La AK-47 es considerada una de las cepas más populares y distinguidas del mundo cannábico, lo que le ha llevado a ganar casi una veintena de premios desde que en 1992 viera la luz en Holanda. Cualquiera hubiera querido ser el responsable de una marihuana que tantos éxitos ha generado para el banco holandés Serious Seeds. Y eso que nació casi por casualidad, aunque fruto del tesón y el empeño por dar con una genética destinada a perdurar. Ahora la AK-47 vuelve a estar disponible en LaMota para que todos los cultivadores que no lo han hecho tengan ocasión de disfrutar de sus poderes. ¡Ya tardas en hacerte con ella!

La AK-47 es, posiblemente, una de las cepas más reconocidas del mundo de la marihuana. Es un clásico y, como explica Simon –el breeder del banco Serious Seeds que la hizo posible-, "fue un raro golpe de suerte", tanto para él como para la compañía. Una variedad (considerada ahora una leyenda viva) que cualquiera hubiese querido crear. 

La AK-47 nació allá por 1992 en Ámsterdam, distinguida por un perfil genético único. Apareció después de la insistencia de este cultivador, que pasó mucho tiempo probando con miles de plantas y semillas experimentales hasta conseguir un híbrido especialmente Sativa (al 65%), de alta calidad y mucho carisma. Una planta sobre la que siguió trabajando una vez en el mercado, experimentando con su fórmula genética, añadiendo nuevas particularidades y reconstruyendo parcialmente las cepas para perfeccionar su creación al máximo posible.

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Su potencial era tal que, sólo siete años después (en 1999) un laboratorio independiente mostró un nivel de THC del 21.5%, el más alto de todas las entradas de ese año en la Cannabis Cup donde participaba. A día de hoy Simon aún mantiene en secreto los ingredientes exactos que dieron lugar a la AK-47 y, sin embargo, es de sobra conocido que fue hibridada a base de semillas de marihuana de algunas variedades de Colombian, Mexican, Thai y Afghani, lo que resulta en un 65:35 de híbrido Sativa/Índica con predominio de rasgos Sativa.

El resultado es una marihuana que desprende un aroma extraordinariamente fuerte, dulce y afrutado (y un penetrante olor durante el cultivo, lo que hace que haya que ser cuidadosos con los filtros). Una planta con efectos sobresalientes en cultivos hidropónicos, pero que también ha logrado crecer con éxito en exterior, por ejemplo en lugares como la Península Ibérica. 

Simon explica que cuando la nombró AK-47 no tenía propósito de relacionarla con un mundo violento ni con la tradición militar, a pesar de que el Avtomat Kaláshnikov modelo 1947 (AK-47) es el fusil de asalto más famoso del mundo, además del más utilizado. Simplemente la bautizo así por su efecto, por el golpe "maravilloso y especial" que generaba en quien la fuma (gracia a su alto nivel de THC).

Simon la describe como una planta fácil de cultivar, de altura media, que produce buen rendimiento (de unos 350 a 500 gramos por metro cuadrado) en poco tiempo. Su periodo de floración es corto (para ser una Sativa): de 53-63 días y produce cogollos compactos y hojas brillantes recubiertas de resina, alcanzando la madurez alrededor del 15 de octubre en cultivo de exterior con luz natural. Para entonces, los grandes cogollos rezuman copiosas cantidades de relucientes tricomas y se rompen muy bien, dejando un montón de cristales resinosos en los dedos, desatando un aroma extraordinariamente fuerte, dulce y afrutado. Todo ello resultado del cuidadoso estudio y experimentación llevado a cabo por el propio cultivador durante años.

También es una variedad que está disponible como semilla feminizada, obteniéndose efectos igual de extraordinarios que su versión regular. Se conocen gracias al trabajo del famoso cultivador Mr. Power Planter, que decidió ir comparando, uno por uno, diversos ejemplos de esta variedad en ambos formatos. Nadie antes había hecho una comparación tan directa entre las semillas regulares y feminizadas de una misma genética. 

