Desde mediados del siglo XX, la guerra contra el cannabis nos ha ido dejando spots para el recuerdo. Todo tipo de esperpentos visuales que van desde comparaciones con la heroína a situaciones surrealistas propiciadas por ‘el colocón’ de un porro. Anuncios, casi siempre dirigidos a la juventud, que han fallado estrepitosamente en su cometido pero que han dejado momentos memorables. Hacemos un repaso por las ideas más disparatadas de la propaganda antimarihuana vistas en televisión.

Las campañas antimarihuana emitidas en televisión en los últimos 50 años son el mejor ejemplo del poderoso estigma con el que ha tenido que lidiar la comunidad cannábica, y del que hoy se están consiguiendo liberar. El cannabis al nivel de drogas duras como la heroína, o como puente inevitable a ellas, personas zombies destrozadas por la marihuana… Toda clase de estereotipos que, por lo general, han sido objeto de carcajada y, sobre todo, no han seducido o persuadido a casi nadie.

La marihuana, puente a la heroína

En los años 50 el cannabis debía ser potente como el demonio en los Estados Unidos. Si un grupo de amigos compartían un canuto juntos, se desencadenaba una tormenta de locuras peligrosísimas, como romper una botella de Coca-Cola (el sueño americano, ojo con la propaganda, que eran muy buenos) y empezar a beber cortándose con los cristales y riendo. Así querían mostraban que, al ir tan colocados de marihuana, les daba todo igual. Y, por supuesto, un clásico: días después de haber probado su primer porro, el protagonista estaba tardando en aparecer apretando un pañuelo contra el brazo para meterse una jeringuilla con heroína. Sin duda, el ABC más rancio de las campañas contra el cannabis.

El vago en un país de triunfadores

Conforme fueron pasando las décadas, el estereotipo de adictos dementes se fue esfumando en la sociedad norteamericana. Sin embargo se hizo fuerte otro cliché: el de 'vago fumeta'. En los años 80, con Ronald Reagan como presidente, los valores del triunfador americano se hacían fuertes, caracterizados en tiburones de Wall Street hechos a sí mismos. Enfocar la propaganda en que la marihuana te convertía en un 'tirado', que vive en casa de sus padres y no busca trabajo, era la estrategia de la época. Pero que se lo digan a Carl Sagan o Michael Phelps.

Los 'losers' de guitarra y canuto

Siguiendo esta táctica, en los años 90, no pretendían presentar tanto al consumidor de marihuana como vago, sino como un 'perdedor'. En este anuncio, sin andarse con rodeos, presentan un grupo de jóvenes (¿quizás escuchando 'grunge' de fondo?), tocando la guitarra, sacándose mocos y tirándose eructos en un coche mientras se fuman un leño. El vídeo invoca al deportista como el personaje exitoso y popular de la sociedad estadounidense y, en el lado contrario, a este grupo de chavales, con los que ninguna chica querría irse de fiesta. 

 

Bienvenidos a 'Marihuanolandia'

Seguimos en los años 90 y el anuncio intenta explicar cómo es la vida de un preadolescente americano a los padres. Para ello crea un universo distópico en el que en cada rincón de tu ciudad te ofrecen marihuana: el frutero, el camarero de tu restaurante, tu abuela… Una especie de plaga bíblica en forma de canuto que supuestamente asolaba los patios de recreo de los colegios. Hoy quizás serviría de anuncio turístico para el estado de Colorado, las vueltas que da la vida.

 

Resacas cannábicas de 30 días

Este vídeo parece una propia parodia de las campañas antimarihuana. De hecho, sería el típico vídeo estilo humor amarillo que alguien disfrutaría acompañado de un buen canuto. Sin duda, el final es muy cachondo. Aunque quizás lo más gracioso del vídeo viene justo en la línea final que acompaña al vídeo, que viene a decir básicamente que las resacas de marihuana pueden durar un mes.

 

Perros moralistas...

Dentro de todas las listas de efectos exagerados que produce la marihuana está el de sufrir delirios alucinantes. En este anuncio corto no entendemos muy bien qué es lo que ocurre, si alguien en esa cocina ha tomado ácido lisérgico (LSD) o un alucinógeno tan potente como para ver a un perro hablando. Desde luego no hay referencias en la comunidad cannábica de que exista una marihuana tan potente como para tener estas experiencias psicotrópicas.

Y perros siniestros

Como podemos ver algún publicista encontró en el tema perruno un filón para tocar la fibra emocional de los consumidores de cannabis. Aunque parece que más que buscar la sensibilidad del usuario cannábico, busca su pánico. La música de 'Circo de los horrores' y sus dibujos dejaron bastante mal cuerpo a toda una generación de los 2000 en Estados Unidos. Ahora bien lo que no sabemos es si eso consiguió alejarles de la marihuana. Y tampoco es entendible esa obsesión con el abandono de los perros a cambio de los porros.

 

Mi amiga está hecha un trapo

Aquí podemos ver a la pobre Sarah deshinchada, hundida en el sofá, después de haber fumado marihuana. Es incapaz siquiera de responder a las preguntas del narrador, pues está demasiado 'tostada', lo que nos indica que ha podido ser víctima de alguna indica potente. El vídeo es gracioso por la puesta en escena, y por que alguna vez la mayoría de nosotros nos hemos sentido como Sarah tras una intensa sesión cannábica. Desinflarse de vez en cuando, en estas vidas nuestras llenas de aire caliente, es necesario, pero como en todo, la clave está en el equilibrio. Estar todo el día desinflado nunca es positivo.

 

Confundir electrodomésticos

En este vídeo, el Gobierno de Chile nos pretende mostrar a un joven disfuncional incapaz de hacer hielos con una cubitera. Vive en una especie de casa de muñecas, y el pobre no da pie con bola, confunde el fregadero con un florero, el congelador con el horno… Y todo por culpa de la marihuana. El anuncio es bastante divertido por la deformación que hace de lo que supone estar colocado de marihuana. Además se remata insinuando que los consumidores son tontos y deben regresar a la inteligencia que otorga la sobriedad.

¿Qué os han hecho los perezosos?

Por último, llegamos al anuncio más reciente de esta colección de disparates. Al Gobierno australiano le salió el tiro por la culata con este spot, en el que muestra a un consumidor de marihuana como un perezoso. Los jóvenes australianos pronto lo convirtieron en un vídeo viral preguntándose si se trataba de una campaña antiperezosos o recomendando al animal haber consumido una Sativa, para ser más sociable y menos introspectivo.

Desde la comunidad cannábica no podemos hacer otra cosa que responder a estas delirantes campañas con una sonrisa de oreja a oreja. Porque ya lo decía Charles Chaplin, "a fin de cuentas, todo es un chiste".