tiene como objetivo ampliar el suministro de analgésicos disponibles para pacientes que sufren dolor intenso.

Algunas dudas que quedan por resolver

Sin embargo, todavía quedan algunos flecos por peinar, como la cuestión de la cadena de suministro. Después de la votación de la Asamblea Nacional, InVivo, una de los primeras cooperativas agrícolas francesas, presentó una solicitud ante el ANSM para posicionarse en el mercado. Pero actualmente, la ley prohíbe el cultivo de plantas de cannabis en Francia, más precisamente aquellas que contienen niveles superiores al 0,2 % de THC.

Por tanto queda por ver de dónde vendrá el cannabis terapéutico utilizado durante el experimento. Si se quiere comenzar en los próximos seis meses, no se podrá contar con la producción francesa, ya que la industria no estará lista a tiempo. Así que a partir del 15 de mayo, la demanda será previsiblemente atendida por productores extranjeros, a los que se les requerirá la información de los procesos y se realizarán auditorías como si fueran laboratorios farmacéuticos.

¿Un paso hacia la legalización del cannabis medicinal?

Con este experimento, Francia no se convierte en uno de los pioneros en esta área, ni mucho menos. Por ejemplo, desde 2001 los canadienses con ciertas enfermedades graves pueden obtener una licencia para consumir marihuana. En total, una treintena de naciones han autorizado el uso de cannabis terapéutico: este es el caso en 17 de los 28 países de la Unión Europea, seis países latinoamericanos, Australia y 33 estados estadounidenses.

"Espero que podamos confiar en la experiencia de los pacientes. La evidencia muestra que ya existe un conocimiento por parte de los usuarios que se automedican", dijo en la Asamblea Nacional el autor de la enmienda, el diputado de Olivier Véran (LREM), neurólogo de profesión. "Si nos damos cuenta después de seis meses, un año, un año y medio, que no es necesario continuar el experimento porque ya tenemos suficientes evidencias sobre el terreno de que el cannabis es beneficioso, tendremos que avanzar hacia la generalización de su uso médico".