Power sembró once semillas regulares de la AK-47 y cinco feminizadas. La germinación de ambas se produjo sin incidentes y, tras pocos días, todas habían brotado y alcanzaban la superficie del suelo. Fueron cultivadas con tres lámparas de halogenuro metálico de 600w equipadas con sus respectivos reflectores (por lo que tuvieron abundante luz para crecer).

Una semana después de la germinación, las plantas se transplantaron a macetas de 11 litros y se alimentaron con los nutrientes correspondientes. Todas crecieron sanas, de forma compacta y con un rápido desarrollo de hojas color verde oscuro, muy homogéneo. 

Tres semanas y media después de la germinación, el Sr. Power provocó la floración reduciendo los periodos de luz, a la vez que iba sustituyendo las lámparas de halogenuros por varias HPS (de alta presión de sodio). Diez días más y las plantas ya mostraron su sexo (cinco de las once regulares AK-47 salieron machos y fueron retirados); y aunque las feminizadas tardaron algo más en florecer (de hecho, necesitaron una semana más), los resultados fueron excelentes en ambos casos. Los cogollos eran de calidad excepcional, el olor dulzón inundó el cuarto de cultivo y todas las plantas estaban recubiertas de abundante resina blanca cuando estaban cerca de alcanzar la madurez. 

Las regulares se cosecharon llegado el día 63 de cultivo y algunas superaban el metro de alto, mientras que las feminizadas llegaron a alcanzar menos altura (entre 65 a 85 cm) que las regulares, pero más o menos la misma resina, ya que sus ramas eran más largas y los brotes secundarios más voluminosos.

En conclusión, todas, las once plantas, consiguieron producir buenas cosechas aunque, para asombro de Mr. Power Planter - y una vez llevadas a la balanza - las feminizadas habían alcanzado un rendimiento mayor que las regulares. La calidad obtenida era extremadamente buena incluso a ojos de alguien como este cultivador, por cuyas manos habían pasado numerosas semillas y cogollos.

En concreto (y de media) las feminizadas produjeron 103,4 gramos/planta, mientras que las regulares se quedaron en 91 gramos/planta. Esta fue la primera vez que en una comparativa experimentado con una versión femenina de una determinada cepa realmente ofrecía un rendimiento superior a su contraparte regular. 

Precisamente esa calidad de producción la ha llevado a ser imitada en incontables ocasiones, a ser utilizada por otros bancos de cannabis para cruces diversos – de ahí la aparición de la AK-48 y hasta la AK-49-, e incluso para dar híbridos que compiten en calidad y cantidad con la cepa original, como es el caso de la White Siberian de Dinafem Seeds, la unión más lograda hasta ahora entre la White Widow y la AK-47, una robusta variedad que presenta un buen equilibrio a todos los niveles y con marcadas propiedades medicinales.

Esta calidad también le ha llevado a ganar casi una veintena de premios en el sector (lo que ha hecho que sea una de las cepas más rentables de Serious Seeds), ocho de ellos en sólo diez años. En 2003, por ejemplo, fue elegida planta del año por los lectores de la revista High Times; recibió el primer premio de la Copa High Life de Barcelona celebrada en 2005; y ha tenido varios reconocimientos en la Cannabis Cup (entre ellos, recibió el tercer premio en la categoría de “híbridas” durante la competición celebrada en Ámsterdam en 2011).

Será por los orígenes de su genética, será porque es considerada una auténtica “bomba” para quienes disfrutan del cannabis (definida como potente y efervescente), por su poder medicinal (se utiliza especialmente para tratar la depresión) o porque este banco holandés ha sabido cuidarla, cultivarla y sacar máximo provecho de sus beneficios, pero de lo que no cabe duda es de que el éxito seguirá acompañando a esta variedad durante muchos años más.